A solo 17 días de la tragedia que dejó 16 fallecidos y cientos de evacuados por las inundaciones del 7 de marzo, Bahía Blanca vivió una jornada de movilización callejera distinta a las demás. Una pequeña multitud marchó en conmemoración de los 30.000 desaparecidos y su compromiso militante, pero también tendieron puentes de solidaridad con los damnificados por el temporal, en una Argentina en la que se intenta instalar que el individualismo libertario ganó la batalla cultural, pero en la que la solidaridad brotó desde los puntos más recónditos del país.

Santino Donadio, de 15 años, estudia en la Escuela Secundaria Nº 12 y milita en la agrupación juvenil Bahía al Futuro. Es uno de los voluntarios que se encargaron de recibir, clasificar y distribuir donaciones. Desde el día siguiente a la catástrofe están trabajando en el Club Libertad de Villa Rosas, uno de los puntos de entrega de colchones, ropa de cama, agua, mercadería y productos de limpieza, a los que se acercan los afectados por el temporal que marcó un antes y un después en la ciudad

Dice que marcha porque más allá de que su historia personal no esté cruzada por lo sucedido durante la última dictadura, es una causa lo interpela, como también lo hace con todos sus compañeros. "Creo en la Memoria, en la Verdad, y en la Justicia, pero también en la Solidaridad. Y creo que en este momento en que se cuestionan muchas verdades, es más importante que nunca recordar lo que pasó, estar presentes y poner el cuerpo por estas cosas que son tan importantes” cuenta Santino que junto con sus compañeros asisten a las audiencias de la Megacausa Zona 5.

Se trata de la Causa Ayala, el octavo proceso por delitos de lesa humanidad en Bahía Blanca que comenzó en febrero de 2022 y representa el mayor juicio por crímenes cometidos durante la última dictadura cívico-militar en la historia de Bahía Blanca. Aunque ahora se encuentra en su tramo final, el juicio estuvo marcado por demoras estructurales y obstáculos logísticos. Las audiencias se realizaban de manera virtual, con encuentros de apenas dos horas semanales. Este ritmo se vio aún más afectado por las inundaciones de marzo, que obligaron a suspender sesiones durante semanas. Las audiencias se retomaron recién el jueves pasado.

De unos 40 imputados inicialmente en agenda, sólo 34 siguen hoy procesados. 

Las marcas de la tormenta

La magnitud de lo sucedido el 7 de marzo sigue marcando el día a día en Bahía Blanca. A la necesidad de los sectores más vulnerables que han perdido casi todo lo que tenían, se suma una ciudad arrasada en su infraestructura.

Las dramáticas imágenes de la inundación en el subsuelo del Hospital Penna reflejan el golpe a la sanitaria de la ciudad y la región. Quedó en evidencia la urgencia de recuperar áreas clave como Neonatología, Guardia Médica, Quirófano Central y Laboratorio, que funcionaban en ese espacio.

Tampoco quedaron indemnes los 6.500 metros por los que se extiende el Canal Maldonado, aquella obra realizada por el gobierno de Perón a principios de los 50’s y que con su base de 12 metros y una altura de aproximadamente 4 metros había logrado evitar que Bahía Blanca se inunde en numerosas oportunidades. Eso cambió el primer viernes de este marzo, cuando la fuerza del agua destruyó el 60 por ciento de las losas de hormigón que lo revisten e inundó gran parte de la ciudad.

Entre las 16 víctimas fatales de la inundación se encuentra Perla Re, una mujer de 99 años que junto a otras dos personas falleció en un geriátrico de calle Sarmiento, en pleno centro bahiense. Era la madre de Patricia Acevedo, militante de la Juventud Universitaria Peronista cuya vida también terminó de manera abrupta con tan sólo 22 años, el 26 de febrero de 1977 cuando se encontraba en su domicilio en Chiclana 1009.

La movilización el Dia de la Memoria en Bahía Blanca. 

La marcha, después de la inundación

Con todo ese contexto de fondo, los organismos decidieron hacer una marcha austera, sin escenario ni sonido. “Pero lo que no vamos a querer nunca es una marcha del silencio” aclararon desde H.I.J.O.S. Bahía Blanca a Buenos Aires/12

“Sabemos de pérdidas, pero también sabemos, por legado de nuestros 30.000, que en momentos como estos debe primar el compromiso social, la solidaridad y la búsqueda del bien común, sin distinción. Ellos y ellas son nuestro ejemplo de lucha, y es a ellos y ellas a quienes honramos a diario” expresaron en el comunicado en el que convocó a la movilización que se repite cada 24 de marzo. 

