Rusia dio este jueves un paso más en su objetivo de hacer colapsar el sistema eléctrico ucraniano con otro bombardeo masivo con más de 40 misiles que logró destruir una infraestructura energética clave en la hasta hace poco impenetrable región de Kiev. Según confirmó la empresa responsable de la infraestructura, Centrenergo, los misiles rusos destruyeron por completo la capacidad de generación de electricidad de la central térmica de Tripilia, unos 45 kilómetros al sur de la capital ucraniana.

La infraestructura de Centrenergo, que perdió toda su capacidad de generación con la destrucción reciente de otra de sus centrales térmicas en la región nororiental de Jarkov, era el principal suministrador de electricidad de las regiones de Kiev, Zhitomir y Cherkasi. Esta última lluvia de misiles rusos fue acompañada del lanzamiento de 40 drones y provocó daños en infraestructuras eléctricas de la estatal Ukrenergo en cinco regiones del país y en dos centrales térmicas de DTEK, la principal empresa energética privada de Ucrania.

Los impactos provocaron cortes de electricidad que afectaron a cientos de miles de usuarios en varias regiones como Jarkov, fronteriza con Rusia y la más castigada por esta campaña rusa de ataques al sistema energético ucraniano que empezó en el mes de marzo. El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que los bombardeos contra la red energética ucraniana tienen como objetivo la "desmilitarización" de Ucrania.