Parece que ahora si habrá revancha. Y que después de la inesperada postergación de fin de año, por fin Fernando Daniel Martínez podrá volver a defender su título supermosca de la Federación Internacional ante el japones Kazuto Ioka. Será el desquite de la gran victoria que el "Pumita", único campeón mundial del boxeo argentino en la actualidad, logró el 7 de julio del año pasado en Tokio y el combate comenzará a primera hora de la mañana del domingo (entre las 7.30 y las 8 de la Argentina) con televisación de ESPN.
La revancha directa se había arreglado para el último día de 2024. Pero tres días antes de la pelea, Martínez acusó un estado febril y de debilitamiento general, que lo tuvo en cama y sin poder entrenar y que fue comprobado por los médicos nipones. Por esa razón, la organización volvió a fojas cero y se pactó un nuevo compromiso para este domingo en el Ota City General Gimnasium, ubicado en las afueras de la capital japonesa.
"Llego con mucha hambre y con ganas de cumplir mis sueños y de comprarle la casita a mi vieja. Va ser histórica como la primera vez" declaró Martínez, quien hará la cuarta defensa del título que consiguiera en 2022. Y tratará de ratificar la impresión inmejorable que dejó en el primer combate en el que venció sin atenuantes a un boxeador muy bueno como Ioka que fue tetracampeón supermosca de la Organización y la Asociación Mundial y que busca volver a serlo. A sus 31 años, Martínez llega con un récord invicto de 17 triunfos, 9 por fuera de combate, mientras que Ioka, de 35 años de edad, presenta una foja de 31 victorias (16 antes del límite) y 3 derrotas.
Si la primera versión del pleito fue una guerra sin cuartel en la que Martínez prevaleció por ser el más fuerte y hábil de los dos, esta promete no serlo menos. El "Pumita" ya demostró de sobra que no lo acompleja pelear de visitante y saldrá a marcar los límites desde la primera campanada. Su izquierda en gancho al cuerpo y ascendente a la cabeza fue imparable para Ioka. Y aunque el nipón también le entró duro a los planos bajos, el campeón argentino cerró el combate con solidez y autoridad. Sin dejar margen alguno para que le escamoteen la victoria.
Para volver a ganar en Tokio, Martínez deberá hacer lo mismo, al mismo ritmo e incluso mayor que aquella vez. Si baja la intensidad o soporta menos los cruces, Ioka puede llevárselo puesto. El japonés no permitirá descuidos. Y esa tensión es lo que en la previa reparte por la mitad las chances de triunfo. Que es lo mejor que le puede pasar a una pelea de primer nivel como esta.