Fue una decisión acertada, para una marcha que de haber sido tan solo unos días antes hubiera debido ser suspendida, ya que el fin de semana Bahía transitó una nueva alerta amarilla por tormentas y durante la madrugada del sábado hubo anegaciones en calles del centro y de los barrios de la ciudad.

Ya antes de las 16 horas, una multitud de amuchaba en torno a la Plaza Rivadavia y sobre calle Sarmiento. En épocas del terrorismo de Estado, allí se encontraba aún el periódico La Nueva Provincia, cuyos dueños son reconocidos por ser impulsores y cómplices de la dictadura que emitió su primer comunicado hace exactos 49 años.  

Esto quedó plasmado en las páginas del periódico en los 70 pero también en democracia. No hace mucho tiempo, en noviembre de 2010, la publicación decidió reivindicar la figura de Emilio Eduardo Massera dedicándole la tapa del diario, tras su muerte.

Como todos los años, los participantes portaban retratos de los desaparecidos con sus nombres, así como carteles con consignas. Sin embargo, esta vez se le sumaron los megáfonos, en los que resonaron frases como:

- “Hoy gobierna el país el mismo modelo económico de la dictadura”.

- "Estamos ante el peligro real de que la historia se repita”.

- “Nada nuevo hay en estas políticas neoliberales que lleva adelante el gobierno nacional: somos el enemigo interno, el otro, los ‘kukas’ o los ‘zurdos’ que merecemos desaparecer”

- “Es el mismo discurso con el que persiguieron, torturaron y desaparecieron a nuestros 30.000”.

- “No sólo son negacionistas de la Memoria, son negacionistas del cambio climático, de las asimetrías de género, de la pobreza”.

- “Que la fuerza de la lucha de los 30mil sean nuestro ejemplo y la persistencia inclaudicable de nuestras Madres y Abuelas el espejo que sirva para que no claudiquemos”.

La movilización partió desde calle Sarmiento, frente a la plaza, y una marea, esta vez de personas, la unió con el Teatro Municipal, ubicado a unas 6 cuadras de distancia, sobre el nacimiento de la Avenida Alem, en un trayecto que evocó la memoria del terrorismo de Estado y las cicatrices que dejó en el sudoeste bonaerense.

En su recorrido, quienes movilizaron volvieron a reclamar por la deuda histórica que la Justicia argentina sostiene a la hora de condenar a los militares genocidas y a sus cómplices civiles, pero también conjugaron ese relato con el presente, antes la llegada de un gobierno que reedita como una copia calcada el modelo de valorización financiera de José Alfredo Martínez de Hoz, el cerebro económico de la dictadura. 

La Nueva Provincia, terrorismo e impunidad en Bahía Blanca

Cuando quien escribe este artículo conversa con argentinos de otras ciudades, a menudo surge la pregunta por el periódico local La Nueva Provincia, recordado por su rol como órgano de prensa de la dictadura en el sur bonaerense. Se trata de uno de los casos paradigmáticos en la historia de los medios en el país, cuya tarea consistía en publicar a diario las informaciones oficiales que disfrazaban asesinatos y los presentaba como “enfrentamientos” con “subversivos”.

El diario La Nueva Provincia , posteriormente rebautizado como La Nueva. (sí, con un punto final), y vendido, tiene su sede en la primera cuadra de la calle Rodríguez. Ésta fue la primera estación de la movilización.

Allí se recordó la narrativa falaz del periódico, que contribuyó a instalar en la sociedad la idea de una guerra interna, legitimando el terrorismo de Estado.

Por este hecho, en 2015 la sentencia de la Causa Fracassi, el tercer juicio por delitos de lesa humanidad en la ciudad, obligó a La Nueva Provincia a publicar una rectificación histórica de las noticias falsas difundidas durante la dictadura, en las que se presentaba a víctimas de secuestros, torturas y asesinatos como "delincuentes" o "abatidos en enfrentamientos"

Un caso testigo es el de Enrique Heinrich y Miguel Ángel Loyola, trabajadores gráficos del propio diario, que fueron secuestrados, torturados y asesinados en 1976 por participar en un conflicto gremial. Paradójicamente, el medio que los empleaba ocultó su crimen, reproduciendo la versión de los militares. A 10 años de la sentencia, la rectificación nunca llegó.

La siguiente parada de la marcha fue en la Cámara Federal de Apelaciones, ubicada en Mitre 60, donde se recordó que el ex dueño de La Nueva Provincia, Vicente Massot, está imputado desde 2014 como “coautor de homicidio de Heinrich y Loyola instigándolo, determinándolo, prestando aportes indispensables para su concreción material y encubriendo a su autores inmediatos”, por haber realizado “aportes esenciales” que consistieron en el ocultamiento deliberado de la verdad” en crímenes contra 35 personas, así como por “haber llevado teas de acción psicológica al servicio de las Fuerzas Armadas”.

