La disputa más o menos solapada y sobre algunos asuntos puntuales entre los gobiernos nacional y provincial sumó un nuevo episodio cuando el ministro de Economía de Santa Fe, Pablo Olivares, opinó en sus redes sociales sobre el último incremento de los combustibles que la Casa Rosada anunció a partir del primer día de junio. El encargado de la hacienda provincial marcó una diferencia: no subió el valor de las naftas y el gasoil -dijo-, sino el impuesto nacional que pesa sobre los usuarios que lo utilizan. Además de esa no desinteresada aclaración, explicó que paralelamente a ese incremento, las rutas nacionales emulan con su aspecto y condición a la de una nación en guerra.
El ministro Olivares escribió en su cuenta de la red social X: “‘Aumenta el precio de los combustibles’, fue la idea transmitida, cuando en realidad lo que hubo fue un aumento del 5,8% en el impuesto que el Estado nacional le cobra al usuario por cada litro de combustible que carga”.
Desde el 1º de junio, los precios de los combustibles que comercializa la petrolera con mayoría estatal YPF se incrementaron en un 1% por la actualización correspondiente a los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), en función de la inflación. Que, en rigor, en abril fue del 2,8%, mientras que dato de mayo se dará a conocer la semana próxima.
El señalamiento del ministro de Economía santafesino va al centro de la discusión con la gestión libertaria por el tema impositivo, en una carrera por bien quién aparece ante la opinión pública como el que reduce la mayor presión impositiva.
Pero además, Olivares disparó contra uno de los temas en los que el Gobierno nacional y el provincial mantienen su más antiguo desencuentro: la obra pública y, puntualmente, la relacionada con la red vial federal a cargo de la Casa Rosada.
“El mismo usuario que paga el impuesto transita por rutas nacionales en estado crítico, que necesitamos sean mantenidas y reparadas en el menor tiempo posible”, dijo el ministro Olivares, sobre el planteo que habitualmente hacen el mismo gobernador y el ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico.
El titular de la cartera económica cerró su posteo en X al afirmar que el del mantenimiento y reparación de la red vial nacional “es un reclamo respetuoso que venimos realizando y que expresa una preocupación del conjunto de los santafesinos”.
El anuncio de la suba del precio de los combustibles se dio, además, en un marco de caída del precio del barril del petróleo. De hecho, a principios de mayo el Gobierno central anunció a través de YPF que bajaba un 4% el valor de los combustibles, por el descenso del valor internacional del petróleo. Sin embargo, a mediados del mes pasado, el precio de las naftas y el gasoil de YPF sufrió una leve suba, de entre 0,2% y 0,46%, para compensar un incremento en los biocombustibles que aplicó el la administración nacional.
Los dichos de Olivares sobre el aumento de los combustibles que, en rigor, es el de los gravámenes que se pagan con cada carga, reaviva el debate. La cuestión impositiva no es menor en la diferenciación política entre la Casa Gris y la Rosada. Cada una con sus matices, ambas administraciones coinciden en la necesidad de perseguir y obenter equilibrio -o superávit- de las cuentas públicas mediante la reducción de gastos.
El presidente Javier Milei apuntó en su narrativa original contra “la casta” y prometió que el ajuste iba a estar dirigido “a la política”, aunque luego ajustó a los jubilados y a los empleados estatales, mientras los senadores nacionales llevaron su dieta la semana pasada a $9,5 millones.
Mientras que Maximiliano Pullaro también apuntó al “gasto político” como el enemigo del bienestar general -mediante la reducción de cantidad de ministerios y la calidad de los hoteles que albergan a los funcionarios- y terminó reformando la Caja de Jubilaciones y retrasando el salario de la administración pública por vía de las paritarias. También aplicó un plan de eficiencia en licitaciones y compras centralizadas de medicamentos.
El posteo del ministro de Economía local se produce un día después de que el gobernador Pullaro volviera a reclamar la baja o eliminación de las retenciones al agro, al participar de la inauguración de la muestra Agroactiva en la localidad de Armstrong, junto al jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
Como es habitual, el mandatario valoró el equilibrio fiscal logrado por el presidente Javier Milei, pero usó la metáfora macrista del “pie sobre la cabeza” de la producción para reclamar el fin de los derechos de exportación. Francos le respondió que estaba filosóficamente de acuerdo, pero que ahora no se puede. “No es la idea mantener las retenciones para siempre. Pero uno tiene que ir estableciendo cuáles son las prioridades de un gobierno y cómo mantiene el equilibrio fiscal”, aclaró el funcionario nacional.
En esa tensión, unas de la que suele cuestionar el sistema impositivo santafesino es la diputada nacional libertaria de la provincia, Romina Diez, quien llama al gobernador “Maxi impuestos”, y apunta a presuntos incrementos de Ingresos Brutos, el gravámen que la Nación quiere que las provincias disminuyan.