Los saqueos persisten en el imaginario como una forma de protesta asociada a los picos de conflictividad social de los úlimos veinte años, aunque su origen remite a las luchas por la Independencia y se extiende a los tiempos de consolidación democrática, según rastrea La larga historia de los saqueos en la Argentina (Siglo XXI), un texto coral sobre los disparadores de esta práctica que condensa la canalización de emociones y el rédito material. El ensayo multidisciplinario compilado por Gabriel Di Meglio y Sergio Serulnikov inscribe esta práctica en un proceso que involucra propósitos y actores sociales múltiples, desdibujando la mirada clásica que la vincula exclusivamente a sectores marginales en contextos de hiperinflación, desocupación o desamparo estatal.