A fines de 2023, el juez federal Walter López Da Silva dictó el sobreseimiento de Massot. Sin embargo, la Fiscalía apeló la decisión, por lo que ahora la Cámara Federal de Apelaciones debe determinar si Massot permanece impune o es juzgado por los delitos que se le imputan.

Actualmente, Vicente Massot milita en las filas libertarias e incluso fue uno de los protagonistas del “Viva la Derecha Fest”, donde proclamó: “Hemos resurgido y estamos consolidados”. Un sincericidio que deja al descubierto las conexiones ideológicas de uno y otro proceso histórico. 

La última posta en la que se detuvo la movilización fue el histórico Teatro Municipal de Bahía Blanca, el lugar que los organismos de Derechos Humanos eligen desde hace 13 años para realizar el acto oficial por el Día de la Memoria.

Durante la marcha, los organismos recordaron que el Teatro fue testigo de la visita de Eva Perón a Bahía Blanca en 1948, donde participó de un acto organizado por la Unión Ferroviaria, y posteriormente se dirigió desde el balcón a los presentes como “queridos descamisados de Bahía Blanca”.

Más recientemente ha sido el silencioso testigo de mejores tiempos, cuando las banderas de Memoria, Verdad y Justicia se alzaban como políticas de Estado, y cuando el sentido común señalaba que la “memoria completa” sólo se alcanzaría cuando se supiera el destino final de cada uno de las y los desaparecidos, así como de los bebés que fueron apropiados y privados de su identidad.

Jovenes y niños pintaron pañuelos en la Plaza Rivadavia. 

En conversación con Buenos Aires/12, la senadora provincial Ayelén Durán, integrante de la Red por el Derecho a la Identidad, recordó los casos de los bebés apropiados por la dictadura: uno nacido de la pareja de María Graciela Izurieta y Ricardo Alberto Garalda, desaparecidos el 23 de julio de 1976, debió haber nacido en marzo o abril de 1977; el otro, hijo de Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz, desaparecidos el 16 de diciembre de 1976 y de quien se sabe que nació en el Centro de Detención Clandestino “La Escuelita” el 17 de abril de 1977.

Durán, que también preside la Comisión de Derechos Humanos del Senado bonaerense, también explicó que desde la Red por el Derecho a la Identidad “siempre trabajamos para visibilizar los casos de búsqueda de nietos” y que también atienden “casos de presentación espontánea” de personas que dudan de su identidad en el sur bonaerense.

Además, expresó que “este 24 para nosotros es muy especial porque tuvimos que modificar todo lo que tradicionalmente se hace. La ciudad se está poniendo de pie de a poco, por eso pusimos la consigna de Memoria, Verdad, Justicia y Solidaridad, porque creemos que la Solidaridad es la bandera que defendían los 30.000 y es también lo que caracteriza a nuestra ciudad”.

“Es muy importante para nosotros en el contexto que gobierna Javier Milei y hay un discurso desde el Ejecutivo Nacional que va en detrimento de los Derechos Humanos, de las banderas que levantan nuestras Abuelas y nuestras Madres. Ante un gobierno que atenta contra los derechos, que reprime, saquea y hambrea a nuestro pueblo, nos parece importante estar todos en la calle para que vean que somos muchos en este país los que queremos conseguir que Memoria, Verdad y Justicia sean políticas públicas de gobierno” concluyó.

Movilización, Solidaridad y Esperanza

Como la cigarra, Bahía Blanca volvió a movilizarse y a cantar por la Memoria, la Verdad y la Justicia y en Solidaridad con las víctimas de una inundación. Mientras transcurría la movilización, en el centro de la Plaza Rivadavia, los organismos tuvieron un punto de recolección de útiles escolares y guardapolvos, para ser donados a la comunidad educativa del Barrio Saladero, uno de los más afectados por las inundaciones.

De regreso en la Plaza, fueron las mismas manos que ayer agarraron una pala para sacar barro de su casa o la de un vecino, las que hoy se encargaron de remarcar el blanco de los pañuelos que adornan la plaza central y que mañana entregarán las donaciones.

La solidaridad, como el canto de la cigarra, desafía al silencio y al olvido. Ni el agua ni el olvido podrán sepultar al pueblo bahiense, que elige renacer desde la solidaridad y con la esperanza de construir, juntos, un futuro mejor.