-Es un enorme placer haber contado en este tu programa político diario intitulado “la única verdad es la nuestra” con el célebre y polifacético intelectual Víctor Requena. -Querido amigo Requena, lamento haberle dado escasa participación. Sabemos de su amistad y permanente asesoramiento al presidente Bertoldi, con quien usted supo ser socio desde la adolescencia según tengo entendido, y a quien le enviamos un saludo en estas horas difíciles, seguramente las últimas de su mandato…

- En respuesta a sus gratas palabras mi querido Forlón, canto como reza el tango “yo nací para el escolazo, no es afano de la muñeca cuando sobra calidad” y por ello me permito extender los segundos finales de este programa para hacer una síntesis de la situación actual…

-Dadas las circunstancias deberá ser en un siguiente programa Requena…

-Fíjese Forlón, como el músculo político de Bertoldi, quien nos mira atento tras la pantalla de su despacho a pesar de los desmanes que se extienden a lo largo de todo el país, supo saltar desde la asociación de plomeros de Santos Lugares (de la cual somos los únicos socios fundadores), y en ese vuelo de hipérbole fue sellando cada gotera del sistema político Argentino mediante el soldador de la anti ideología…

-Es tiempo Requena…

-¡Y siiii mi querido Forlón!!,- es tiempo y era tiempo de que alguien pusiera una llave con válvula purgadora a las ideas políticas que discurrían por el reloj de arena adulterado de nuestros tiempos. Atento al fruncir de su ceño, seré lo más breve que el resúmen del sistema anti ideológico me permita. Como dice Bertoldi, el nacimiento de la organización social de los homínidos nació bajo la otrora égida del garrote y subsidiario de aquella primera muerte ocasionada por el elemento maderoso, devinieron la creencia en la transmigración del alma y el designio divino del portador del poder…

-Requena, me dan risa de pena sus palabras en estos minutos cruciales de la patria donde como podemos ver en pantalla dividida los ciudadanos se dirigen antorchas en mano hacia la casa de gobierno…

-Forlón- yo soy el que se ríe a carcajadas de tristeza cuando los analistas políticos describen los hechos como en un manual escolar. Seré un rápido hilo de Ariadna espacio temporal de este universo político. Como dice Bertoldi quien ejerce el mando no es de derecha ni de izquierda (menos del centro que es el sitio donde pululan los judas). El poder carece de ideología por ser magia creadora de realidad. Allí donde antes había un terreno baldío, Bertoldi hizo crecer los condominios. Donde moraban las casillas de chapa en olvidados terrenos fiscales, Bertoldi las re localizó al recordar empréstitos a favor de la casa Inglesa trenes del sur-

-Bertoldi podrá decir todo lo quiera sobre la anti ideologías pero bien que hizo crecer la realidad hacia la derecha-

-Al pie vino su comentario y como soy mano le canto vale cuatro. El tema aquí son los objetos, mi querido Forlón. “Somos a imagen y semejanza de los objetos que nos reflejan” enseña a cada paso Bertoldi. Desde la época del Cesar pasa eso de “al César lo que es el de César”. Y el Cesar llevaba estampado su perfil en cada moneda simbolizando el peso del valor de los intercambios. Mucho antes de eso los fenicios entendieron que sin los objetos que nos alivian la existencia, no somos nada. Un jabón de tocador, una pelela, y hasta los hisopos que compro en Farmacia Rossetti de Callao al 1000 hacen mover al mundo hasta lograr obtenerlos-

-Usted sabe Requena cuanto se lo respeta en los ámbitos intelectuales de las provincias, pero aquí en La Capital es donde nos nace la gran pregunta ¿y que tienen que ver los objetos con el hambre que padece hoy cada uno de los trabajadores de este país?-

-La palabra trabajadores arrastra un pasado de ideas de izquierda que en el Gobierno de Bertoldi hemos prohibido por la más adecuada hacedores objetales…

-Disculpe Requena. ¡Noticia de Último momento! Vemos como arrojan todo tipo de cascotes y hasta baldosas enteras contra las fuerzas del orden frente a la misma casa de gobierno!

