Una interna de la barra brava de Godoy Cruz derivó en una lluvia de proyectiles al campo del juego. Y esa lluvia de proyectiles impidió a los siete minutos del segunda etapa la prosecución del partido que Godoy Cruz y San Lorenzo empataban 1 a 1 en Mendoza. El juego ya había sido detenido dos veces en el primer tiempo y ante la insistencia de un grupo de encapuchados de seguir lanzando pedazos enormes de mampostería y sanitarios de la tribuna local que ponían en riesgo la integridad física de los jugadores, el árbitro Nazareno Arasa decidió la supensión del juego. La Liga Profesional determinará cuando se continuarán disputando los 38 minutos restantes.
Los conocedores de la interna auguraban que podía haber algun tipo de problemas en el estadio Malvinas Argentinas ya que durante la semana fue detenido un líder de uno de los sectores que pugnan por el control de la tribuna. Los barras encapuchados, en un número no mayor de cincuenta, coparon la tribuna con gran violencia y destrozaron los baños para provocar la pedrea ante la pasividad de la policía mendocina, que recien desalojó la zona cuando empezó el segundo tiempo y no le dio al árbitro Arasa garantías para que el partido pudiera completarse con normalidad.
Godoy Cruz se había puesto en ventaja a los 34 minutos de la etapa inicial con un gol de cabeza de Nahuel Ulariaga y San Lorenzo igualó en el decimocuarto minuto de prórroga mediante una buena entrada del lateral Agustín Giay tras un pase profundo de Eric Remedi. Hubo una propuesta para completar el tiempo restante este domingo por la mañana a puertas cerradas pero San Lorenzo se negó porque el próximo jueves se jugará en San Pablo ante Palmeiras, su clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores.