El golpe que recibió el PRO con el resultado de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, su bastión, generó un fuerte impacto en la oposición bonaerense, donde se siguieron bien de cerca los comicios porteños. Estaba dicho, la elección porteña definiría el rumbo de la posible alianza entre amarillos y libertarios. Con los números sobre la mesa, se abrieron varios interrogantes.

Quienes estaban reacios a una alianza sin condiciones ahora entraron en estado de desconcierto. “Fue un desastre. Pensamos que quizás podíamos salir terceros, pero no con 15 puntos”, se lamentó un armador amarillo del interior provincial con terminal en la sede del gobierno porteño. 

En su análisis, obtener un resultado peleado les daría más armas para negociar de igual a igual y, además, ostentar la territorialidad de los intendentes. “Ahora tenemos que pensar de cero”, agregó. En los grupos de Whatsapp que integran los amarillos bonaerenses, el silencio reinó.

Desde el otro lado de la grieta interna ya dan por hecho el acuerdo con La Libertad Avanza. Aseguran que caminará y no atan la definición del entuero a la elección de la ciudad. "Las que hubo antes en las provincias fueron extremadamente malas para el PRO”, deslizó una voz bonaerense que se desliga de la conducción de Mauricio Macri. “No hay margen de hacer otra cosa”, evaluó.

Para algunos dirigentes, el desdoblamiento de la elección porteña fue el primer error. Entendían que la estrategia no podía ser focalizar la discusión, que se nacionalizó. “En la Provincia va a pasar lo mismo, no se va a poder llevar la discusión a lo local o regional, ni aunque quieran”, dijo.

En la Legislatura bonaerense, el PRO tiene dos importantes bloques en las dos cámaras. En Diputados cuenta con 13 bancas, igual número que La Libertad Avanza, con quien pasará a jugar en una mayor coordinación, aunque, por ahora sin fusión. En el Senado ostenta nueve escaños.

¿Y qué pasa con los radicales? Una voz amarilla al tanto de las negociaciones señaló que el alcalde de la Unión Cívica Radical que más los convoca es el de Tandil, el histórico Miguel Ángel Lunghi, ya que en esa ciudad hay poco más de 116 mil electores. El médico pediatra, que juega alineado al diputado nacional Facundo Manes, está en las antípodas de La Libertad Avanza y el PRO sabe que no podrá cosechar de ahí ningún acuerdo.

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Los radicales quedaron con el freno de mano puesto. Si bien hasta la semana pasada se hablaba con fuerza de un retorno del viejo Juntos por el Cambio, entienden que tras la derrota amarilla en Ciudad esos planes cambien y tengan que aventurar nuevos destinos en busca de aliados.

“Van a cerrar un acuerdo, pero de sometimiento. En la Ciudad los libertarios jugaron una campaña sucia, pero ahí están”, señaló un experimentado boinablanca que estaba a la espera de las definiciones para conocer los futuros movimientos.

Mientras tanto, eligen poner en foco la reactivación del partido luego de la guerra interna y de la firma de una tregua entre los sectores que responden a los senadores Maximiliano Abad y Martín Lousteau.

Como dio cuenta este medio, ambos legisladores nacionales acordaron sellar un esquema de cogobierno del Comité y de la Convención bonaerenses. La titularidad del primero quedará a cargo del candidato de Abad, Miguel Fernández; mientras que el de Lousteau, Pablo Domenichini, se hará cargo de la Convención. En ambos esquemas, quedaron fijados la misma cantidad de miembros para cada sector.

Este miércoles en La Plata, se congregarán intendentes, exalcaldes, legisladores y dirigentes de diversos puntos de la provincia para poner en marcha esa maquinaria de cara al 9 de julio, que es la fecha de formalización de las alianzas.

Si bien se previó que este formato se mantuviera vigente hasta que se resuelva la elección partidaria, con un plazo máximo fijado para el 31 de octubre. Diez días después ya empezaron las especulaciones sobre los destinos de esta paz, dado que algunos correligionarios pusieron en tela de juicio el desempeño de Evolución, el espacio de Lousteau, en la elección de CABA, donde la candidata Lucille Levy no llegó a superar el piso del 3 por ciento requerido para alcanzar una banca.

“Las dos estrategias de CABA fracasaron: el ir escondidos en esa lista del PRO; y la de Lousteau que fue un desastre y paga los platos rotos esta chica”, evaluó un armador provincial. Aún así, ven la pelea por el Comité nacional bien lejos: “Cualquier decisión en caliente se convierte en un error”, agregó.

La semana pasada, una foto política que llegó desde el interior dio señales del renacer de la sociedad política entre el PRO y la UCR dado que, si bien dejó de existir a nivel macro, se sostiene firme en varios organigramas municipales y en concejos deliberantes. La pista, bastante clara, la dio una foto entre el intendente de Junín y vicepresidente segundo del PRO, Pablo Petrecca y Abad, quien durante los últimos cuatro años estuvo a cargo del Comité Provincia. Ahora quedó en stand by.

Mientras tanto, este lunes los intendentes radicales de Lincoln, Salvador Serenal; General Viamonte, Franco Flexas y Florentino Ameghino, Nahuel Mittelbach, visitaron a su par de Chivolcoy, Guillermo Britos, proveniente del partido vecinal Primero Chivilcoy.

La información oficial señaló que se reunieron para poner sobre la mesa una agenda común de cara a los Gobiernos de Provincia y Nación, sobre todo por el freno de la obra pública, aunque señalaron también que el encuentro se da en un contexto donde "se está definiendo la política de alianzas de cara al próximo 7 de septiembre, en una elección que por primera vez estará despegada del proceso nacional y tomaran fuerza las secciones electorales". 

“Debemos construir desde una visión amplia, ofreciendo a la sociedad una alternativa que se construya desde los valores republicanos y la búsqueda de un Estado que funcione y dé respuestas a la gente”, dijeron.