Quince presos se escaparon en el lapso de una semana de comisarías y alcaidías de la Ciudad de Buenos Aires. Siete días después de las fugas en San Telmo y Balvanera, esta vez fue el turno de una alcaidía del barrio de Caballito, de la que huyeron cuatro detenidos en un escape en el que resultaron heridos cuatro policías. Dos de los reclusos fueron recapturados, mientras que los otros continuaban prófugos al cierre de esta edición. El hecho vuelve a poner en agenda la disputa entre Ciudad y Nación por la sobrepoblación en las cárceles, mientras la oposición porteña pide informes en la Legislatura y reclama al GCBA que convoque al Consejo de Seguridad

La nueva fuga ocurrió en la Alcaidía N°6 de Caballito, ubicada en la avenida Avellaneda al 1550, junto a la Comisaría Vecinal 6B de ese barrio. Según indicaron fuentes de la policía porteña a Página 12, el hecho se produjo por la noche del domingo, cuando los detenidos escaparon "luego de violentar un blindex de la alcaidía y trepar una medianera". Fueron cuatro las personas que participaron de la huida, pero finalmente la policía logró recapturar a dos en un operativo en el que cuatro efectivos resultaron heridos y debieron ser atendidos por el SAME. Las fuentes precisaron, además, que la fuga se terminó de concretar en una camioneta roja que estaba estacionada en las inmediaciones del lugar, lo que indica que había un plan previo para efectuar el escape. 

El hecho se suma a los ocurridos entre el domingo y el lunes de la semana pasada, cuando se concretaron dos escapes en menos de 24 horas. El primero y más masivo fue el domingo por la noche en la Alcaidía N°1 Quinquies, ubicada en la calle Perú al 1000, barrio de San Telmo, de donde huyeron nueve presos y sólo dos fueron atrapados durante las primeras horas. Según pudo saber este diario, un tercer detenido fue recapturado recién el sábado pasado en la Villa 21-24. El lunes, en tanto, otras dos personas se escaparon de una comisaría de Balvanera y hasta el momento no fueron encontradas. De esta manera, sólo 5 de los 15 reclusos que huyeron pudieron ser recapturados, mientras que los restantes continúan prófugos. 

Las fugas despertaron, además, el primer cortocircuito público entre las gestiones de seguridad de Nación y Ciudad desde los recambios ministeriales de diciembre del año pasado. Es que el Gobierno porteño sigue manteniendo el reclamo para que Nación se lleve a los presos de la Justicia nacional y federal al Servicio Penitenciario Federal (SPF). Según sostienen, esa es la principal causa de la sobrepoblación que atraviesan las comisarías y alcaidías, excedidas en casi el doble de su capacidad y con detenidos hacinados en lugares en los que sólo deberían pasar unas horas antes del traslado. Desde el Ministerio argumentan que la Ciudad aloja actualmente alrededor de dos mil presos en espacios que, en total, suman poco más de mil plazas

La semana pasada, la ministra de seguridad nacional, Patricia Bullrich, y el titular de la cartera porteña, Waldo Wolff, llegaron a cruzarse públicamente por la cuestión. Bullrich aseguró que Nación asigna todos los días un cupo de 90 presos para los traslados de Ciudad al SPF, y que "no siempre son cubiertos". "Si a la Ciudad se le escapan los presos es un problema de la Ciudad", lanzó la ministra del gabinete de Javier Milei en declaraciones a Radio Rivadavia. Tras ello, Wolff le respondió que el cupo de 90 presos no es diario sino semanal, y volvió a insistir en que "nosotros no tenemos que tener esos presos y ahí partimos de una base que no es correcta". 

La postura de Ciudad está sostenida en datos que, a su vez, se desprenden de los informes mensuales del Observatorio de Políticas Penitenciarias y Derechos Humanos del Poder Judicial porteño. Según el Observatorio, al primero de abril de este año había 1980 presos en comisarías y alcaidías de la Ciudad, cifras que marcan un fuerte incremento en términos interanuales: en marzo del año pasado la cifra era de 1083 detenidos, por lo que el organismo sostiene que "se evidencia una sobreocupación de la capacidad ideal informada". 

Pero el principal dato en el que se apoya la administración porteña es el porcentaje de detenidos en territorio de la Ciudad que corresponden a procesos de la Justicia nacional o federal. Según el último informe del Observatorio, el 95,2 por ciento de los presos alojados en alcaidías corresponden a procesos llevados adelante por esos fueros, número que asciende al 97,1 por ciento para las comisarías de la Ciudad. A diferencia de la semana pasada, al cierre de esta edición ninguna voz oficial se había expedido públicamente sobre la nueva fuga de Caballito.

Mientras tanto, desde la oposición porteña siguen reclamando respuestas al GCBA sobre la situación en las comisarías y alcaidías. El legislador de Unión por la Patria (UxP), Matías Barroetaveña, presentó la semana pasada un pedido de informes para, entre otros puntos, conocer "si existe algún tipo de control interno y externo acerca de las condiciones de alojamiento", cuál es el presupuesto destinado a la creación de comisarías y alcaidías, y la cantidad de personal policial afectado a la custodia de esos lugares. 

Por su parte, tras la fuga en Caballito, la diputada Claudia Neira, también de UxP, volvió a reiterar su pedido a Wolff y Diego Kravetz, jefe de la Policía porteña, para que el GCBA convoque al Consejo de Seguridad y Prevención del Delito de la Ciudad "para discutir el tema institucionalmente y trabajar en soluciones". La legisladora presentó un proyecto en ese sentido y aseguró que las fugas "ya no son un hecho aislado y demandan una respuesta institucional urgente".

Desde la Coalición Cívica también se manifestaron sobre la cuestión, pero en su caso tomando partido por la postura del Gobierno porteño. "Le enviamos una carta a la ministra de Seguridad solicitando el urgente traslado de los presos federales. Tenemos 2005 presos federales custodiados por 2000 policías, que en vez de estar patrullando las calles están armando barricadas en las comisarías", escribió el legislador de ese espacio, Facundo del Gaiso, en su cuenta de X.