En diciembre de 2013 fue promulgada la Ley Nacional de Diabetes 26.914, que establece, entre otras cuestiones, “el dictado de las medidas necesarias para la divulgación de la problemática derivada de la enfermedad diabética y sus complicaciones”. 

Desde la perspectiva de Elgart, si bien la ley tiene aspectos muy positivos, como la divulgación de la enfermedad y la cobertura de medicamentos, requiere tener en claro la diferencia entre “igualdad y equidad”. “Es importante analizar si es preferible ‘todo para todos’ o ‘brindarle a cada uno lo que necesite’, de acuerdo a lo que requiera según la situación de su patología”, resalta.

A modo de ejemplo, el investigador cita el artículo que establece la cuota constante de tiras reactivas para el monitoreo. “Desde luego, todos estamos de acuerdo que son muy necesarias. Lo que sucede es que un paciente insulino-dependiente utiliza muchas más tiras para automonitoreo que alguien a quien recién se le diagnostica su enfermedad y que está tratado solamente con antidiabéticos orales”, explica.

En este caso, continua Elgart, “ambos pacientes tendrían acceso a la misma cantidad de tiras reactivas, cuando tal vez son pocas tiras para el paciente insulino-dependiente y demasiadas para el recién diagnosticado. Lo que nosotros proponemos es que la ley, en todo caso, debería implementarse respetando la evidencia disponible respecto del tratamiento de la enfermedad”.