Israel e Irán cruzaron amenazas este martes, después de que Teherán lanzara un ataque contra su enemigo el sábado, aumentando los temores a una escalada en Medio Oriente. En este contexto, el Ejército israelí afirmó que mató a un comandante de la brigada de Hezbolá y a otro especializado en proyectiles durante sendos bombardeos contra el sur del Líbano. El grupo chiíta libanés es aliado de Teherán. 

En un primer ataque contra un vehículo en el área de Ain Baal, murió un miembro de Hezbolá identificado como Ismail Yusaf Baz, quien ejercía como comandante del sector costero del grupo y era un "veterano en varios puestos del ala militar" de la milicia, según un comunicado del Ejército israelí.

"Como parte de su cargo, Ismail participó en la promoción y planificación de lanzamientos de cohetes y misiles antitanque hacia Israel desde la zona costera del Líbano", aseguró la nota castrense, sin aportar pruebas al respecto.

Por otro lado, sus cazas bombardearon este martes la zona libanesa de Kafr Dounine, donde el gobierno israelí afirma que falleció un comandante de la Unidad de Proyectiles y Misiles en el cuerpo de élite de Hezbolá, las Fuerzas Radwan.

Según otro comunicado militar israelí, el alto mando, identificado como Muhammad Hussein Mustafa Shihouri, era el responsable de ese departamento en el centro y oeste del Líbano, desde donde había planeado varios lanzamientos de proyectiles contra el Estado judío.

En el mismo bombardeo, murió también otro combatiente de esa unidad llamado Mahmoud Ibrahim Fadlallah, de acuerdo con su versión.

Por su parte, Hezbolá anunció el fallecimiento de tres miembros con esos mismos nombres, pero no ofreció detalles sobre las circunstancias en que se produjeron ni confirmó que entre ellos hubiese dos altos mandos.

La Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN) informó del bombardeo en Ain Baal y de otro contra dos vehículos en un área adyacente a Kafr Dounine, al explicar que ambos causaron muertos y heridos. Hezbulá respondió a ambas acciones atacando una base de la inteligencia aérea y un cuartel general en el norte de Israel.

Las partes continúan con el fuego cruzado que iniciaron hace más de medio año, en medio de la creciente tensión en Medio Oriente Medio, tras el ataque perpetrado el fin de semana por Irán con más de 300 drones y misiles disparados hacia territorio israelí que no causaron muertos. 

Crece la expectativa mundial por la inminente respuesta israelí, que parece inevitable. "No podemos quedarnos con los brazos cruzados ante tamaña agresión, Irán no saldrá indemne", afirmó el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, al día siguiente de que el jefe militar de su país prometiera una "respuesta" a la agresión iraní.

"Disparar 110 misiles directamente contra Israel no quedará impune. Responderemos en el momento, en el lugar y de la forma que determinemos", añadió.

El presidente iraní, Ebrahim Raisi, también reiteró que su país responderá de forma "severa" a "la más mínima acción" de Israel contra "los intereses de Irán".

Ambos dirigentes pronunciaron estas declaraciones pese a los llamados a la moderación de la comunidad internacional, que teme una escalada de las tensiones en la región, donde Israel está en guerra con el movimiento islamista palestino Hamas en la Franja de Gaza desde hace más de seis meses.

Irán lanzó en la noche del sábado un ataque inédito contra territorio israelí, en respuesta al bombardeo que destruyó su consulado en Damasco el 1 de abril. El ataque en la capital siria mató a siete Guardianes de la Revolución y fue imputado a Israel.

La casi totalidad de los más de 300 misiles y drones lanzados por Teherán fueron interceptados con la ayuda de EEUU y otros países aliados, afirmaron las autoridades israelíes.

Una "ofensiva diplomática

Mientras decide cómo responder, Israel anunció el martes que lanzó una "ofensiva diplomática" contra Irán y llamó a 32 países a imponer sanciones contra la Guardia Revolucionaria iraní y su programa de misiles.

La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, aseguró que Washington "no dudará" en intensificar las sanciones contra Teherán y el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, anunció que se plantea ampliarlas.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había instado el lunes a la comunidad internacional a "permanecer unida" frente a la agresión de Irán.

Pero los dirigentes de las principales potencias internacionales piden cautela. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, indicó que Washington no participará en una acción de represalia, a pesar de su inquebrantable apoyo a Israel.

El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió a su vez a su homólogo y aliado iraní que una escalada en Medio Oriente tendría "consecuencias catastróficas para toda la región", según el Kremlin.

Para el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el ataque iraní es culpa de Netanyahu y su "sangrienta administración".

Y el primer ministro británico, Rishi Sunak, urgió a Netanyahu a actuar con "sangre fría" tras el reciente ataque. "Una escalada significativa no redundaría en interés de nadie y solo profundizaría la inseguridad en Medio Oriente", insistió.