Un príncipe, varios exoficiales del ejército y una exdiputada de ultraderecha, líderes de una célula complotista que supuestamente quería organizar un golpe de Estado, comparecieron este martes ante la justicia en Fráncfort, en el oeste de Alemania.

El proceso, sin precedentes en la historia reciente de Alemania, es el segundo en relación con este caso, revelado en 2022 y que implica a 26 sospechosos.Entre los nueve acusados de Fráncfort figuran los presuntos cerebros del grupo conspiracionista de extrema derecha, que se planteaba invadir el Bundestag de Berlín, detener a los diputados y derrocar al gobierno.

Detenida desde diciembre e 2022 la jueza y exdiputada del partido ultraderechista AfD, Birgit Malsack-Winkemann, acudió al tribunal vestida con una chaqueta impermeable negra. Tras ella, Henri XIII, llamado Príncipe Reuss y acusado de ser el principal instigador del intento de golpe de Estado, lucía una chaqueta oscura y parecía tranquilo.

Los abogados de este último rechazaron las acusaciones contra él. "No es un líder, ni un cabecilla. Tampoco es miembro de un grupo terrorista. Eso es todo", dijo su abogado Roman von Alvensleben al margen del juicio, que comenzó con retraso debido a varias peticiones de la defensa.

 "Mundo raro y delirante"

Los procesados están acusados de "participación en grupo terrorista" con el "objetivo de eliminar por la fuerza el orden estatal" y de "preparación de un acto de alta traición".

Se trata del principal proceso contra esta red, cuyo desmantelamiento sacó a la luz los resortes de la amenaza conspiracionista y antisistema de Alemania.

En el marco de este caso, a finales de abril empezó un juicio contra otros nueve miembros de la banda en Stuttgart, en el suroeste de Alemania. El resto de los integrantes serán juzgados en Múnich (sur) a partir del 18 de junio.

El tribunal de Fráncfort se sumirá durante varias semanas en "el mundo raro y delirante" de un grupo alimentado por "mitos de Internet, odio y creencia en las fuerzas cósmicas", apuntó la revista Der Spiegel.

No se trata de unos "locos inofensivos, sino más bien de peligrosos sospechosos terroristas" que preparaban "un golpe de Estado violento", alentados "por el odio hacia nuestra democracia", advirtió la ministra del Interior, Nancy Faeser, este martes en un comunicado.

El grupúsculo había previsto colocar de forma provisional al frente del país al aristócrata y empresario de 72 años Henri XIII, descendiente de una estirpe del estado de Turingia.

También están siendo juzgados Rüdiger von Pescatore, un exteniente coronel del ejército alemán de 70 años, así como unexcoronel del ejército, un exsoldado de las fuerzas especiales KSK y un expolicía.

"Reichsbürger" 

Los miembros del grupo adhieren a la ideología de los "Reichsbürger" (ciudadanos del Reich), un movimiento heterogéneo que niega la legitimidad de la República Federal de Alemania.

Según la fiscalía federal, los acusados afirman que el país está dominado por una "secta conspiradora de élites pedófilas". Una ideología que recuerda al movimiento complotista QAnon de Estados Unidos.

La red tenía "unos 500.000 euros" a su disposición, así como un "arsenal de unas 380 armas de fuego, cerca de 350 armas blancas, 500 armas [de otro tipo] y al menos 148.000 municiones", según los investigadores.

"Los miembros (de la célula) tenían claro que la toma del poder que estaban preparando implicaría la muerte de personas", afirmaron los investigadores.

En los últimos dos años se han desmantelado en Alemania varias redes, una de las cuales planeaba secuestrar al ministro de Salud a raíz de las restricciones impuestas contra el covid-19.