Los aumentos en la medicina prepaga ya superan el 150 por ciento acumulado desde diciembre y las empresas anuncian nuevos incrementos para abril.

El titular del Juzgado de Faltas Número 1 de Morón, Enrique Loutero, firmó una medida a favor de un jubilado socio de OSDE que no puede hacer frente a la seguidilla de incrementos en la cuota.

El fallo, retroactivo a enero, obliga a la empresa a retomar la fórmula de aumento anterior al DNU70/2023 que desreguló el mercado de la medicina prepaga. La fórmula pondera la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) y otros factores.

El Juzgado Contencioso, Civil y Comercial Federal No. 2 de San Martín hizo lugar a una medida cautelar solicitada en protección de los derechos a la salud y a la vida de una niña de 7 años con discapacidad, presentada por su madre con el patrocinio de Manuel Luaces, contra la empresa COBERMED.

Como antecedente reciente, en la misma línea, la jueza federal de San Martín Martina Forns, ante un planteo similar de la jubilada Marta Cristina Brauchli, de 78 años, había fallado en idéntico sentido. En esa ocasión, el planteo dejaba sin efecto los aumentos del plan de salud del Hospital Italiano.

Todos estos fallos son de alcance individual. Pero el otro dato relevante lo produjo, hace apenas dos semanas, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, al habilitar la inscripción de este reclamo en el Registro de Procesos Colectivos, dependiente de dicho tribunal. Este elemento abre la puerta a un posible fallo con efectos colectivos.

Si bien en los últimos meses se han realizado muchas demandas de usuarios de medicina prepaga en reclamo por los aumentos desmedidos, Buenos Aires/12 pudo saber que son más los usuarios que no lo hacen por temor a que un fallo desfavorable los obligue a afrontar costas y tasas de justicia. Por eso hay mucha expectativa sobre un posible fallo colectivo.

El abogado Mariano Lovelli, integrante del Centro de Estudios para la Igualdad y la Solidaridad (CEPIS) explica la figura del fallo colectivo de la siguiente manera: "En la Argentina esto comienza en 2008, con el fallo Halabi, que era un señor que litigó contra Telefónica por un cobro indebido. Entonces la Corte Suprema consideró que había muchos usuarios en la misma situación, es decir, que era un universo homogéneo y existía el riesgo de que obtuvieran fallos dispares. Fue una demanda individual, pero su fallo fue de alcance colectivo".

"Poco después, la Corte instó al Congreso Nacional a sancionar una ley de procesos colectivos, pero nunca se dio, por lo que la  respuesta de la Corte fue la apertura del Registro de Procesos Colectivos, que funciona como fuero de atracción", agrega. 

Luego, explica, surgieron las asociaciones de derechos de usuarios y consumidores, que están más legitimadas para iniciar este tipo de demanda porque tienen la representatividad.  "Pero puede ocurrir, como con Halabi, que una demanda individual tenga un fallo colectivo, si lo decide la Corte Suprema", concluye.

Números

Verónica es profesional independiente y está afiliada a una prepaga de manera directa: paga una cuota, que se debita de su tarjeta de crédito, porque no tiene relación de dependencia.

En diciembre pagaba 90 mil pesos por la cobertura para ella y su hija de 14 años. "En enero subió a 130, en febrero a 177, y en  marzo llegó a 215; si en abril  es más me tengo que bajar”, cuenta, abatida.

Verónica y su hija todavía tienen la opción de buscar una cobertura más económica, porque son sanas, es decir que no tienen patologías crónicas, y ambas son menores de 50 años. La ley vigente, la 26.682 que regula la actividad de las empresas de medicina prepaga, les otorga a las empresas derecho de admisión, tanto para pacientes crónicos como para los mayores.

Esos grupos son los más afectados por la política libertaria de desregulación. Se encuentran virtualmente atrapados: si dejan de pagar su cobertura presente, sea cual sea el monto, sea cual sea su antigüedad y años de aportes, quedarán fuera del sistema, porque nadie está obligado a resguardarlos.

Dos negocios distintos

En el caso mencionado, el aumento  acumulado se acerca bastante a los 118 puntos  de la devaluación. En la estructura de costos de un sanatorio, alrededor del 70 por ciento son salarios, obviamente en pesos, que la semana pasada acordaron en paritarias una suba de  45 puntos. 

El 30 por ciento restante incluye servicios como limpieza, seguridad, lavandería, cocina, electricidad, agua, conectividad e insumos. Aun suponiendo que todos los insumos fueran importados, los aumentos de cuota como el que ilustra esta nota exceden largamente la incidencia real del dólar oficial. Pero no es lo mismo un sanatorio que una prepaga.

Por tratarse de una actividad de escala, regida por la ley de los grandes números, los cambios en el escenario impactan de manera muy distinta a los que tienen uno o dos sanatorios que a los grandes grupos, que a su vez están integrados de manera vertical: al tener su propio plan de salud, recaudan por sí mismos. En tiempos de alta inestabilidad y altas tasas, algunos financiadores retienen o demoran los pagos, con el doble propósito de hacer negocios financieros y debilitar a los otros eslabones de la cadena. 

Desde el sindicato de Sanidad confirman este diagnóstico. "Se habla mucho de las prepagas, pero la verdad es que son muy pocos los jugadores que están integrados con su propia prepaga y corren con ventaja, y están casi todos en Buenos Aires. En el resto del país, sobreviven como pueden. Y el proceso de concentración ocurre, es cierto". 

Para el sindicalista consultado, "nadie está contento con la desregulación del gobierno. Ni siquiera las prepagas, porque tienen que tributar un 20 más. Además, en momentos de contracción económica y ajuste, se da el fenómeno inverso. Es más gente la que deja de pagar el aporte de bolsillo para volver a la obra social que la se pasa a una prepaga. (El directivo de las prepagas Claudio) Belocopitt reconoció que ya se le cayó el 10 por ciento de la cartera". 

Un experto consultado lo compara con lo ocurrido con las estaciones de servicio en las primeras décadas del siglo. "La mayoría eran empresas familiares, que fueron desapareciendo. Algunas las compraron las petroleras por monedas, otras los desarrolladores inmobiliarios para hacer edificios."  

La semana pasada, las prepagas fueron trending topic en la red social X, por las quejas de los usuarios al recibir las nuevas facturas. Todavía no hay estadísticas, porque el fenómeno es reciente, pero empleados de atención al público de las principales empresas confirman la caída de cartera, que es el nombre técnico de la baja de socios. Al respecto dijo Belocopitt, en ocasión del anuncio del último aumento: "una prepaga no es una papa, es un producto destinado al segmento más acomodado".