“Nunca más un obrero votando al patrón”, dijo el secretario general Abel Furlán en el cierre del congreso nacional de la Unión Obrera Metalúrgica celebrado en Mar del Plata. Allí, el gobernador bonaerense Axel Kicillof advirtió: “Para avanzar con un modelo de industrialización e inclusión como el que necesita nuestro país, se requiere un Estado presente y organizaciones que actúen en beneficio de los intereses de las grandes mayorías, y la UOM ha sido un gran ejemplo de ello".
En lo que va del año el sector metalúrgico perdió 8.600 puestos de trabajo. Así lo confirmó su secretario general Abel Furlán, que también advirtió a Radio Provincia que "el escenario para los próximos 30 días es muy complicado", ya que "hay muchas situaciones complejas que están agarradas por un alfiler". Aseguró que a lo largo y ancho del país "ha desaparecido la demanda", lo que significa que "cada vez hay menos para producir”.
"Empiezan a aparecer situaciones no deseadas como la baja de contratos, desaparición de horas extras y empleabilidad", amplió el referente, que luego recibió el respaldo de Kicillof cuando el gobernador indicó que la lucha de los metalúrgicos "por un salario digno" ha dado "una muestra de cómo debemos avanzar para que la Argentina no sea un país para pocos”.
En su discurso de cierre, Furlán pidió a los delegados sindicales que "tengan herramientas para entender la politica”, y de esa manera poder discutir en las fábricas. Remarcó que “cada vez que vino el neoliberalismo a resolver los problemas, sometió a las grandes mayorías populares a las peores condiciones y la pobreza en general”.
Ariel Aguilar, subsecretario de Desarrollo Comercial y Promoción de Inversiones de la provincia de Buenos Aires, fue uno de los funcionarios que asistió al congreso. En diálogo con BuenosAires/12, Aguilar explicó que "este es un contexto muy complejo para la UOM", porque el metalúrgico "es uno de los sectores industriales que está gravemente afectado por las políticas del Gobierno nacional", ya que "ahora que se volvió a debilitar, entró en un esquema de despidos que está afectando sobre todo a las pymes".
Aguilar subraya el accionar de Furlán cuando remarca que "tiene una mirada de la industria en términos de futuro", y dice que "la discusión no pasa sólo por los salarios, que es una etapa que toca en determinados momentos", sino que "la conducción de la UOM da una discusión muy rica en cómo plantear el crecimiento industrial, apuntando a que los procesos de automatización productiva incluyan a todos los trabajadores", agrega el subsecretario.
Dice que el Gobierno provincial que él integra cree que "este país sale adelante con más industria, con más producción y con más Estado", a diferencia de Nación, que "plantea que no tenemos que tener modelo industrial". Y añade: "La discusión política tiene clave industrial en el fondo, es política y es industrial, porque no podemos plantear soberanía política si no tenemos soberanía productiva".
Durante el encuentro, el Gobierno provincial renovó el convenio de cooperación entre la UOM y el Ministerio de Trabajo bonaerense, mediante el cual implementan acciones relacionadas al trabajo, la formación laboral y la seguridad social. "Nuestra obligación es defender a las y los bonaerenses, y no se trata de discutir teorías económicas, sino de cuidar el empleo", detalló el gobernador.
La provincia que él conduce representa el 60 por ciento de la industria metalúrgica nacional. De ése porcentaje, el 70 por ciento está representado por el conurbano bonaerense, que cuenta con una amplia diversidad productiva. En La Matanza, San Martín, Tres de Febrero, Avellaneda, Lanús y demás municipios hay fábricas de todo tipo, que generan una gran densidad metalúrgica.
"El Gobierno nacional no está cumpliendo con lo había prometido porque el ajuste no es contra la casta, es contra los trabajadores, las pequeñas y medianas empresas, y los sectores más vulnerables de nuestra sociedad”, advirtió. Si bien el conurbano significa un amplio porcentaje de la actividad metalúrgica, las dificultades señaladas por Kicillof se extienden a lo largo y ancho de la provincia de Buenos Aires, ya que el interior no se queda atrás.
