Las resoluciones que oficializaron el viernes pasado los nuevos cuadros tarifarios de Edenor y Edesur redujeron de 9 a 4 las categorías de consumo y elevaron sustancialmente la incidencia del cargo fijo en el monto de la factura final. El mayor ajuste del cargo fijo recayó sobre los mayores consumos. Por lo tanto, todos aquellos que consuman más de 600 kWh por mes pagaran un cargo fijo de 30.391,2 pesos, independientemente de su nivel de ingresos, a lo que habrá que sumarle el cargo variable y los impuestos. En esos segmentos de mayor consumo las subas de entre 240 y 300 por ciento, significativamente más altas que lo anunciado por la Secretaría de Energía.

La cartera que conduce Eduardo Rodríguez Chirillo anunció el jueves pasado que los aumentos de la electricidad para los usuarios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) iban a ser de de 150% para los hogares que no tienen subsidio (N1), de 65% para los sectores medios (N3) y de 70% para los usuarios de bajos ingresos (N2). Sin embargo, los cuadros tarifarios muestran una realidad diferente, sobre todo para quienes más consumen.

Un hogar de ingresos bajos (N2) que consuma, por ejemplo, 610 kWh por mes va a pagar 30.391,2 pesos de cargo fijo y 19.264 pesos de cargo varible (610 kWh x 31,58 pesos). Eso significa que deberá desembolsar 49.655 pesos sin impuestos, un 306,5 por ciento más de lo que venía pagando hasta ahora.

Esa suba se explica fundamentalmente porque el cargo fijo que debe abonar se disparó de 5713,6 a 30.391,2 pesos, un 431 por ciento. El cargo variable, en cambio, le subió apenas de 10,66 a 31,58 pesos por kWh, un 196 por ciento. Eso es porque el precio mayorista de la electricidad para los sectores medios y bajos se mantuvo relativamente estable porque el gobierno todavía no comenzó a revisar el régimen de subsidios. Eso recién lo hará en la audiencia pública que está prevista para el 29 de febrero de este mes.

Luego de esa audiencia, donde la Secretaría de Energía presentará el nuevo esquema de subsidios y segmentación por ingresos, el cargo variable se ajustará todavía más para la mayoría de los usuarios de clase media y baja. De hecho, los que ya no pagan subsidio, abonan el cargo variable sustancialmente más caro. Por ejemplo, un usuario R4 que no tiene subsidio paga 87,11 pesos el kWh, mientras que un usuario de clase baja de ese mismo segmento de consumo paga 31.58 pesos. En el caso de la clase media, lo que consume por debajo de los 400 Kwh lo abona a 32,46 pesos por kWh, mientras que el consumo que se excede de ese tope lo debe pagar a 87,11 pesos por kWn, el mismo precio que abonan quienes no tienen subsidio.

La suba no solo es mayor de lo anunciada para los consumos más altos sino también para el resto de las categorías. Un R1 de ingresos medios va a pagar en torno a un 130 por ciento de aumento y un R1 de ingresos bajos un poco menos de 130 por ciento, pese a que el gobierno había anticipado que en el primer caso la suba estaría en torno al 65 por ciento y en el segundo sería de 70 por ciento.

Tarifas indexadas

El gobierno también confirmó la semana pasada que las tarifas de Edesur y Edenor van a comenzar a indexarse mensualmente a partir de mayo. Para ello se tomará como referencia un indicador que contemplará la variación de salarios, inflación mayorista e inflación minorista. En el nuevo índice la variación salarial tendrá una ponderación del 55 por ciento, la inflación mayorista del 25 por ciento y la inflación minorista del 20 por ciento.

Comercios e industrias

También entraron a regir el viernes pasado aumentos para los comercios y las industrias que se abastecen de energía eléctrica a través de las redes de Edesur y Edenor. En esos casos, las subas llegan hasta el 400 por ciento, lo que hace prever situaciones difíciles para numerosos pequeños y medianos empresarios que deberán afrontar una fuerte suba de sus costos al mismo tiempo que la demanda cae producto de la fuerte recesión económica.