Desde aquella legendaria final de Madrid de 2018, que el fútbol argentino no puede levantar la Copa Libertadores. Aquella vez fue River el que postergó a Boca en tiempo suplementario y en 2019 a punto estuvo el "Millonario" de repetir en Lima ante Flamengo, que le birló la Copa en los tres minutos finales. A partir de entonces, los equipos brasileños mandan en Sudamérica. Con tanta autoridad que ganaron las últimas cinco Libertadores de manera consecutiva (Flamengo 2019 y 2022. Palmeiras 2020 y 2021 y Fluminense 2023). Y ahora van por la sexta.

Por el poderío económico y deportivo de sus clubes y también porque ninguno de  representantes argentinos a priori inspira confianza, Brasil vuelve a aparecer como candidato a alzar el máximo torneo continental a nivel de clubes. Es cierto que los partidos hay que jugarlos. Y que los cálculos previos se esfuman con el primer giro de la pelota. Pero los siete brasileños (Fluminense en el grupo A, San Pablo en el B, Gremioen el C, Botafogo de Río de Janeiro en el D, Flamengo en el E, Palmeiras en el F y Atlético Mineiro en el G) en principio ofrecen mejores sensaciones que los cinco argentinos (Talleres de Córdoba en la zona B, Estudiantes de La Plata por la C, San Lorenzo por la D, Rosario Central por la G y River por la H). 

En un repaso rápido, salvo Talleres, ninguno de ellos llega bien pisado a los debuts de esta semana. Ni siquiera el mismísimo River, que parece tener un grupo accesible. Pero cuyos últimos resultados (apenas ganó dos de los últimos ocho partidos en la Copa de la Liga) no le conceden confiabilidad a la hora de los manos a mano. De todos modos, la carrera es larga: la fase de grupos se consumirá entre abril y mayo con seis fechas entre semana y los cruces de octavos, cuartos, semis y la gran final sucederán entre agosto y noviembre.

Si la Copa Libertadores volverá a ser, según parece, otro enfrentamiento cara a cara entre los siete equipos brasileños y los cinco argentinos, la Copa Sudamericana acaso le abra otra vez las puertas a países como Ecuador que de las últimas tres ediciones, ganó dos (Independiente del Valle en 2022 y la Liga Deportiva Universitaria en 2023). La Sudamericana también le cuesta al fútbol argentino, aunque no ha debido esperar tanto para ganarla: Defensa y Justicia lo hizo en 2020 y es el último equipo que ha conquistado un título continental, la Recopa Sudamericana 2020.

La especial presencia de Boca y Racing, que no pudieron llegar a la Libertadores de este año e irán por el premio consuelo de una Copa que en ambos clubes conforma a pocos, es posible que le otorgue a la Sudamericana un realce que acaso no haya tenido en ediciones anteriores. También habrá siete representantes brasileños y seis argentinos recorriendo los cielos y las rutas del continente. Será otro mano a mano entre las dos superpotencias del fútbol sudamericano. Y la Argentina corre detrás de Brasil. Por lo menos hasta que la pelota esta semana empiece a rodar por el verde césped.