Bajo la coordinación de I Acevedo, Andrés Tronquoy y Santiago Allende, de la Dirección de Investigaciones de la Biblioteca Nacional, la muestra Cárceles, (narraciones del encierro) 1878-2025, puede visitarse hasta el 17 de agosto en Agüero 2502. La exposición, organizada por la Biblioteca Nacional, presenta un amplio recorrido por la historia social, política y literaria de Argentina a través de textos de la cárcel.
Las cartas, documentos, ficciones, ensayos, poemas, publicaciones periódicas y fotografías de gran valor documental que se exponen en Cárceles. Narraciones del encierro (1878-2025) funcionan como una mirilla que deja ver la presencia de la cárcel como motor de la historia, una institución significativa y poderosa capaz de organizar el espacio público, el lenguaje y la sociedad y también plena en resistencias. Desde la prisión de indígenas en la Isla Martín García a fines del siglo XIX y las teorías positivistas criminológicas que forjaron los criterios del castigo carcelario en el nacimiento de la nación argentina, hasta los documentos de presos y presas políticas del siglo XX, pasando por textos de reconocidos escritores que sufrieron el encierro o lo imaginaron, como Jorge Luis Borges, Manuel Puig, Rodolfo Fogwill o Antonio di Benedetto, hasta llegar al actual y rico movimiento de escritura en la cárcel, estos materiales revelan tanto los saberes que forjaron el sistema punitivo como aquellos que lo resisten.
¿Cómo nació la idea de la muestra?
I Acevedo: --La inquietud surgió a partir de algunas publicaciones de poesía conocidas durante un Festival de Poesía en Rosario. Eran libritos publicados por la Editorial Municipal de Rosario donde se podían leer poemas producidos en la Unidad Penitenciaria N° 5 de Rosario, en el marco del taller literario de la ONG "Mujeres Tras Las Rejas". Nos pareció una buena idea rastrear la escritura producida en las cárceles, no solo en los últimos años sino a lo largo de la historia argentina. Así llegamos tan lejos como el año 1878, momento en que se profundiza la llamada “Conquista al Desierto” y ocurre la prisión de miles de indígenas en la Isla Martín García, que funcionaba como un campo de concentración. El reparto de mujeres y niños como sirvientes de las familias de Buenos Aires era noticia de todos los días en los diarios de esa época. En la muestra se exponen reproducciones de las cartas de Pincén, preso en Martín García y las noticias de estos repartos, en diarios de la época que se encuentran disponibles en la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional. Enseguida nos dimos cuenta de que la prisión era un parteaguas de los momentos más críticos de la historia, y nos centramos en la escritura de presos y presas, también cronistas, educadores, talleristas, referentes de la política, intelectuales, y escritores y poetas, tratando de mostrar quiénes entran a la cárcel y pueden narrarla, en cada época de la historia. La muestra reúne materiales que están a favor de la cárcel y en contra de ella. Se podría pensar que es una “biblioteca anticarcelaria”, porque reúne todo tipo de pensamiento y escritura relacionada con la crítica a la cárcel.
¿Cómo influían las ideas lombrosianas para encarcelar a las personas?
--Si bien quisimos darle el lugar central a las personas que efectivamente sufrieron la prisión, no podíamos dejar de lado los pensamientos y escritos que efectivamente diseñaron las bases de la cárcel moderna en Argentina en el marco de la “modernización” del Estado alrededor de 1880. La traducción al español de teóricos como Lombroso o Enrique Ferri, positivistas italianos que creían que los criminales tenían características biológicas y anatómicas que los inclinaban hacia ese destino y que también permitían reconocerlos e identificarlos, no solo fueron ampliamente difundidos sino que la producción local de estas ideas tuvo un centro importante en Argentina, dentro de la propia Penitenciaría Nacional, donde funcionaba el Instituto de Criminología fundado por José Ingenieros, y una editorial propia. Allí se publicó abundante bibliografía. Además, la ciencia y los métodos de clasificación estaban al servicio de la policía de Buenos Aires, a través de nuevas técnicas para perseguir a los delincuentes. En la muestra se exhibe un libro perteneciente a la sala del Tesoro, La mala vida en Buenos Aires, de Eusebio Gómez, un criminólogo que clasificó los tipos de criminales que vivían en Buenos Aires en el 1900, y entre ellos se encontraba la calificación de la homosexualidad y el travestismo como anormalidades ligadas a lo criminal. Así, la perspectiva de género se hace presente en diferentes sectores de la muestra. Por ejemplo, se exhibe una fotografía de una travesti indígena detenida en Viedma en 1902. Ella es detenida por travesti, por no formar parte del ejército por ser travesti, y su foto y su historia aparecen en Caras y Caretas como una curiosidad.
¿Qué cuenta la selección de Adriana Lestido, mujeres presas?
