Exactamente 1.5 grados centígrados es la condición para no sobrepasar el calentamiento global y poder mitigar el impacto del cambio climático sobre la biodiversidad y la disponibilidad del agua. El último informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) advierte que “aproximadamente la mitad de la población mundial sufre actualmente una grave escasez de agua durante al menos una parte del año”. 

El cambio climático, continúa el informe, “ya ha causado impactos generalizados, pérdidas y daños conexos en los sistemas humanos, y ha alterado los ecosistemas terrestres, de agua dulce y oceánicos en todo el mundo”. El problema no es menor, en tanto que por encima de ese valor, “ecosistemas como algunos arrecifes de coral de aguas cálidas, humedales costeros, bosques tropicales y ecosistemas polares y montañosos habrán alcanzado o superado sus límites estrictos de adaptación y, como consecuencia, algunas medidas de adaptación basadas en ecosistemas también perderán su eficacia”. 

Desde 1970, se ha perdido o deteriorado el 30 % de los ecosistemas de agua dulce en el mundo, y lo mismo ocurre con los glaciares: “Los impactos en algunos ecosistemas se están acercando a la irreversibilidad -sostiene el informe-, como el caso de los cambios hidrológicos resultantes del retroceso de los glaciares, o los cambios en algunos ecosistemas montañosos”. 

El nevado Ritipata, en Perú, forma parte de la cordillera Chonta, una de las 18 cadenas montañosas del país que concentran el 70 % de los glaciares tropicales del planeta: un estudio publicado en 2020 por el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem) expone que la cordillera perdió el 95 % de su cobertura glaciar. Tulia García, directora del Centro de Desarrollo Agropecuario (Cedap) de Perú, que trabaja con las comunidades rurales de la región sur andina en Ayacucho, es testigo del derretimiento del Ritipata: “La nieve más perpetua que vimos fue en 2005, y sólo en la parte más alta. Lo que queda aquí son hielos que se derriten en pocas semanas”.