En Mar del Plata, por ejemplo, se encuentra la producción de maquinaria destinada a la alimentación, y otra de las principales actividades allí es la industria naval, que tiene la producción de barcos como eje. En el sur, en la zona de Bahía Blanca, se sitúa la industria metalúrgica ligada a los productores de las petroquímicas, una actividad que responde a la lógica productiva del municipio. En el centro de la provincia más grande del país están Tandil y Olavarría, distritos históricamente ligado a la actividad metalúrgica, ya que en sus inicios se especializaron en la rama de la fundición y los mecanizados. Hacia el centro, en Junín y alrededores, está el centro de la maquinaria agrícola de Buenos Aires, y en la zona norte, además, se encuentran las fabricas automotores y los anillos de proveeduría de la industria automotriz.
En esa línea, Furlán dijo: “Nos enorgullece contar con un Gobierno provincial presente, que representa a las y los trabajadores a través de un modelo industrial de desarrollo e inclusión”.
El congreso
El año anterior Kicillof también había encabezado el cierre del congreso nacional. Celebrado en el hotel 13 de Julio, el encuentro inició sus actividades el martes pasado y contó con la presencia de 500 delegados y delegadas de las 54 seccionales del país. En la previa de la marcha federal universitaria del 23 de abril y del paro general convocado por la CGT para el 9 de mayo, uno de los ejes principales del encuentro pasó por el debate en torno a cómo y qué aportaría el sector metalúrgico en la posible reforma laboral que el Gobierno nacional busca impulsar mediante la nueva Ley de Bases.
Antes de que hablara Kicillof, los presentes trataron la declaración de principios. Con el lema “primero la dignidad” como bandera, los integrantes del sindicato conducido por Abel Furlán también dialogaron sobre el proyecto del Polo Miltifuncional del gremio, charlaron sobre la presentación del Instituto de Formación Político-Sindical perteneciente al sindicato, y trazaron puntos en común sobre el rol del movimiento obrero bajo la coyuntura actual, entre otras actividades.
El miércoles, un día antes del cierre, los presentes debatieron la actualización salarial que acordó el sindicato para la rama metalúrgica. Esta fue de un 20,6 por ciento a partir de febrero y un 13,2 por ciento desde el primero de marzo. La tercera cláusula del acuerdo indicó que el pago del retroactivo tendrá carácter de no remunerativo, pero que se deberán hacer los aportes y contribuciones correspondientes a la obra social y al sindicato. El salario mínimo será de 547.580 pesos, y según explicaron, ese 42 por ciento de incremento que suman los haberes de los dos meses se incorporarán al salario básico a partir del 31 de marzo, y este porcentaje será tomado como el punto de partida para la negociación 2024/2025.
El lunes pasado, en la audiencia paritaria que llevaron adelante en la Secretaría de Trabajo de Nación, la UOM y la Cámara Argentina del Acero no llegaron a puerto común en cuanto a los índices salariales de los trabajadores de las plantas siderúrgicas. La UOM, como medida de protesta, acumuló seis jornadas de paro y cuatro marchas que se llevaron a cabo en el municipio bonaerense de Campana, mientras que los trabajadores de Ramallo y San Nicolás se mantuvieron alerta y aún aguardan a la espera de ver qué hacer.
Si bien la UOM había acordado con Adimra y las diversas cámaras metalúrgicas y metalmecánicas la semana pasada, el encuentro con la cámara que componen Acindar, Terniun, Tenaris y demás siderurgias no llegó a un acuerdo. El lunes 22, tal como dispuso la Secretaria de Trabajo nacional, habrá un nuevo cuarto intermedio.
Al finalizar, el gobernador bonaerense hizo hincapié en las disputas que el sector mantiene en la actualidad y sentenció: “Contamos con una sociedad solidaria, que va a saber defender sus derechos y va luchar por la industria y el desarrollo de un país que nos incluya a todos y todas”.