Las fotografías de la artista española Ana Hell revelan su pasión por situaciones absurdas y surrealistas que a menudo pasan desapercibidas en el día a día. “Moldeo y juego con los cuerpos como si fueran dibujos, y mi cámara, la forma más veloz de bosquejar”, anota la creadora que, según propia aclaración, intenta “encontrar un punto de vista diferente a situaciones habituales, un pequeño giro que lo cambie todo”. ¿La prueba insoslayable? Su desconcertante serie Secret Friends (en criollo, “Amigos Secretos”): colección de retratos a personajes de otro mundo, perpetrados sin necesidad de apelar al photoshop. Y es que, en su afán por hallar irreverentes formas a partir del cuerpo humano, dio Ana con simple posición que devino inagotable recurso: dibujar en espaldas de personas agachadas, rostros; tapando la mitad superior de sus flexibles modelos, dejando al descubierto piernas y manos.  

“Secret Friends es un proyecto en curso que tiene como objetivo burlarse de la vida cotidiana al doblar –literalmente– la realidad y crear una nueva dimensión en medio de circunstancias comunes”, define la muchacha que captura a sus “amigos secretos” en bosques, subtes, escaleras, livings o parques urbanos de diversas ciudades del mundo –sea Berlín, La Habana, Tokio o Mallorca–, mezclando “un cosmos alternativo con la fotografía documental, amén de crear imágenes que tiene una fuerte dualidad entre lo real y lo surreal”. “Tiendo a ver caras y patrones en los objetos, y me encanta crear personajes que luzcan un poco caricaturescos o extraños. También estoy muy intrigada por la idea de transformación, interesada en explorar temas como la identidad”, suma la chica Hell, que gusta deformar para sorprender, y –por qué no– generar un poquito de confusión.