La sesión preparatoria que siguió a la jura de los diputados, ya con la nueva composición que asumirá el 10 de diciembre, no tuvo inconvenientes para designar las autoridades de la Cámara, mas allá de algún cruce. Casi todo el arco opositor reclamó el pleno funcionamiento reglamentario del cuerpo con la convocatoria a sesiones ordinarias que incluyan proyectos de todas las bancadas dada la actitud del oficialismo que bloqueó cualquier iniciativa opositora con sesiones especiales solo ceñidas a la agenda del Gobierno. El macrista Emilio Monzó, reelecto como presidente de la Cámara baja, devolvió el reclamo reprochando el supuesto “abuso” de las cuestiones de privilegio que utilizó la oposición para cuestionar al Ejecutivo. 

José Luis Gioja (FpV-PJ) continuará como vice primero luego de que Cambiemos desistiera de la pelea por ese sillón. El radical mendocino Luis Petri asumió la vicepresidencia segunda y el ex vicegobernador cordobés Martín Llaryora la vice tercera en nombre del interbloque Argentina Federal, que desplazó al massismo. Diputadas de distintas bancadas reclamaron participación de género en la conducción de la Cámara.

No había dudas sobre la reelección de Monzó al frente de la Cámara baja, en representación de Cambiemos. Todos los bloques opositores dieron su apoyo, pero Agustín Rossi (FpV-PJ) tomó la iniciativa para reclamar que en el próximo periodo legislativo “la Cámara funcione reglamentariamente con sesiones ordinarias”. Un reclamo que apoyaron la massista Graciela Camaño, Leonardo Grosso del Evita, el FIT y otros bloques menores.

Monzó, que recibió el saludo del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, en su camino al estrado para reasumir la presidencia, devolvió el reclamo con lo de las cuestiones de privilegio. Lo aplaudieron desde la bancada oficialista.

Rossi planteó como principal bloque opositor la continuidad de Gioja en la vicepresidencia primera. Resaltó sus cualidades de legislador y lo elogió como el “mejor gobernador sanjuanino”. El jefe del interbloque de Cambiemos, el radical Mario Negri, avaló la candidatura en nombre de “la convivencia legislativa” mas allá que consideró discutible los números para ocupar ese lugar.