--Al revisar el Archivo Crónica de la Biblioteca Nacional encontramos el registro gráfico de la muestra de Adriana en el año 1992. Durante un año ella visitó a mujeres presas en la cárcel de La Plata y mostró cómo vivían con sus hijos. Es un fotorreportaje impactante. Según Adriana, comenzó con la intención de retratar un tema poco transitado que es la vida de las mujeres en la cárcel, y cómo les niñes, hasta los 4 años, pasan tiempo con sus madres allí, pero terminó profundizando mucho más, sobre la situación misma de estar presa. En otra sección de la muestra se encuentra el libro Madres en cuestión de Laurana Malacalza, actual Subsecretaria de Políticas contra las Violencias por Razones de Género en la provincia de Buenos Aires, y también una serie de publicaciones de diferentes colectivos, que profundizan sobre la prisión de mujeres, en especial los de Graciela Rojas, referente de Mujeres Tras las Rejas, de Rosario. Se muestra también el encarcelamiento de Higui, y las protestas de travestis y trans por las cárceles contravencionales. El colectivo YoNoFui también tiene un lugar muy importante en esta sección de la muestra. Estos colectivos, además, realizaron gran cantidad de donaciones al acervo de la Biblioteca Nacional, por lo cual estamos muy agradecidos.
Otro de los registros gráficos de la muestra son las fotos de Alicia Sanguinetti tomadas la noche previa al Devotazo, la liberación de presos políticos hecha por Cámpora en 1973. Alicia Sanguinetti tenía una cámara que le había entregado su hermano y logró realizar una serie de fotos del interior de la cárcel, mostrando la intensa tarea de los presos que ya circulaban fuera de sus celdas, pintando banderas, carteles, previo a la liberación.
¿Cuál fue el origen de la Cárcel del Buen Pastor?
--La historia de la cárcel del Buen Pastor es interesante porque en su origen es un convento de la Orden del Buen Pastor que en Buenos Aires, se ubica en San Telmo, y donde a fin del siglo XIX se le adjudica la función de ser un asilo y una cárcel, es decir que las guardia cárceles eran las monjas. Este era un tipo de cárcel de mujeres que estuvo vigente durante casi todo el siglo XX en diferentes provincias del país. En 1974 un grupo de militantes logra escaparse de la cárcel y esto motiva que se cierre. Más tarde algunas de las participantes publicaron sus memorias en el libro titulado Operación Cappelletti, que se expone en la muestra.
Por otro lado, cabe destacar que en la muestra se exhiben una serie de cartas de la Colección Cartas de la Dictadura del Departamento de Archivos de la Biblioteca, donadas por presas políticas durante la dictadura cívico militar de 1976 de los años setenta, que estuvieron presas en Devoto. Allí están los mensajes y dibujos para sus hijxs, a quienes, por ser familiares les era permitido escribirles. En un mural se puede apreciar la reproducción de una de ellas, un dibujo de Nora Hilb que muestra una escena de escritura dentro de la cárcel.
¿Por qué es importante visitar la muestra?
--La muestra abre nuevos caminos de lectura para profundizar temas en la historia, la literatura y política desde una perspectiva anticarcelaria. Es una muestra para todas las edades, para estudiantes y para personas más grandes que incluso pueden tener recuerdos de muchos de los sucesos de Argentina que se narran. Para lxs estudiosos de la literatura también devela descubrimientos, como el lugar de la cárcel en conocidas y no tan conocidas ficciones y poemas de Argentina. Desde un punto de vista general, la muestra nos plantea la relación entre la cárcel, el estado y la sociedad en diferentes momentos, también nos recuerda la importancia de la traducción en la vida social, nos muestra cómo se traducen textos de la criminología pero también textos anticarcelarios que son fundamentales para este pensamiento y cómo esto ocurrió desde siempre, partiendo del anarquismo hasta el día de hoy. Nos recuerda también el importante lugar que tiene una biblioteca, el de mostrar información verídica, verificable, rigurosa, haciendo centro en libros, diarios, fotografías y diversidad de materiales de gran valor documental, en tiempos de mucha desinformación, o información falsa. La cárcel siempre está, como dice el colectivo Mujeres Tras las Rejas: no estamos todxs, faltan lxs presos. No podemos olvidar esto, y es por eso que, como mínimo, tenemos que poder encontrarla en la biblioteca. En contra de un sentido común, en la cárcel se escribe mucho, son un espacio de producción de escritura, de edición, de pensamiento, de intercambio sumamente rico.
Catálogo disponible en:
https://www.bn.gov.ar/micrositios/exposiciones/categoria1/carceles
Horario de visita: lunes a viernes de 9 a 21 h y sábados y domingos de 12 a 19 h
IG biblioteca: https://www.instagram.com/biblioteca_nacional_argentina