Estados Unidos y Ucrania firmaron en Washington un acuerdo que establece un fondo de inversión para la reconstrucción del país devastado por la guerra con Rusia y otorga a la administración del presidente Donald Trump acceso a los recursos minerales ucranianos. Kiev afirma haber garantizado sus intereses tras arduas negociaciones, incluida la soberanía sobre sus propias tierras raras, vitales para las nuevas tecnologías y en gran parte sin explotar.