Según la declaración de Burzaco, los sobornos fueron acordados en 2013 durante una reunión de la FIFA en Zúrich y se hicieron a través del banco Julius Baer. Ante el fiscal Samuel Nitze, el exCEO de Torneos aseguró que el acuerdo cerrado por las tres partes con Grondona fue para "repartir la carga" de la coima.

La empresa brasileña de medios salió a desmentir a Burzaco con una declaración de principios al afirmar que "no practica ni oferta ningún tipo de soborno", a pesar de que el empresario arrepentido dio el nombre preciso del ex hombre fuerte de la Globo Marcelo Campos Pinto como el articulador de los pagos ilícitos. Ante la denuncia la familia Marinho, propietaria de la firma, dijo estar a disposición de la Justicia norteamericana. 

Río de Janeiro fue el escenario de otra de las negociaciones que Burzaco describió. Según el arrepentido, fue allí donde Julio Grondona se peleó con los organizadores del Mundial 2022, de Qatar, por las revelaciones del pago de sobornos para votar a favor del país árabe.  

“Estaba con Julio Grondona en el Copacabana Palace (un hotel de Río de Janeiro) y se encontró con un grupo de qataríes, a los que nunca había visto. Grondona aparentemente los conocía y comenzó de la nada a insultarlos y a quejarse. Y a decirles que tenía que estar dando explicaciones en Argentina como si hubiera cobrado 80 millones de dólares de coimas por el voto positivo", recordó Burzaco. 

El ex CEO de Torneos señaló que él le pagó un millón de dólares a Grondona en 2011 por los derechos para la transmisión de ese Mundial. El pago lo había acordado en Buenos Aires, después de una llamada entre Grondona y el ex titular de la confederación brasileña Ricardo Teixeira. “Me explicó que Teixeira le debía un millón de dólares porque había votado para que Qatar fuese sede de la Copa del Mundo 2022”, sostuvo el arrepentido. 

Burzaco fue muy contundente respecto de su relación con Grondona y relató que participó "en el pago de coimas (a Julio Grondona) desde que arranqué como accionista de Torneos, accionista directo en 2005, hasta que murió, en julio de 2014". "Al principio (el pago de coimas) era para la continuidad (de los contratos) para la Copa Libertadores o la Copa América", indicó Burzaco, quien calificó el intercambio del ex presidente de la AFA como un "intercambio por su apoyo". 

"También pagué coimas (a Grondona) por amistosos de Argentina, Copa del Mundo, y por mantener los contratos vivos cuando Torneos estaba en problemas", amplió Burzaco ante la corte de Nueva York, y calificó, independientemente de la investigación del FIFA-Gate, que en ese momento crítico de la empresa la creación del Fútbol Para Todos provocó "un gran impacto negativo".  Según el empresario, Grondona le había dicho que "no tenía ningún compromiso ni con Torneos ni con Clarín relacionado a los derechos de TV del fútbol argentino, en la medida que nunca le pagamos coimas por eso".

"En lo concerniente a Torneos, Julio Grondona tenía la última palabra en el sentido de autorizar, dar la luz verde a cada pago de coimas. Hablábamos con él de estos temas y él autorizaba, consideraba el monto de las coimas, o a veces se quedaba con parte de la coima de alguien si pensaba que estaba recibiendo demasiado", precisó Burzaco, quien confesó que "con algunas pocas notables excepciones, pagamos coimas a todas las posiciones en el Comité Ejecutivo de Conmebol, al secretario general de Conmebol, a los vicepresidentes de Conmebol, al tesorero y al Presidente".

"Julio Grondona sabía todo. Y luego la gente que tomó su rol, lo sabía todo, y había un gran flujo de información entre ellos. Luego de la muerte de Julio Grondona, Marco Polo del Nero (presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol) y Juan Ángel Napout (ex presidente de la Conmebol) recibieron y aprendieron el panorama general de las coimas", confirmó el arrepentido.