La implementación cada vez mayor de sistemas artificiales que imitan aspectos del comportamiento humano está despertando un gran interés entre los sujetos modernos: desde el simple uso de un Chatbot en un negocio en línea hasta el uso más sofisticado de ChatGPT como una herramienta educativa o profesional versátil. La inteligencia artificial también está emergiendo poco a poco en nuestra clínica. Los sujetos cuya relación con el Otro se encuentra con obstáculos insuperables encuentran en la IA una pareja simulada que se ajusta a su gusto: amigos artificiales para un chat diario o amantes virtuales que suplen fantasmáticamente, por medios artificiales, la imposibilidad de la relación entre los sexos.
"Donde la palabra está ausente, allí se sitúa el Eros del psicótico, allí encuentra su supremo amor". En 2018, en Japón, se celebró la primera ceremonia pública de "matrimonio" entre un humano y un holograma. Akihiko Kondo se "casa" con su amada cantante pop virtual Hatsune Miku, un personaje de una serie de anime. La aplicación para relaciones románticas o amorosas con IA había emitido 3.700 "certificados" de matrimonio con parejas virtuales.
Con una aplicación móvil como Replika o Romantic AI, uno puede encontrar o crear un amigo artificial o incluso un amante artificial. Se trata de un Otro artificial diseñado según un algoritmo que se alinea con el perfil del usuario, para dar respuestas predefinidas a preguntas predeterminadas.
Un Otro modelado que intenta reproducir la dialéctica humana imitando el campo de la palabra y los significantes del Otro, y que, aunque incompleto, no es inagotable e infinito, sino finito y limitado.
La ausencia de palabra no impide el lenguaje, y la hipótesis imaginaria de que se trata de un interlocutor real crea la ilusión de que se trata de una relación interhumana. Sin embargo, es una relación con un Otro formateado que sorprende por sus posibilidades de simulación extendidas en las relaciones de los parlêtres.
Se lo puede tener cuando se quiera, de la manera que se quiera, por las razones que se quiera y durante el tiempo que se quiera. Para algunos, una IA se convierte en la pareja ideal para tratar de responder a la ausencia de relación sexual.
A veces no es solo una relación virtual, sino un amor artificial. Como nos dice Lacan, "lo que constituye la relación sexual es precisamente el amor", este amor que se compone de un goce autoerótico, "el goce [que] se da siempre en el cuerpo del Uno, pero a través del cuerpo del Otro". Pero en ausencia del cuerpo vivo del Otro, el amor artificial fracasa, la "relación" aparece unilateral y el usuario permanece en lo real de su goce.
*Amor Artificial en Psicoanálisis Lacaniano.