-¡Ahí está la violencia de los intercambios Forlón! Esto es la naturaleza humana, uno da la solución al país y recibe por la cabeza los mismos objetos que intentamos regular. Por una violencia similar siendo plomeros en Santos Lugares fue que dimos inicio con Bertoldi al movimiento anti ideología. Aquella tarde apenas habíamos terminado la conexión de agua en el hogar escuela Los trapitos, voló la caldera por los aires. Pero claro nadie, absolutamente nadie, quiso saldar los dividendos de aquel trabajo, y todo porque algún chistoso había pintado los caños de agua del color de los del gas.

-De tanto hablar raro Requena, se va a perder el asalto a la casa del poder. ¡Aunque por cierto como me aclaran por él audífono ¿Acaso no son los caños del agua de distinto material y color a los del gas?-

-Veo que está tan pendiente del balance del poder como de las argumentaciones intelectuales de nuestro tiempo Forlón. Justamente a ese malentendido nos exponen los objetos. Que el peso, que el tinte, que el valor de producción, que la ganancia, que la avaricia. Entonces los objetos se nos meten por lo sentidos y nos enroscan hasta que caemos tumbados por las patas. Una sola vez nos derrumbaron los objetos y con Bertoldi nos supimos levantar. La derecha- Forlón- entonces no es otra cosa que el apego a la renta por los objetos y la izquierda es la fuerza bruta que los hace y apenas los puede consumir.

-!Lo que parece que se va a consumir es el despacho de Bertoldi La masa ciudadana ya comienza a ingresar a la casa de gobierno!

-Tranquilo Forlón tranquilo, aunque me haga esos gestos con los pulpejos apretujados. Usted tiene que entender porque Bertoldi ha sido llamado por la resultante directriz de nuestra época. Como ninguno el ha logrado disolver las doctrinas imperantes reduciendo a la mínima fórmula la extensa correlación entre el humano y los utensilios fabricados. Acuérdese de cómo se quejaban todos. Unos lloraban por llenos, otros por el pleno vacío…

-Mire, sabe qué Requena -Usted ya me ha ganado con esa cara y esas palabras raras de poker aunque se haga el truquero. -Largue de una vez. ¿¡Porque no se desespera ante los hechos que estamos presenciando!?. Fíjese la turba a punto de alcanzar la puerta del despacho de Bertoldi y usted acá filosofando frente a las pantallas de un país atónito-

-Entiendo la urgencia que también es la mía Forlón. Aunque el tiempo es materia subjetiva y no se corresponde punto a punto con el reloj de los hechos. A los conciudadanos que veo arremeter ya contra las puertas interiores de la casa de gobierno les pido, y a usted en especial Forlón, le pido solicite una pequeña pausa para transmitir un comunicado de última hora.

-Hace cuarenta minutos que le vengo dando pausa, Requena-. Pero bue.. -Desde este humilde lugar de comunicador, le pido al pueblo una pausa en los desmanes así podemos escuchar la última novedad del gobierno. -Adelante Requena, le quedan cinco minutos-

-Gracias amigo Forlon-. Siempre digo que la magia creadora del poder es la misma magia de la televisión. El poder le permitió transformar a Bertoldi una sociedad sedienta de artefactos en un limbo de paz objetal. Ni los que acumulaban ya lo pueden seguir haciendo, ni los que desesperan por una mísera tuerca encuentran alguna. La idea de la anti ideología que es mi idea, y solo mía, quedará en la impronta de la historia. Como aquella vez de la explosión de la caldera y como ahora al restringir los objetos, Bertoldi demuestra ser una llave de paso de todo o nada. Aquella vez y ahora la mano de Bertoldi es contundente. Y también es contundente mi mensaje. Bertoldi, hiciste pelota la idea que supe acuñar. Te dije que fueras de a poco. Ahora vamos a ver como te las arreglas con el soldador sin garrafa cuando la gente se entere que no estás escondido en tu despacho, sino en el subsuelo del estacionamiento frente a la casa de gobierno.