Al “Zurda” parece que le va bien; es alguien cada vez más conocido en el mundo del cuarteto, las pibas lo siguen y el éxito está a un paso. Pero también los problemas y el costo a pagar cuando los deseos se cumplen. Hay amistades, hay lealtades, hay vigilantes dedicados a perseguir pibes por la sola portación de rostro. La Zurda es la más reciente película del cordobés Rosendo Ruiz (De Caravana, Maturitá, Casa Propia), cuyo cine suele conocer el destino feliz de la pantalla grande y que puede verse en el complejo Hoyts. En Córdoba hay Ley de Cine, hay Polo Audiovisual; avances que en la provincia de Santa Fe no suceden. “Deberíamos poder tener muchas más opciones para ver en el cine; como espectadores tenemos derecho a escuchar y ver producciones de Santa Fe, de Jujuy, de Mendoza, de San Juan. Yo no dejo de tener el sueño y el anhelo de que eso suceda finalmente”, comenta Rosendo Ruiz a Rosario/12.

“En Córdoba, hace unos 14 o 15 años, empezamos a producir películas; y creo que fue posible porque nos aunamos los directores y productores, venciendo los egos. Juntos hicimos una asociación, llevamos proyectos al estado, nació el Polo Audiovisual, la Ley de Cine, y también un Cash Rebate de la Municipalidad, gracias al cual pudimos terminar La Zurda. A nivel nacional, el INCAA está siendo desguazado, pero nosotros pudimos sostenernos. Una de las últimas conquistas que nos hacían falta era que los cines comerciales nos den bola; con De Caravana (2010) estuvimos en dos cines de Córdoba, y ahora con La Zurda estamos en cinco complejos. Es un dedo arriba del cine comercial. El jueves fue la película más vista en Córdoba; el público cordobés nos está acompañando y está entendiendo que tenemos el derecho, cada tanto, de obtener películas cordobesas al lado de Misión Imposible y de El Eternauta”, continúa el realizador.

-¿Cuándo y cómo surge este guion?

-Nuestra idea era armar una película que transitara por varios géneros, igual que en De Caravana. La película tiene momentos de policial, de film noir, de drama, de tragedia, y a la vez es un bromance; en el fondo, lo que contamos es el amor y el vínculo de dos amigos, y la decepción de uno con el otro. Esta película la escribimos inmediatamente después de De Caravana, junto a Alejandro Cozza, con quien quedamos fascinados con la noche cuartetera, con La Mona Jiménez, con los márgenes de Córdoba. La habíamos pensado concretamente para el público común y no para festivales de cine, como una película accesible, clásica. Después quedó cajoneada, porque vinieron otros proyectos, y cuando decidimos filmarla nos pusimos a laburarla, con mucha cinefilia.

Rosendo Ruiz es el director de La Zurda. 
 
 

 

-La relación con la música aparece así como en De Caravana.

-Como La Zurda es la historia de dos pibes que tienen una banda de cuarteto, nos pusimos a buscar bandas y así conocí a los chicos de Monada, el 90% de sus temas son propios y son excelentes músicos. Además de que usamos sus canciones diegéticamente, con ellos hicimos también la música extra diegética, incidental. Lo que nos marcaron en Bafici fue la originalidad en el uso de la música, porque está hecha con los instrumentos del cuarteto, y es eso lo que suena, por ejemplo, en las persecuciones. Al grupo le vino muy bien la película, y a nosotros nos vino muy bien su música. Siempre digo que envidio a la industria del cuarteto, porque el pueblo cordobés consume cuarteto pero no consume películas cordobesas, que es lo que queremos instalar. Ojalá suceda, y los artistas del cine también podamos vivir de lo que nos gusta hacer. En Bafici, también nos dijeron que la película tiene el espíritu del cuarteto más original, así como del tango; es decir, contar una tragedia a un ritmo bailable y desde los márgenes, sin tiempo para sentarse a llorar.

-¿Cómo llegaste a la elección de los protagonistas, de Juan Cruz El Gáname (Zurda) y Marcio Ramsés Salas Ortuay (Yonatan)?

-Trabajé mucho buscando a todo el elenco, y hasta que no di con cada uno, no paramos. Me gusta mucho trabajar con los actores, con la búsqueda de los personajes, lo hacemos desde adentro. No quiero que los actores parodien o quieran copiar, sino que busquen adentro de ellos cómo sería si la vida les hubiera hecho nacer en situaciones de barrio marginal, en esa realidad, y desde allí trabajar la caracterización del personaje. Trabajamos varios meses con los chicos, creando los personajes y los vínculos entre ellos. La gente cree que son amigos de verdad, que son chicos de villa, y eso es un mérito, logrado gracias a tanto trabajo.

-La promesa del éxito que se le presenta al Zurda se parece a la de los pactos en los cuentos: “te doy lo que querés, a cambio de sacarte algo”.

-Cuando él habla con la representante, le dice que Yonatan, que es el verdadero espíritu creador de la música que hacen, no quiere hacer los covers que la gente pide, sino volver a un cuarteto que hable de ellos; y la representante le responde: "Está bueno encontrar un estilo y defenderlo". Que es un poco lo que no se hace. Es más fácil caer en fórmulas exitosas y repetir los temas que ya todo el mundo conoce, antes que jugársela y crear canciones, que es lo que tiene este grupo, Monada. Había toda una consecuencia ahí, buscada.

-El rol de la policía es nefasto, me gusta cómo la película lo deja en claro y burla la vigilancia.

-Sabemos lo que sufren los chicos por portación de rostro, y con la peli quisimos visibilizar un poco eso. Cada crisis que vivimos como país, nos pega un montón, y como dice el protagonista: "Si sos pobre, las cachetadas te tumban". Si pudimos visibilizar eso sin caer en estereotipos, sino en arquetipos, que son reales, desde nuestra particularidad y singularidad, nuestro objetivo como realizadores está cumplido.