El Padre José Esteban Martinez, quien trabajó con el Papa León XIV en Chiclayo, Perú, reveló que los peruanos estaban “muy emocionados” con su elección.
En diálogo con la 750, Martínez describió al nuevo Sumo Pontífice como “un hombre muy sensible y muy cercano”.
“Sabe escuchar y, con la capacidad intelectual que tiene, viene a dar soluciones a los problemas y situaciones que se puedan dar en cada momento”, señaló.
“Es muy agustino, que es tener un solo corazón y una sola alma dirigidos hacia Dios. Es el ideal de San Agustín, que lo tomó de los Hechos de los Apóstoles para la comunidad agustiniana. O sea que vivir como agustino es vivir en esa universalidad de toda la Iglesia del mundo con sus problemas y necesidades”, explicó acerca de su fe.
Asimismo, destacó el saludo de León XIV cuando dijo “La paz sea con ustedes”. “Esa paz viene de Cristo, que es quien puede dárnosla. Luego, cómo podemos lograr el bien viviendo unidos, no divididos”, remarcó.
“En este sentido va a ser una gran tarea llevar este mensaje a todo el mundo. Él ha sido un gran misionero. Después de estar en Roma por su doctorado, aparece como misionero en Perú atendiendo a los más pobres”, agregó.
“Cuando regresó a Estados Unidos pensó siempre en Perú. En seis años visitó a todo el mundo porque los agustinos están por todo el mundo. Y después fue nombrado obispo de Chiclayo, fue una experiencia maravillosa de buscar el esfuerzo por la comunidad y la unidad de todo el pueblo de Chiclayo”, cerró.
En su primera misa León XIV rescató el legado de Francisco
En su primera misa como Papa, denominada "Pro Ecclesia" que tuvo lugar en la Capilla Sixtina, León XIV rescató el legado de su antecesor Francisco como modelo de una iglesia comprometida con los más pobres, la participación de laicos y la apertura hacia una realidad "compleja" y "con cuestionamientos" hacia la iglesia.
“Este es el mundo que nos ha sido confiado y en el que, como enseñó muchas veces el Papa Francisco, estamos llamados a dar testimonio de la fe gozosa en Jesús salvador”, definió ante los cardenales y obispos que participaron de la ceremonia, en la que también hubo mujeres.
Sus palabras durante su primera homilía fueron una ratificación del credo católico y de su posicionamiento respecto de los sectores más vulnerables. “¿Qué dice la gente sobre Cristo en la realidad en la que vivimos, con sus límites, potencialidades y cuestionamientos”, preguntó.