El Ejército ucraniano indicó el viernes que frenó el asalto lanzado por Rusia hace dos semanas en la región de Járkov, en el nordeste del país, y lanzó "acciones contraofensivas" para repeler a las tropas de Moscú. El Ejército ruso lanzó el 10 de mayo una ofensiva en la región de Járkov desde la frontera, conquistando varias localidades y obligando a Ucrania a desplegar refuerzos en la zona.

Luego de dos semanas de combates, "las fuerzas de defensa ucranianas detuvieron a las tropas rusas en el sector de Járkov y están llevando a cabo acciones contraofensivas", declaró a la prensa el coronel Igor Projorenko, un responsable del Estado Mayor ucraniano. La situación en esta región es "difícil pero estable y está bajo control", agregó Projorenko. 

Los combates se mantienen en particular por el control de Vovchansk. "El enemigo está completamente hundido en los combates de calle en Vovchansk y sufrió pérdidas muy importantes", aseguró el general Oleksdandre Syrsky, comandante en jefe del Ejército ucraniano. Según esa misma fuente, Moscú envió reservas para continuar su asalto.

Por su parte el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció que se encontraba este viernes en Járkov, principalmente para mantener reuniones sobre la "defensa de la región, en particular en Vovchansk". Zelenski aseguró que el ataque ruso del jueves contra una imprenta de Járkov destruyó el equipamiento de la empresa y más de 50 mil libros.

Según Kiev, Rusia pretende estirar hasta el punto de ruptura las líneas defensivas de las fuerzas ucranianas, debilitadas tras más de dos años de guerra, la falta de nuevos reclutas y la escasez de armas debido al retraso en los envíos occidentales. Desde el 10 de mayo cerca de 11 mil civiles huyeron de Járkov, según el gobernador Oleg Synegubov. Moscú dice que lanzó su ofensiva en el nordeste ucraniano para crear una zona tampón capaz de impedir los bombardeos de Kiev en territorio ruso.