El presidente ruso, Vladimir Putin, sugirió que Ucrania está detrás del atentado terrorista perpetrado el viernes en una sala de conciertos a las afueras de Moscú, donde murieron 137 personas y que fue reivindicado por el Estado Islámico (ISIS). Putin reconoció que el ataque fue cometido por "islamistas radicales", aunque advirtió que todavía quedan muchas preguntas sin respuesta. Este fin de semana, Putin y sus servicios de seguridad no mencionaron la participación yihadista y hablaron de la conexión con Ucrania. El gobierno de Kiev y los países occidentales niegan rotundamente cualquier participación de Ucrania en el ataque.

¿Por qué intentaron irse a Ucrania?

"Es importante responder a la pregunta de ¿por qué los terroristas, después de su crimen, intentaron irse a Ucrania? ¿Quién los esperaba ahí?", dijo el presidente ruso en una reunión del gobierno que fue transmitida en directo por la televisión. Además Putin se preguntó quién se beneficia de un ataque que fue "un acto de intimidación" y que tuvo lugar justo al día siguiente de que fuera declarado presidente electo.

"Los nazis, como es bien sabido, nunca tuvieron reparos a la hora de emplear los medios más sucios e inhumanos para lograr sus objetivos", disparó Putin, quien recordó que justo ahora es cuando ha fracasado "completamente" la contraofensiva ucraniana, por lo que Ucrania necesita ganar puntos ante sus patrocinadores occidentales.

Al tiempo que llamó a contestar a muchas preguntas, Putin dijo que el atentado contra el Crocus City Hall recuerda al leitmotiv habitual de Kiev. "Este crimen puede ser sólo un eslabón de una serie de intentos por parte de aquellos que combaten desde 2014 contra nuestro país con las manos del régimen neonazi de Kiev", afirmó.

Putin denunció los intentos de Estados Unidos de "persuadir a sus satélites y otros países del mundo de que, según sus datos de inteligencia, supuestamente, no hay rastro de Kiev en el atentado de Moscú, que el sangriento acto fue cometido por seguidores del Islam, miembros de la organización prohibida en Rusia, Estado Islámico".

Mientras el ISIS se responsabilizó del ataque en varios videos, tanto Ucrania como sus aliados occidentales insisten en rechazar la implicación en el atentado y sugieren a Rusia que, en vez de buscar pistas falsas, preste atención a sus verdaderos problemas y luche contra el terrorismo en su propio país. El alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo que, tras el aumento de los ataques rusos contra Ucrania, hay que acelerar el envío de ayuda militar a Kiev y criticar a Putin por vincular a Ucrania con el atentado.

Las dudas sobre los acusados

Tres días después de la tragedia quedan muchas preguntas sin respuesta, en particular sobre la identidad y los motivos de los cuatro principales sospechosos. Los cuatro individuos, al menos uno de las cuales es de Tayikistán, un país de Asia Central, fueron puestos bajo custodia hasta el 22 de mayo y se enfrentan a cadena perpetua. 

El Tribunal Basmanni de Moscú decretó este lunes prisión preventiva de dos meses para otros tres implicados en el atentado. Los arrestados son Aminchon Islómov, Dilovar Islómov e Isroil Islómov. Padre y sus dos hijos, precisan los medios rusos. Según el portal Mediazona, Dilovar fue propietario hasta hace pocos días del auto en el que los atacantes se dieron a la fuga, un Renault blanco.

En el Crocus City Hall los investigadores limpiaron "el 90 por ciento de los escombros" de la sala de conciertos, devastada por un gigantesco incendio provocado por los atacantes, dijo el ministerio de Situaciones de Emergencia. El número de heridos asciende a 182, de los cuales 97 seguían hospitalizados el lunes según las autoridades. 

El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, no hizo comentarios sobre las denuncias de tortura de los sospechosos, que en los videos y fotos publicados en las redes sociales aparecen con el rostro ensangrentado. En otro video cuya autenticidad no fue confirmada se ve como una persona fuera de cámara le corta una oreja al que parece ser uno de los sospechosos. Durante la audiencia de los sospechosos en un tribunal de Moscú, el domingo por la noche, uno tenía una venda blanca en la oreja y otro llegó en silla de ruedas, con los ojos cerrados.