“Será mi primera vez en Buenos Aires”, se emociona Ernest Greene, más conocido por su álter ego Washed Out. “No sé mucho qué sucede allá, pero tendré algo de tiempo para conocer la ciudad y espero que la experiencia sea genial. El show que llevaré será muy visual, muy psicodélico”, dice al otro lado del teléfono, desde su hogar en Georgia. Y esa estética engrana a la perfección con el discazo que se acaba de mandar, Mister Mellow, publicado en junio y fuerte candidato a ser uno de los mejores trabajos de este año en el indie.

Si bien no tuvo una línea narrativa mientras lo hizo, su tercer álbum de estudio refleja su vida en esa época: es que su recientemente paternidad lo obligó a darle un viraje de su vida. “Dar entrevistas y salir a tocar es parte de lo que debo hacer. Estoy más grande, por lo que me cansan las giras, pero está todo bien: me tiro a la aventura. Aunque mi real amor es hacer nuevas canciones en mi estudio casero.”

El sucesor de Paracosm (2013) no sólo es el álbum más visual de este pionero del chillwave, sino también el más próximo a la pista de baile. “Me gusta la música house”, afirma el artista de 35 años sobre un trabajo del que destacan futuros himnos de la música dance como Hard to Say Goodbye y Get Lost. “Tuve tanta información al momento de hacer estas canciones que me parece que me fui al carajo. Es difícil ponerlas en contexto. Son cosas que tienen que ver con mi vida. Fue muy terapéutico tirar todo eso junto, y me emocionó.”

A diferencia de sus otras entregas, Mister Mellow fue madurando durante el proceso creativo. “Estuve produciendo mucha música, pero nada me convencía. Así que me llevó un tiempo sentir que tenía algo sólido, unos ocho meses. Al principio los temas salieron por diversión o mientras viajaba, después me di cuenta de que eran encantadores porque no los estresé. Eso terminó siendo la dirección del álbum, simplemente dejando que las cosas sucedieran de manera casual.”

Beyoncé, Frank Ocean y Toro y Moi apelaron al condimento visual para sus nuevos discos, por lo que pareciera que es el recurso en boga de la música actualmente. ¿Fue tu caso?

–Lo hice así porque saco mucha inspiración de lo las artes visuales y me encantan la animación y el collage, los siento muy cercanos a la música. Son el matrimonio perfecto. Me inspiro en mis directores de videos favoritos. En principio iban a ser solo unos pocos videos y luego se hizo mucho más grande porque todas las canciones tenían sentido conceptual. Fue una manera de proyectar mis fantasías.

Además de ser un disco corto, Mister Mellow tiene sus canciones enlazadas entre sí, ¿por qué?

–Siempre estoy viendo la mejor manera hacer un álbum. Me pareció que no estaba mal que fuera corto. Tenía diferentes samples, y los empecé a unir todos para sacar los temas. Eso fue lo que me llevó más tiempo; necesitaba llegar al resultado. Me gustan artistas que juntan capas y capas como DJ Shadow. Me parece más copado esto de los samples que hacer de cantautor con el piano.

Al igual que su título, algunas canciones son bastante irónicas. Aunque también hablan sobre sentirse abrumado, lo que contrasta con una música bastante veraniega ¿Qué inspiró las letras?

–Es un repertorio veraniego, lo que incluye música para relajarse. La gente cree que siempre estoy fumando porro y no es así. Le pongo onda a lo que hago. Envidio a muchos compositores que pueden salir de sí mismos y escribir desde las perspectivas de otras personas. Me resulta difícil. En general, el tipo de material con el que trato se filtra en un nivel subconsciente. Me comencé a preguntar qué estaba haciendo con mi vida o dónde me veía en el futuro.

La portada de tu disco pareciera decir: “Estoy buscando la paz”, acompañado por una pastilla de Xanax. ¿Qué sería encontrar paz en esta época de saturación y sobreinformación?

–Con los flujos de información de Internet, llegué a estar completamente quemado y me era difícil desconectarme. Pero este trabajo también tiene que ver con envejecer y las responsabilidades. Pero paré la pelota y me di cuenta de que a mis amigos les sucedía lo mismo. Es más difícil hablar de la actualidad personal que de lo que sucede políticamente. Un tema como I’ve Been Daydreaming All My Life alude a mi adolescencia en Georgia. Nunca encajé en el pueblo en el que crecí. Sentía que era extraño. Por eso me dediqué a la música, para combatir la soledad. Es la más autobiográfica de un disco autobiográfico.

¿Te bancás la etiqueta “chillwave”, así como el efecto escapista de su música?

–Entiendo a qué te referís. Con todas las influencias que tuve de chico, la música es una vía de escape. Este nuevo álbum te puede llevar a un lugar de salida fácil o a algo más complejo. O te pueden pasar también las dos cosas. No totalmente, pero una parte de este álbum te lleva a un lugar de drogas y escape. La gente piensa que es algo negativo, pero yo lo tomo como algo que puede ser positivo.

* Jueves 2/11 a las 19 en Studio Crobar, Av. Coronel Marcelino E. Freyre y Paseo de la Infanta.