Desde Santiago

A horas de la segunda vuelta de las presidenciales chilenas los candidatos presidenciales realizaron sus cierres de campaña en distintos sectores de Santiago. Sebastián Piñera, que representa a la derecha chilena, concluyó su campaña presidencial el jueves pasado en el Teatro Caupolicán, en pleno centro de la capital, lejos de su hábitat tradicional y de sus adherentes más poderosos, que viven desde el sector de Plaza Italia “para arriba”, subiendo el cerro, en los barrios y comunas más ricas de Chile.

Cerca de ahí, el representante oficialista y de la centro izquierda, Alejandro Guillier, hizo un acto simbólico ese mismo día en la Plaza de la Ciudadanía, frente a La Moneda. A esta cita asistieron diversos ministros de Estado, pero quien se robó las cámaras fue el ex Presidente uruguayo, José “Pepe” Mujica, quien llegó para dar su respaldo al abanderado de la Nueva Mayoría, generando las críticas de sus adversarios. A Piñera, por su parte, lo apoyó a la distancia Mauricio Macri, su espejo en Argentina, lo que también causó polémica.

Desde ese día, la campaña que, según se prevé, sería la más ajustada de las últimas elecciones presidenciales chilenas, bajó el tono bélico de las jornadas previas y solo se han visto reacciones ante los nuevos anuncios de apoyos de personeros con la idea de captar los votos que todavía flotan sin destino claro.

Tal es el caso de Andrés Aylwin, una de las figuras históricas de la Democracia Cristiana (DC), quien anunció su apoyó a Guillier, pues, dijo, representa los valores de su partido. Andrés Aylwin es hermano de Patricio, ex presidente que gobernó Chile tras la vuelta de la democracia (1990-1994) y cuya hija Mariana -también DC, pero en tela de juicio y cerca de ser expulsada del partido- se ha mostrado contraria a las reformas que ha llevado adelante la Presidenta Michelle Bachelet y cercana a algunas ideas de la derecha. “Estoy muy optimista, porque veo el enorme apoyo que Alejandro Guillier está logrando entre los jóvenes”. Por este motivo llamó a los miembros de su partido a ser “fieles” con el bloque: “Hoy la opción para los demócratas cristianos claramente es votar por Guillier, porque él representa los valores profundos de nuestro partido”, indicó el nonagenario político en el diario La Tercera.

Con esa declaración buscaba además cerrar la fuga de votos DC a Piñera, quien siempre ha apostado por encantar al sector más de centro de la Nueva Mayoría, conglomerado donde conviven -a veces hacinados- Demócratas Cristianos, Socialistas, Radicales y Comunistas, apoyados en esta vuelta por el PRO, el partido del que se esperaba fuera la renovación de la centroizquierda Marco Enríquez-Ominami, recambio que finalmente protagonizó el Frente Amplio, sector que propone reformas más radicales y profundas al sistema chileno y que finalmente se plegaron a la opción de Alejandro Guillier, más por frenar la llegada de Piñera a La Moneda que por convicción, pues sus propuestas no han sido recogidas a pleno por esta candidatura.

Así las cosas, el apoyo de figuras del Frente Amplio como la ex candidata presidencial Beatriz Sánchez (que logró un 20 por ciento en la primera vuelta), y los diputados Giorgio Jackson y Gabriel Boric (ambos fueron reelectos con un importante respaldo en las urnas), entre otros muchos, más el apoyo de Mujica, dio un nuevo aire a la carta oficialista.

La campaña de Guillier recibió un cachetazo a comienzos de semana, en el último debate televisado, cuando Piñera hizo gala de sus 30 años de experiencia política, su buen manejo del relato económico que ha armado la derecha en base a mucha posverdad y anuncios catastróficos, lo que le valió mostrar una impronta más convincente por más que el fondo de su discurso fuera absolutamente refutable y exacerbado.

Guillier, más calmado y menos agresivo, se vio opacado por el ímpetu avasallador característico del multimillonario empresario, lo que sin embargo no significa que le haya significado más votos al final del día.

