En Newell’s el impacto de la derrota por el clásico preocupa a los dirigentes del club. El malestar general anticipa un clima hostil en el Coloso del Parque el domingo por la noche en el juego ante San Lorenzo y todas las miradas apuntan al presidente Ignacio Astore. Mauricio Larriera, a su vez, se juega su futuro en los próximos días, en el cual el equipo tendrá competencia en Copa de la Liga y el debut en Copa Argentina por los 32avos de final ante Midland. El entrenador uruguayo saldrá indemne solo con muy buenos resultados. Para el juego del fin de semana se evalúa un solo cambio para permitir la vuelta al mediocampo del capitán Ever Banega.

En Newell’s no hay voces que puedan narrar lo que dejó como daños colaterales la caída del pasado domingo ante Central. No hay nada que decir porque el último clásico perdido caló más hondo que cualquier otro, como consecuencia de tantos años de frustraciones. El escenario que se plantea el domingo a las 21.30 en el compromiso con San Lorenzo será de hostil para los dirigentes. Una situación que preocupa en el parque Independencia porque a diferencia de otras situaciones similares no son los jugadores los principales apuntados ni el cuerpo técnico, de solo dos meses de trabajo en el club. A diferencia del año pasado, cuando el equipo perdió el clásico en el último minuto en el Gigante, el presidente Ignacio Astore ya no tiene la ascendencia necesaria en el hincha para sostener el entrenador ante resultados inesperados. 

El futuro de Larriera se define a partir del domingo. El de Astore, por su parte, es incierto. El presidente está aislado por su forma de gestión solitaria en el club --"el cirujano (por la profesión de Astore) trabaja solo", repiten al unísono ex colaboradores"-- y no podrá eludir la responsabilidad por la actualidad deportiva. Es que junto al presidente ya quedan muy pocos de los dirigentes que llegaron a su entorno como consecuencia de la alianza política que desembocó en su candidatura a presidente en las últimas elecciones.

El partido con San Lorenzo es determinante para que el técnico uruguayo recupere paciencia. Newell’s debe ganar, pero al entrenador se le pedirá también buenos resultados el jueves 7, también en el Coloso del Parque, ante Tigre a las 21.15 y el domingo 10 cuando visite a Godoy Cruz a las 17. El viernes 15 la Lepra recibirá a Platense a las 21 y luego llegará el debut en Copa Argentina el viernes 22. El partido por los 32avos de final ante Midland se jugará en cancha de Colón. Larriera llegará a este partido solo con triunfos en los próximos compromisos en Copa de la Liga.

Consciente de la desazón generalizada, el martes Larriera dedicó más tiempo a conversar con los jugadores que a entrenar. El aspecto anímico es el factor más importante a trabajar por parte del entrenador. Pero hoy será el ensayo de fútbol en Bella Vista donde Larriera deberá decidir qué formación recibirá a San Lorenzo el domingo a las 21.30. Ever Banega volverá y la duda que se mantiene es si sale Guillermo May o bien Julián Fernández. El delantero tiene más chances de dejar el once titular que el volante central. Pero esta decisión queda sujeta a otra: la vuelta de Franco Díaz. El volante perdió su lugar en el clásico por decisión táctica, no ingresó en el clásico con Central y esto sugiere que Larriera piensa mantenerlo en el banco de suplentes. En Bella Vista hay ensayo de fútbol esta mañana y mañana por la tarde.