La máquina de habitar
En su nueva muestra, titulada AMA –un juego de siglas de mutual, una referencia a las amas de casa y también, al verbo amar–, Leila Tschopp pone en escena su pintura, esta vez de colores sólidos, que hacen pensar en una paleta de la industria y las instituciones. La muestra, para agregar una lectura, es recorrida por una chica, una bailarina que no baila y ordena, conversa con obra y objetos. Una presencia que convierte en un enigma este espacio familiar y abre lugar para las interpretaciones y los secretos.





















