La apreciación de los dólares financieros es una de las variables que comienza a generar cada vez más ruido entre los inversores. Desde que asumió el gobierno de Javier Milei la inflación acumulada fue cercana al 80 por ciento, pero el contado con liquidación se mantuvo prácticamente sin cambios. La decisión de esta semana de bajar las tasas de interés en pesos en 30 puntos porcentuales generó dudas sobre cómo se comportaría el mercado de dólar financiero. La reacción fue prácticamente nula, incluso después que se sumara el revés en el Senado por la votación del DNU.

En números duros, el contado con liquidación cerró la semana en 1067 pesos, cuando el viernes previo se había ubicado en 1048 pesos. Además durante la primera semana de Milei como presidente había registrado valores de 1031 pesos. Por el momento, la fuerte caída del poder de compra de la población, las restricciones a los pagos de importaciones (sumadas a la caída de demanda por menor actividad) y la liquidación de la cosecha funcionan de ancla para esta cotización.

Las estimaciones del mercado calculan que el contado con liquidación se ubica por debajo del promedio de los últimos diez años en términos reales. Para tener como una referencia en el medio de la incertidumbre por las elecciones del año pasado, es decir el 20 de octubre pasado, el contado con liquidación era de 2191 pesos (haciendo los ajustes correspondientes por inflación).

En un informe de la agencia de bolsa Portfolio Personal mencionaron que “la cotización del principal dólar financiero (o sea, el contado con liquidación) está más regida por los flujos que los fundamentos macro. En este sentido, el contado con liqui está lejos de ser un reflejo de la interacción de oferta y demanda”, se mencionó. Puesto en otras palabras: la apreciación real de estos últimos meses no necesariamente es el resultado de cambios estructurales en la economía sino de una cierta coyuntura.

“La demanda continúa muy restringida, mientras que la oferta tiene el aporte del 20 por ciento de la liquidación de los exportadores. El tipo de cambio implícito en las licitaciones de Bopreal Serie 3 sugieren que debería ser más alto”, indicó el informe. Agregó que “precisamente, la brecha entre el tipo de cambio implícito y el oficial promedió 70,4 por ciento, ubicándose 62,5 en la licitación de esta semana, lo que contrasta con una brecha observada de 24,7 por ciento y la de los exportadores de 18,8”.

Entre los analistas también sorprendió que las tensiones políticas prácticamente no movieron el avispero de los dólares financieros. El voto negativo en el senado del DNU fue contundente, aunque prácticamente no alteró las expectativas del mercado, que por el momento parece dedicado a acumular ganancias de corto plazo con activos en moneda local. Desde que asumió Milei, para quienes apostaron a instrumentos en pesos hubo una ganancia cercana al 50 por ciento medida en moneda dura.

Los vaivenes de la política tampoco impactaron sensiblemente en los precios de las cotizaciones de los activos bursátiles. Los bonos soberanos en moneda extranjera cerraron este viernes con subas, al igual que las acciones. Aunque los bonos y las acciones mostraron volatilidad durante las últimas jornadas, la tendencia de rebote de los precios por el momento parece mantenerse.

El riesgo país finalizó la semana en 1603 unidades, y hubo algunos títulos denominados en moneda extranjera que este viernes subieron más del 4 por ciento. De esta forma, algunas cotizaciones de los títulos en dólares ya están por encima del 50 por ciento de paridad y se acercan a niveles similares respecto de los que tenían cuando se desarrolló la reestructuración con los bonistas privados. De todas formas, el riesgo país continúa en niveles muy por encima de la mayoría de los países de la región, y muestran que los altos niveles de deuda de la Argentina siguen generando preocupación.