El cohete Starship, en el que la empresa SpaceX del empresario multimillonario Elon Musk confía para conquistar Marte, alcanzó este martes la órbita terrestre pero se rompió y cayó al Oceáno Índico tras perder combustible. Era su noveno vuelo de prueba, después de que las dos últimas salidas terminaran con la etapa superior de la nave desintegrándose sobre el Caribe.
El cohete, con una altura de 121 metros, estaba compuesto por dos partes: el propulsor Super Heavy, dotado con 33 motores Raptor, y que por primera vez se reutilizaba tras una prueba anterior; y una nave espacial de segunda etapa, ésta última a la que se llama Starship.
Tras una cuenta regresiva, este martes a las 20:37 (hora de Argentina) despegó la nave desde Starbase, la base de la compañía con gobierno autónomo en la frontera con México, cerca de un pueblo del sur de Texas.
Sin embargo, los problemas no tardaron en aparecer: el cohete lanzador Super Heavy explotó en lugar de ejecutar su amerizaje previsto en el Golfo de México. La transmisión en vivo y en directo mostró además que la nave espacial de la etapa superior no abría sus puertas para desplegar una carga útil de "simuladores" del satélite Starlink.
Aunque la nave voló más lejos que en sus dos intentos anteriores, presentó fugas y comenzó a girar sin control mientras se deslizaba por el espacio. Los equipos de la misión purgaron combustible para reducir la fuerza de la explosión prevista, y las cámaras a bordo dejaron de funcionar aproximadamente a los 45 minutos de lo que debía ser un vuelo de 66 minutos, quedándose corto de su zona de amerizaje objetivo frente a la costa oeste de Australia.
"Starship experimentó un desmontaje rápido e imprevisto", publicó SpaceX en su cuenta de X, y enfatizó que aprendería de este contratiempo.
Musk, por su parte, se mostró optimista pese a los resultados: "Starship consiguió llegar a la separación programada del motor de la nave, así que es una gran mejora respecto al último vuelo". Asimimismo, el magnate prometió acelerar el ritmo: "La frecuencia de lanzamiento para los próximos tres vuelos será más rápida, aproximadamente uno cada tres o cuatro semanas", afirmó.
El proyecto Musk
Entusiasmado por el registro de 18 misiones no tripuladas que aterrizaron en Marte, el magnate tiene la esperanza de "colonizar" el planeta rojo para 2030 con su Starship, y convertir a la humanidad en una especie multiplanetaria. SpaceX apuesta a que su filosofía de "fallar rápido, aprender rápido" le ayude a dominar los vuelos espaciales comerciales.
Como parte de sus avances, la compañía logró hacer retornar y atrapar el cohete lanzador Super Heavy en los gigantescos brazos robóticos de la torre de lanzamiento tres veces, toda una hazaña, y clave para una rápida reutilización y la reducción de costos.
Este noveno vuelo marcó la primera vez que SpaceX reutilizó un cohete Super Heavy, aunque optó por no intentar atraparlo y dejarlo que lleve una trayectoria con un ángulo de descenso más pronunciado junto a la desactivación intencional de un motor.
La Administración Federal de Aviación (FAA) aprobó a inicios de mayo el aumento de los lanzamientos anuales del cohete, de 5 a 25, desde su base en Texas. El organismo indicó que el cronograma ampliado no dañaría el medio ambiente, pese a las objeciones de los grupos ambientalistas preocupados por los impactos en las tortugas marinas y las aves playeras.