Los restos hallados el seis de junio del año pasado en el trabajo de búsqueda de detenidos desaparecidos durante la dictadura (1973-1985) llevado a cabo en el Batallón 14 del Ejército de Uruguay pertenecen a Amelia Sanjurjo. Así lo informó este martes el fiscal especializado en Delitos de Lesa Humanidad Ricardo Perciballe, quien brindó una conferencia de prensa acompañado por integrantes de la agrupación Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos.
Un largo trabajo forense
"En el día de hoy el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) nos confirmó en un 99,99 por ciento que se trata de Amelia Sanjurjo Casal", señaló Perciballe, quien explicó que el resultado fue posible luego de un largo trabajo llevado a cabo con el Grupo de Investigación de Antropología Forense de Uruguay, la Institución Nacional de Derechos Humanos y con la agrupación Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos.
El trabajo incluyó exhumaciones de cuerpos y toma de muestras de exámenes de familiares en Uruguay y en el extranjero. La confirmación de la identidad se demoró porque no se pudieron conseguir muestras de familiares directos, ya que Amelia Sanjurjo no tuvo hijos y sus padres fallecieron. Perciballe dijo que, si bien este no fue el caso, no están descartadas "las hipótesis de uruguayas y uruguayos que hayan sido secuestrados en el exterior y que pudieran haber sido traídos a Uruguay".
"Es una hipótesis que está activa", remarcó el fiscal y agregó: "En ese sentido también investigamos y tenemos que responder por eso". Perciballe señaló que la causa que involucra a Sanjurjo se encuentra archivada y que en los próximos días presentará un escrito para su reapertura e investigar quién o quiénes fueron los responsables directos de su desaparición forzada y asesinato.
"Amelia Sanjurjo Casal fue una militante social y política que por el solo hecho haber resistido a la dictadura civil y militar que operó en el país fue detenida el dos de noviembre de 1977 y trasladada al centro clandestino de detención y torturas La Tablada", detalló Perciballe en la conferencia, y agregó que en ese lugar "fue sometida a diversos y aberrantes tormentos que le provocaron su muerte", ocurrida cuando tenía 41 años y estaba embarazada.
Los restos humanos de una posible persona desaparecida en la dictadura cívico-militar fueron hallados el seis de junio durante los trabajos de excavación que se desarrollaron en un predio del Batallón 14 del Ejército, ubicado a las afueras de Montevideo. Inmediatamente el equipo de antropólogos forenses de la Institución Nacional de Derechos Humanos empezó a trabajar para retirar el esqueleto.
El 21 de julio, un estudio llevado adelante por un laboratorio genético en Argentina determinó que el cuerpo había sido torturado durante la dictadura, pero la determinación de su identidad se demoró por falta de muestras genéticas de familiares directos. El informe leído ese día por la antropóloga Alicia Lusiardo detalló que se trató de "un enterramiento clandestino en predio militar de larga data, con material asociado destinado a la desintegración cadavérica, con restos óseos humanos que presentan traumatismos peri mortem a nivel de columna cervical producto de violencia que puede estar relacionado con la causa de muerte".
"Hoy Amelia vuelve a su casa"
Alba González, integrante de la organización de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, recordó: "Amelia era una mujer dulce, coqueta, cálida, distraída pero de gran temple. Así la describen quienes la conocieron. Paciente y tozuda, con su cabello alborotado y su hablar pausado. Con su infaltable sonrisa, muy sacrificada, dedicó su vida entera a su militancia y fue consecuente hasta el final".
"Como militante era incomparable, militaba día y noche, no le importaba la hora que volviera a su casa. Así la recuerdan: militante de alma", acotó la madre del desaparecido Rafael Lezama, quien explicó que sus restos fueron identificados a casi un año de ser encontrados. Presente en la conferencia de prensa de este martes, González sostuvo: "Recién hoy podemos darle un nombre, hoy Amelia vuelve a su casa, a su familia y a su pueblo".
Amelia Sanjurjo trabajaba como empleada en una editorial y fue secuestrada el siete de noviembre de 1977 en la calle en un operativo del Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA). Estuvo presa y fue torturada en La Tablada. Tenía 41 años cuando fue secuestrada. Era militante del Partido Comunista y estaba embarazada de su primer hijo.
"Amelia estuvo secuestrada mucho tiempo. Incluso después de que se recuperaran sus restos sus victimarios continuaron secuestrándola. Cuánto más fácil hubiera sido todo si quienes tenían la información la entregaban. Quienes la torturaron y asesinaron, quienes la enterraron sabían que este cuerpo pertenecía a Amelia y, aún así, de forma cobarde decidieron continuar callando", criticó González.
Leonor Albagli, amiga de Sanjurjo, declaró como testigo que en el centro de detención clandestino La Tablada escuchó sus gritos durante las torturas hasta que un día dejó de oírla. Otro testimonio anónimo, mencionado por el diario El Observador, relató: "La última vez, al parecer, la venían a buscar para llevarla al piso de arriba a la sala de torturas. Se resistió y fue golpeada. Se escucha una corrida de la guardia y gritos que pueden señalar el momento de su fallecimiento".
El mensaje de Lacalle Pou
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, aseguró que el país encontró "un poco más de paz" con el hallazgo. "Hoy se confirmó la identidad de los restos hallados en el año 2023 en el Batallón 14. Se trata de Amelia Sanjurjo, desparecida en 1977. Reafirmando el compromiso del gobierno con la búsqueda de personas desparecidas, hoy una familia y el Uruguay todo encuentran un poco más de paz", indicó Lacalle Pou en sus redes sociales.
En 2013 Lacalle Pou tuvo declaraciones polémicas sobre la búsqueda de desaparecidos, según recordó el medio uruguayo Caras y Caretas. En un acto publico en el que se presentó como precandidato a la presidencia, dijo que en caso de acceder al gobierno suspendería las excavaciones por considerar que "hay que cerrar un capítulo". Años después, durante la campaña de 2019, Lacalle Pou se retractó de esas expresiones y las tildó como su "mayor error político y humano".
El de Amelia Sanjurjo es el sexto hallazgo de este tipo en Uruguay desde que empezaron las excavaciones en el año 2005, a cargo del Grupo de Investigación de Antropología Forense (GIAF) de la Universidad de la República. Oficialmente se contabilizan 197 personas desaparecidas por acciones atribuidas al Estado uruguayo entre 1968 y 1985, la gran mayoría detenidas en Argentina en el marco de la colaboración entre los regímenes de facto de países vecinos.