El equipo argentino de la Copa Davis se llevó una sorpresa tras la primera jornada de la serie de Qualifiers, en busca del pase a las Finales, en el Jockey Club de Rosario: iguala 1-1 ante un débil Kazajistán en un duelo que quedó abierto con vistas al domingo, aunque todavía mantiene el amplio favoritismo.

En el primer partido se impuso el número uno local Francisco Cerúndolo (22°) ante Dmitry Popko (338°) por 7-5 y 6-2, pero el golpe llegó más tarde: Tomás Etcheverry (28°), debutante en partidos por los puntos -contra Lituania, el año pasado, debutado con la eliminatoria definitiva- y reemplazante del segundo singlista Sebastián Báez (25°), cayó 6-4 y 7-5 frente a Timofey Skatov (278°), de 23 años y sexto jugador kazajo según ranking -los visitantes vinieron sin su líder Alexander Bublik (27°)-.

"Me costó desde el arranque hasta el final; no me sentí cómodo en ningún momento. No fui agresivo, no me esperaba para nada este resultado. Intenté ir para adelante con la devolución, sabía que era un rival de temer por cómo saca, como un español", contó Etcheverry, de 24 años, respecto del jugador de matriz española -vivió durante cinco años en Valencia y habla el idioma, por lo que absorbió la idiosincracia tenística ibérica-, en torno a su estreno "oficial" en un torneo ajeno al circuito, con condimentos extra, que suele darle la espalda a la lógica.

Argentina tendrá la posibilidad de sacar ventaja este domingo, desde las 11, en el punto de dobles: los especialistas Máximo González y Andrés Molteni (ambos 13°) se medirán ante Aleksandr Nedovyesov (48°) y el propio Skatov. El foco del análisis, sin embargo, recayó sobre las decisiones del capitán Guillermo Coria, el impulsor del inesperado cambio que colocó a Etcheverry por encima de Báez, sin dudas el más destacado de los argentinos durante la semana de los entrenamientos.

Tomás Etcheverry, durante su debut por los puntos en la Copa. Imagen: AAT.

La resolución del ex número tres del mundo, que comenzó ante los kazajos su tercer año como capitán, generó estupor por el presente inmediato de Báez, el segundo singlista y, en efecto, quien había sacado cierta diferencia durante la estadía en el Jockey Club. Las razones, según el conductor, quien también oficia de dirigente de la Asociación Argentina de Tenis (AAT) -es vocal titular de la comisión directiva-, fueron deportivas.

"Acá la pelota pica mucho. Pensamos que Tommy podía hacer mucho daño con su saque, con su potencia, pero al final no se sintió tan preciso. Eso lo dejó crecer a Skatov. Hay otros detalles, que quedan en el cuerpo técnico, pero la idea era pensar en esa potencia. También era importante tener un jugador fresco como Seba para el domingo, aunque para él también hubiera sido difícil este partido contra Skatov", profundizó el capitán.

Es cierto: la decisión de "guardar" a Báez le permitirá a Coria ubicarlo, en caso de tener esa intención, en cualquiera de los dos singles restantes, como una suerte de comodín. La primera determinación, una vez que finalice el punto de dobles, será escoger entre Cerúndolo o el propio Báez, dado que Etcheverry ya actuó en la serie como segundo single -el domingo el cuarto punto es entre los número uno y el quinto entre los número dos-. "Van a salir a jugar los que mejor estén en lo físico. Si juega Fran o Seba el partido igual será muy duro, pero primero hay que ganar el doble", sostuvo.

La confianza del equipo argentino, no obstante, está intacta y tiene lógica: los locales son ampliamente superiores y tienen una chance inmejorable de meterse en las Finales. "Estamos fuertes. El día previo siempre te dicen 'no llorés", pero nosotros sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar. Podía pasar lo que pasó: no es una serie fácil", sentenció Coria.

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