En su editorial, el periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, analizó el “hombre nuevo del macrimileismo” y aseguró que, luego de años de atacar al Estado y todo lo que representa, una parte importante de la población terminó votando a políticos que, con sus políticas, los empujaron hacia una pérdida importante de su calidad de vida.

El editorial de Víctor Hugo Morales

El Estado es el que controla un poco los desmanes. Por eso es que los empresarios no lo quieren. Los capitalistas son favorecidos por la ley, pero si no tienen ningún control, abusan. Eso es lo que sucede cuando el Estado queda ausente, como ocurre ahora.

Las prepagas serán responsables de dejar a miles y miles de personas engrosando la tarea de la salud pública. Así, de buenas a primeras, porque a ellos se les antoja y el Estado no tiene reacción. Nada más que ese tuit puesto por Caputo que es una vergüenza.

Años y años de hablar contra el Estado, y ahora tendrán que ir a sus brazos, a los únicos brazos que nos abrazan a todos, porque los privados solo abrazan sus ganancias. Es sencillo.

Lo de Caputo es patético. Decirle "tonto, incapaz, lelo" surge inevitablemente. Sin embargo, lo que es realidad, es un cómplice. Fue la vileza de su ataque al Estado, el de Caputo y el de Milei, los que promovieron esta locura de las prepagas.

Y la clase media, ¿será capaz de entender que hasta Milei las prepagas no hicieron lo que se les antojó? ¿Y por qué no lo hacían? Porque había un poco de Estado. Con un poco que había se pudo frenar la locura de los aumentos que ahora sacuden a la población.

¿Les va a salir gratis? Sí. ¿Esta es la libertad que ofrecen? Sí. Siempre dio risa que hablaran de libertad, pero ahora mucho más.

Libertad para las ganancias de los que venden cable, Telecom, alimentos, prepagas... eso sí, salvajemente. Ellos son los que disfrutan de la libertad, pero ¿cuál es la del hombre nuevo?

Ese hombre nuevo que están creando, que baja sus expectativas de vida, que está perplejo, pasmado, ante lo que le sucede y que todavía no se da cuenta de que fue él quien lo hizo. O los medios, o el odio, lo que sea.

Pero ahora es un hombre nuevo, el nuevo hombre que cada vez se queda con menos calidad de vida, o cada vez pasa más hambre, el hombre nuevo del macrimileismo.