Desde el Frente para la Victoria, el Frente Renovador y el Bloque Justicialista (BJ) salieron a responder ayer las críticas y descalificaciones del presidente Mauricio Macri por la aprobación del proyecto para modificar el impuesto a las Ganancias. Por separado, referentes de los distintos bloques de Diputados defendieron la iniciativa, calificaron como “una falta de respeto” un eventual veto presidencial y recordaron la promesa de campaña de Cambiemos. “El mentiroso fue él, que le dijo a la gente que iba a eliminar el impuesto a las Ganancias”, disparó Graciela Camaño, principal espada del massismo en el Congreso. “La reacción popular será contraria a la decisión del Presidente. El veto rebaja el salario, el trabajador no lo va a aplaudir”, aseguró Héctor Recalde, titular de la bancada del FpV. “Si algunos ministros le hubiesen puesto la misma energía en sostener un diálogo como lo hacen para agraviar a la oposición hoy estaríamos en otra situación”, advirtió el salteño Pablo Kosiner, del bloque que lidera Diego Bossio. Mientras tanto, el macrismo continúa la presión sobre el Senado, que iniciará la semana próxima el tratamiento de la media sanción.

El comienzo del último fin de semana largo del año no apaciguó los ánimos entre el oficialismo y la oposición. Mientras Macri desde sus minivacaciones en Córdoba continuó sus diatribas contra Sergio Massa y el resto de los opositores, los responsables de la media sanción le salieron al cruce. 

La más picante fue Camaño, quien salió al ring en representación del massismo. “Habría que recomendarle al Presidente que se calme, existe la división de poderes”, lanzó en declaraciones televisivas, en donde buscó emparentar la reacción de Macri con la actitud de Cristina Fernández. En el Frente Renovador analizan que la virulencia de las críticas y el rango de los dirigentes que salieron a pegarles (Macri, Peña y Michetti) indica que “el Gobierno está golpeado”. La diputada aseguró que la vicepresidenta (que luego se desdijo) se “desubicó” al anticipar el veto de Macri. “Ella preside el Senado. No puede condicionar con un veto y con un discurso la voluntad de los senadores”, afirmó Camaño. Del mismo bloque, el diputado José Ignacio De Mendiguren, del Frente Renovador, consideró que sería “una falta de respeto al Parlamento” el veto presidencial.

El jefe del FpV en Diputados, Héctor Recalde, le pidió al oficialismo “una autocrítica” sobre el tema. “Si la promesa hubiese sido cierta y al mismo tiempo quitan retenciones, se devalúa y la transferencia de recursos enormes que significa todo eso, ¿cómo creía que iba a sustentar al Estado? Estaba todo mal. Se niega esa promesa y no se disculpan”, señaló el abogado laboralista. El dirigente kirchnerista rechazó las críticas oficialistas a la supuesta falta de actualización del impuesto. Recordó que salvo en 2009 y 2014, Ganancias se modificó por decreto. En esos dos años, detalló, se produjo primero el conflicto con el campo y luego la corrida cambiaria y el levantamiento policial. Además, señaló que al finalizar el 2015 tributaban 1 millón de trabajadores mientras que con la propuesta del gobierno lo harían 2,5 millones.

Kosiner, que responde al gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, rechazó la idea de que el proyecto afecta las arcas provinciales. “El proyecto que aprobamos busca proteger a los salarios y garantiza no desfinanciar a las provincias”, aseguró. El diputado del BJ, uno de los articuladores de la iniciativa aprobada el miércoles en la Cámara baja desestimó el principal argumento de presión del macrismo, que es la coparticipación del impuesto. “Algunos contraponen el interés de los trabajadores con el de las provincias como si estas estuvieran habitadas por marcianos. Tienen que estar tranquilos porque nos hemos encargado de buscar alternativas”, insistió.