Estudiantes de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) marcharon este jueves hasta las instalaciones de la empresa de transporte público SAETA para exigirle que habilite las tarjetas del boleto estudiantil gratuito. Este año la Asociación Metropolitana del Transporte (AMT) impuso restricciones que ya fueron rechazadas por las autoridades universitarias porque no se ciñen a un convenio firmado con anterioridad y que sigue vigente.

Las clases comenzaron esta semana en cuatro facultades de la Universidad (Ingeniería, Ciencias de la Salud, Exactas y Económicas) y la semana próxima se iniciarán en las dos restantes (Naturales y Humanidades). Pese a ello, y a que en febrero se dictaron los cursos para ingresantes, la población estudiantil no accede al boleto gratuito del transporte. 

La UNSa y la empresa SAETA firmaron un convenio en diciembre de 2023, con vigencia por un año, en el que acordaron que los datos a transferir, y suficientes para el otorgamiento del pase libre, serían el nombre de cada estudiante, su DNI y la condición de alumno regular o ingresante. 

De este modo, adecuándose a los términos acordados, la Universidad envió los padrones digitales y optó por desconocer las restricciones autorizadas en enero por la AMT, en el contexto de los ajustes que promovió apenas asumió el presidente Javier Milei

Ya en una sesión extraordinaria del Consejo Superior en febrero, las autoridades universitarias votaron rechazar las restricciones de la AMT y mantener una mesa de diálogo con autoridades provinciales para intentar arribar a una solución.

"La Secretaría estudió el tema y analiza interponer una acción judicial pero esta acción es ante la Justicia Federal y puede demorarse la solución. O un juez no darnos la razón. Preferimos a eso, intentar hasta último momento llegar a solucionar esta controversia. No queremos que se perjudique a nuestros alumnos. Igualmente, ellos están en su derecho de accionar por su parte ante la justicia provincial", dijo a Salta/12 el secretario de Asuntos Jurídicos de la UNSa, Sebastián Aguirre Astigueta.

"Estamos explicando en qué consiste la regularidad de nuestros alumnos y los límites del envío de datos de los mismos. Hemos cumplido el convenio y esperamos que ellos hagan lo mismo", manifestó el letrado. 

La Universidad reconoce como "alumno regular" a los y las estudiantes que se inscriben o reinscriben al ciclo lectivo. SAETA este año requiere datos académicos específicos como asistencia, parciales, trabajos prácticos y si han aprobado o no dos materias el último año. Hay información que sólo tienen los profesores de cada cátedra y no está digitalizada en el sistema de la UNSa, pero además por la ley nacional de protección de datos personales (25.326) se requiere el consentimiento de cada estudiante para que la institución se los brinde a un tercero.

"Ya estamos al límite. Su negativa a cargar los padrones no tiene justificativos. Esperamos una solución directamente del gobernador, que pidió que los funcionarios dejen los Excel y piensen que detrás de los números del ajuste está la gente. Luego si quiere, que SAETA haga todos los controles que quiera. Pero el derecho al boleto gratuito está en la ley y la empresa no puede desconocerlo. Si no, que cambien la ley", dijo Aguirre Astigueta. 

Para la renovación del boleto estudiantil la empresa exige la regularidad y acreditación de 2 materias aprobadas por año, e impone el tope de acceso durante 8 años como máximo. Entre los recortes impuestos, para acceder al pase libre se debe carecer de título terciario o universitario y ahora SAETA requiere una declaración jurada. Esto perjudica a quienes hacen carreras con títulos intermedios de tecnicatura o profesorados para continuar con la licenciatura y a quienes cursan más de una carrera. La empresa también ha excluido del beneficio a estudiantes de estudios de posgrados o pos titulación.

"Hay que señalar que la info que se envió no informa detalles de la actividad académica de los alumnos regulares, tal como lo exige la normativa vigente emanada por la AMT. Pese a eso y en conocimiento de lo que esta normativa establece, muchos alumnos ya se presentaron en SAETA con copia del SIU Guaraní donde constan las materias aprobadas el año pasado y, por consiguiente, ya tienen habilitado su pase libre. Del mismo modo se recibe la documentación de los alumnos ingresantes", contestó la empresa SAETA a las consultas de Salta/12.

"Estamos siendo perjudicados"

Mauricio Giménez es coordinador de Franja Morada, una de las agrupaciones que marchó contra SAETA. Dijo a Salta/12 que estuvieron hasta las 14 y no fueron recibidos por ninguna autoridad de la empresa. El referente también señaló las responsabilidades políticas por esta situación, en primer lugar mencionó "el contexto de ajuste a la educación pública, por parte del presidente de la nación Javier Milei" y consideró que hay una "complicidad del gobernador Sáenz y su ministro de economía, el contador público nacional, Roberto Dib Ashur quienes por ley provincial N° 8030 deberían garantizar el funcionamiento del pase gratuito para los estudiantes de la Universidad".

"Como Franja Morada, en pos de la generación de políticas públicas que permitan el ingreso masivo de los estudiantes, la permanencia de los mismos y el futuro egreso es que reiteramos la necesidad de defender ahora y siempre la universidad pública, gratuita y laica y de excelencia académica", sostuvo Giménez.

El presidente del Centro de Estudiantes de Humanidades e integrante de la agrupación Voces, Lautaro Cabrera, contó a Salta/12 que vienen organizándose en asamblea contra las restricciones al boleto estudiantil y en ese marco marcharon contra SAETA. Consideró que el gobierno provincial "es responsable" de lo que está pasando. "Hoy ya estamos en un contexto de crisis con las decisiones que está tomando el gobierno nacional", añadió.

"Hoy estamos siendo perjudicados la totalidad de los estudiantes", sostuvo Cabrera. "Los únicos que hoy están accediendo y que, sin embargo, ya están siendo perjudicados, son los ingresantes. Ellos tienen 30 boletos por mes. Ya se les acabaron. Hemos recibido las quejas de los estudiantes. Es algo que venimos advirtiendo desde enero, que pasó, a nuestros compañeros ingresantes no les alcanzó para el curso de ingreso y muchos se acercaron para decirnos que no iban a poder continuar o iban a volver cuando empiecen las clases porque no podían pagar el boleto de colectivo", contó.

"Estas medidas, la reducción de boletos, las restricciones para acceder al propio beneficio, son limitaciones que atentan contra el derecho de acceso a la educación", añadió el dirigente estudiantil. La nueva reglamentación dispuesta por la AMT también redujo el pase libre sólo a 70 pasajes, considerados insuficientes para la población estudiantil, incluso por las propias autoridades universitarias, que han señalado que sus estudiantes no sólo acuden a clases, sino que realizan diversas actividades como adscripciones, tareas de campo o prácticas en hospitales o escuelas,

En Salta, el pasaje del transporte público ya cuesta $490 y ante el recorte de los subsidios de la Nación, según dijo el propio gobernador, podría llegar a $1000. Cabrera mencionó que aunque se ha dispuesto el trasbordo, que permitiría viajar combinando dos colectivos y pagar un solo pasaje, hubo estudiantes que se han quejado porque no se les aplicó ese beneficio al pasar sus tarjetas.