Guillermo Chauderón era el jefe de Guardia del Sanatorio Nuestra Señora del Rosario, en San Nicolás. Durante cuatro años coordinó residentes, escribió centenas de órdenes y recetas médicas y llegó a atender a más de 4000 pacientes. Pero cuando los directivos de la clínica le pidieron el título para que fuera el coordinador de un proyecto, se descubrió que Chauderón nunca se había recibido de la Facultad de Medicina y utilizaba las matrículas de una doctora y un médico jubilado. Al ser descubierto, el médico falso intentó suicidarse en su casa y fue trasladado de emergencia a la misma clínica donde ejercía la medicina ilegal. Chauderón, que fue presidente de la Juventud Radical de esa ciudad bonaerense, fue denunciado por el delito de homicidio y de usurpación de títulos y aún permanece internado en grave estado.

“Esperamos un sinfin de denuncias por su rol como jefe de Guardia de la clínica. En las últimas horas recibimos una denuncia de una familia por el delito de homicidio doloso y otra por ejercicio ilegal de la medicina y usurpación de títulos y honores”, relató Julio Tanus, fiscal de San Nicolás, a cargo de la causa.

En 2005, con 18 años, Chauderón terminó el secundario en el Instituto San Martín de San Nicolás y decidió, ese año, abandonar su ciudad para estudiar en la Universidad Nacional de Rosario. Eligió Medicina y fue a parar, primero, a una pensión cerca de la facultad y luego a un departamento que costeó con un trabajo en un salón de fiestas. Seis años después, según explicó su padre, Omar, viajó toda la familia a Rosario para su fiesta de graduación y celebrar el fin de la etapa de formación. 

Al regresar a San Nicolás, al joven se le abrieron varias puertas: fue electo para presidir la Juventud Radical y a la vez ingresó al servicio de emergencias de la Municipalidad, a raíz de su vínculo con el entonces intendente Ismael Passaglia (actual titular del Instituto de la Vivienda de la provincia y aliado de la gobernadora María Eugenia Vidal). El mismo Passaglia decidió el traspaso de Chauderón a la delegación médica de La Emilia, una localidad en la frontera entre Buenos Aires y Santa Fe. Allí, Chauderón empezó a firmar recetas médicas con sello médico. Nadie sospechaba nada.

“En nuestra institución estuvo desde 2013”, sostuvo Pablo Primucci, director de la clínica perteneciente a la Unión de Obreros Metalúrgicos (UOM). El cargo de Chauderón era fundamental para el sanatorio: jefe de Guardia. En los cuatro años de labor, el joven ordenó tratamientos, guió a residentes y médicos, dispuso órdenes y atendió a miles de personas. 

Chauderón firmaba como Médico-Servicio Clínica Médica FNSR (Fundación Nuestra Señora del Rosario). Y tenía dos matrículas: una nacional y otra provincial. “La primera correspondía a una mujer y la segunda a un médico que trabajó en Luján hasta 1998”, advirtió Manuel Caro, vicepresidente del colegio médicos de San Nicolás.

“La falsedad del título de Chauderón surgió a raíz de la gran crisis que vive la salud en la ciudad. Por eso creímos conveniente generar recursos materiales como humanos, y creí que era conveniente formar médicos”, agregó Primucci.

El mes pasado, cuando desde el Colegio de Médicos solicitaron el título de Chauderón a la clínica de la UOM para dar paso a un proyecto de la ciudad, el jefe de Guardia les dijo a los directivos que el certificado estaba perdido en su casa. Luego, cambió de estrategia y aseguró que en una inundación se echó a perder. Lo chequearon con la universidad. “No tenemos ningún egresado con ese nombre”, respondieron desde la facultad. El médico falso fue separado de inmediato y el fiscal inició una causa por ejercicio ilegal de la medicina y usurpación de títulos. Horas más tarde, entró una nueva denuncia, esta vez por homicidio doloso –no se incluyó el delito de mala praxis por no tener título de médico– por la muerte de una paciente asmática que había ingresado a la guardia, fue atendida por Chauderón y falleció. Los delitos que afronta pueden alcanzar los 15 años de prisión.

Al tomar conocimiento de las acusaciones, el jueves pasado el hombre de 30 años se apuñaló cinco veces. La ambulancia lo llevó a la misma clínica donde trabajó.