Desde entonces y hasta el cierre de campaña Piñera optó por no tener actividades públicas. Solo participó en una ceremonia en honor a una hermana fallecida hace poco y luego se quedó en su comando a la espera del ballotage de este domingo.

Los que sí trabajaron fueron sus asesores, quienes tuvieron a salir al cruce del desmentido que hizo el famoso doctor Patch Adams por un supuesto apoyo a la candidatura de Piñera. El viernes, Adams insistió en su versión y difundió un video en Youtube donde señaló: “Nos conocimos (con Piñera) de la misma manera en que podría haber conocido a Trump, con quien no estoy de acuerdo en nada excepto de que debería estar en la cárcel. Entonces, de alguna manera esta información llegó a las redes sociales, y yo de ninguna manera estoy apoyando a Piñera para presidente”, sentenció. El comando del ex Presidente Sebastián Piñera emitió un comunicado en el que entregó su versión luego que la fundación de Patch Adams desmintiera que el “médico de la risa” hubiese entregado su apoyo al abanderado de Chile Vamos. “Adams dijo que quería grabar un mensaje. Sus palabras fueron espontáneas y transmiten una valoración personal por Sebastián Piñera y del optimismo que le generaría un gobierno que se preocupe por las personas,” señaló el comunicado. A este episodio se sumó que el Museo Precolombino desmintió que su director, Carlos Aldunate, sea adherente del ex presidente. Lo anterior, luego de que el comando difundiera una lista con nombres públicos que apoyan al abanderado de la oposición.

En este escenario, Sebastián Piñera, prefirió enviar un saludo a su contendor a través de Twitter donde recordó los nueve meses de campaña que debieron enfrentar y donde se aparecieron, a su juicio, “legítimas diferencias y coincidencias”. Luego, según relata el sitio Emol, emulando a Stars Wars, Piñera afirmó: “dejando atrás el Lado Oscuro de la Fuerza, que debemos erradicar de las campañas, saludo a Alejandro Guillier y le deseo éxito en todo menos en el resultado de este domingo”.

En el caso de Guillier, no todo ha sido calma. El viernes un grupo de manifestantes contrarios a la ley de aborto y al proyecto de matrimonio igualitario, irrumpieron en una entrevista en vivo que el candidato realizaba en un canal evangélico. “Los cristianos no apoyamos a Guillier”, decían los carteles que portaban las manifestantes, mujeres integrantes de un grupo denominado Comisión Nacional Evangélica por la Vida y la Familia. 

La manifestación se realizó fuera de los estudios de la Televisión Nacional Evangélica, en Santiago centro, donde se realizaba la entrevista y cuatro de ellas ingresaron hasta el lugar donde hablaba el candidato, quien fue retirado del lugar. “Esos carteles que están impresos no lo hacen ellos. Es muy sospechoso que ellos vengan a interrumpir un acto oficial de la iglesia evangélica”, dijo el obispo Enrique Vilches, uno de los organizadores del encuentro.

Con todo, mañana a partir desde las ocho de la mañana, los chilenos elegirán a quien dirigirá el destino del país por los próximos cuatro años. La diferencia de la primera vuelta donde Piñera logó el 36 por ciento y Guillier el 22 por ciento se ha estrechado según las encuestas, ahora la mirada estará también puesta en la cantidad de gente que llegue a las urnas.

Desde que en Chile se implementó la inscripción automática y el voto voluntario, la abstención ha sido la principal protagonista en los diversos procesos electorales hasta la fecha. El panorama no fue muy diferente en las primaras donde la participación electoral alcanzó un 47 por ciento. Sondeos preliminares proyectaban entre un 48 por ciento y un 53 por ciento la participación en estos comicios, es decir, una abstención alrededor del 50. Pero el resultado habría superado las predicciones dado que el 54 por ciento del padrón electoral no ejerció su derecho a voto. De esta forma, de 14.347.288 chilenos habilitados para sufragar, cerca de 7.700.000 no asistió a las urnas. Habrá que ver si la última parte de la campaña convenció a más personas o si otra vez se impone el sentimiento que tanto Piñera como Guillier son más de lo mismo.