Finalizada su visita a Corea del Sur, Donald Trump deja a modo de regalo el arribo de tres portaaviones con la idea de intimidar al gobierno norcoreano de Kim Jong-un. Siete barcos de guerra surcoreanos se sumaron a los ejercicios que por cuatro día tendrán lugar en el Pacifico occidental, en un claro mensaje a Corea del Norte.

"El ejercicio está destinado a mejorar la disuasión contra las amenazas nuclear y de misiles de Corea del Norte y mostrar nuestra capacidad para detener cualquier acto de provocación", afirmaron fuentes de Defensa de Corea del Sur. Habrá ejercicios aéreos, de vigilancia marítima y entrenamiento de combate. Todo a pocos kilómetros del país cuya política de desarrollo nuclear lo ha convertido en la principal amenaza a la paz mundial, según la Casa Blanca.

Desde Pyongyang criticaron los ejercicios y acusaron a Trump de “belicista” y de pretender “una guerra nuclear en la península coreana”. Así lo manifestó la cancillería norcoreana.

"Trump desveló su verdadera naturaleza como destructor de la paz y la estabilidad mundiales durante la visita", dice el ministerio de relaciones exteriores en su comunicado, en el que además acusa a Trump de ir a Seúl en plan de “viaje de negocios”para favorecer al complejo militar norteamericano. .

La tensión entre Kim y Trmp ha ido en aumento desde la asunción del magnate, a la par del desafío nuclear de Corea del Norte, que viola resoluciones de Naciones Unidas. Hasta ahora, la tensión ha sido dialéctica entre la primera potencia del mundo y el régimen hereditario fundado por el abuelo de Kim en 1948.