El oficialismo bonaerense unió sus voces en defensa de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, que denunció la aparición de una bala calibre 40 en el edificio en donde vive junto a su hija.
“Nadie en el edificio tiene armas” remarcó la jefa comunal que, tras radicar la denuncia en la Fiscalía Nro.3 de ese distrito del sur bonaerense, encuadró el hecho “en un clima de época” marcado por “la violencia y odio incitado sobre un sector”. Y puntualmente apuntó al gobierno nacional y los discursos que “atacan y demonizan al kirchnerismo y a La Cámpora”.
“Tratan de condicionar y asustar, intentaron matar a Cristina Kirchner, han disparado contra una unidad básica de Nuevo Encuentro en la Ciudad hace unos años y lastimaron a personas, y en Bahía Blanca prendieron fuego una unidad básica. No son hechos aislados, atacan a un sector determinado de la política argentina”, graficó la intendenta en una entrevista con Futurock.
El primero en solidarizarse con Mendoza fue el gobernador Axel Kicillof, que a través de las redes sociales aseguró pidió por “una pronta respuesta de la Justicia por el esclarecimiento de estas lamentables amenazas”. “Mi solidaridad y la de todo el gobierno de la provincia de Buenos Aires para la compañera intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza”, escribió el mandatario provincial.
También se expresó el ministro de Gobierno provincial, Carlos Bianco. “Toda nuestra solidaridad con la intendenta de Quilmes por la amenaza sufrida. Los discursos de odio no contribuyen a una sociedad pacífica y que acepta diferentes puntos de vista”, escribió Bianco que se comprometió a seguir “trabajando por una sociedad más justa y tolerante”.
Otra de las integrantes del gabinete provincial que se pronunció tras conocerse la denuncia fue la jefa de Asesores bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, que usó las redes sociales para pedir que “la Justicia dé respuestas y se esclarezca este lamentable hecho de violencia” y expresar su “solidaridad con la compañera intendenta de Quilmes”.
Posteando una foto de Mendoza con Cristina Kirchner, el ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia, Juan Martín Mena, advirtió que “el clima de violencia y las prácticas mafiosas -atentados a unidades básicas, los piedrazos al despacho de Cristina Fernández de Kirchner, las bolsas mortuorias en la Casa Rosada, entre otros- llevaron a la Argentina a transitar uno de los días más oscuros y siniestros desde la recuperación de la democracia con el intento de magnicidio, ahora ha tenido otro triste episodio”. “Hay que dejar los shows mediáticos de lado de manera urgente para dar respuestas inmediatas y hacerse cargo de que se está horadando cada día el pacto democrático de vivir en una Argentina en paz”, señaló el ministro que se sumó a las voces públicas que piden por “respuestas e investigación urgente para consolidar la democracia y marginar a quienes amenazan y multiplican los discursos de odio”.
En esa dirección también se expresó el titular de la cartera sanitaria provincia, Nicolás Kreplak, que advirtió que “no es la primera vez en nuestro país que vemos cómo mujer con fortaleza, coraje y amor por el pueblo intenta ser callada por incomodar al poder”. “Los discursos de odio incitan a una violencia desmedida que es necesario frenar”, afirmó el ministro.
“Las expresiones de crueldad y violencia están al orden del día con especial rencor hacia las mujeres y referentas populares; y no podemos dejar pasar el odio que habilita este gobierno”, escribió la ministra de Ambiente, Daniela Vilar; sumando su voz a los repudios y solidaridad que también expresaron el ministro de Trabajo, Walter Correa; y el grueso de los legisladores provinciales y nacionales y los intendentes de Unión por la Patria de la provincia de Buenos Aires.