La Corte Suprema de la Nación ratificó el fallo contra Cristina Fernández de Kirchner y validó el juicio que la condenó a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por la causa conocida como "Vialidad". La militancia se apersonó masivamente frente a la sede del PJ nacional y la casa de la ex presidenta condenando la "proscripción" de quien se lanzó días atrás como candidata a diputada provincial por la tercera sección. 

Teresa García fue una de las dirigentes que estuvo con CFK la noche del martes. Para la senadora provincial sanisidrense y presienta del bloque de Unión por la Patria en la cámara alta, "no va a haber institucionalidad posible hasta que sepamos el destino cierto de Cristina". Habla con Buenos Aires/12 de que el país está "en las puertas del fin de la Patria" y que la decisión de la Justicia no radica en un problema electoral. 

García lanza un mensaje a la dirigencia de todos los partidos políticos y pide que se tome conciencia de la que, a su juicio, es una situación de suma gravedad para la democracia. "¿Creen que no les va a tocar?", se pregunta. 

García advierte que la decisión de Javier Milei de estar en Israel al momento de el fallo "no es casual" y señala que el Presidente no está exento de padecer las consecuencias de este método judicial. Por eso, apela a que el peronismo vuelva a gobernar para modificar el actual funcionamiento del Poder Judicial. 

De cara al futuro, sostiene que el peronismo tiene que mantener una movilización permanente y, ante todo, encontrar las herramientas para llevar un mensaje clarificador a la sociedad respecto al impacto de "quitar a Cristina del escenario político". 

—¿Como define la decisión de la Corte?

—Veníamos viendo cómo funcionaba la presión de los sectores económico, Clarín, La Nación, la Asociación Empresaria Argentina sobre la Justicia. Son los que estuvieron en Lago Escondido y jugando al paddle en lo de Macri. Son los que vienen ejerciendo una presión sobre la causa hace tiempo. Lo que no nos imaginábamos es que el máximo tribunal de Justicia de la Nación se prestara a la presión de estos sectores y acelerar esta decisión. Misteriosamente, sucede en un momento donde el Presidente de la Nación no está en el país, con una agenda que desconocemos, que es personal, y justo cuando se ejerció mucha presión sobre la Corte desde que Cristina anunció que iba a ser candidata a diputada por la Tercera sección electoral.

—¿Considera que el viaje de Milei está relacionado con el fallo de la Corte?

—No es casual irse del país diez días en un momento como en el que estamos. Conociendo él la inminencia de las cosas e irse sin tener agenda para ir a pasear un rato por algún lado, tiene que ver con el deseo de no estar.

—¿Por qué?

—Por el escaso poder que tiene. Él no es el dueño del poder en el gobierno. Cristina lo dijo ayer, el poder real no está ahí, sino que está en quienes toman las decisiones para castigar al pueblo argentino, como Techint, Clarín y AEA. Pero con un agravante, que Milei quiere empoderar un grupo económico distinto, que es el que comanda Caputo. Entonces, lo que creo yo que sucede en el fondo, es una pelea por el control económico y los recursos naturales entre dos grupos. Le anticipo a Milei que va a perder y se lo van a llevar puesto.

—¿En este fallo hay un mensaje a Milei?

—Por supuesto. Los grupos económicos hicieron varios intentos con algunos candidatos y fracasaron. Después, apoyaron a Milei y quedó demostrado que tiene serias dificultades con algunos sectores de los que integran estos grupos. Lo que se dirime electoralmente en octubre es de plazo corto, porque la única que ponía un freno a estos grupos era Cristina y por eso aceleraron para sacarla del escenario político.

—¿Cuál es la tarea del peronismo en este escenario?

—Me parece que el desafío del peronismo es encontrar las palabras y acciones adecuadas para que la sociedad entienda las razones de porqué sacaron a Cristina del escenario político. No es una casualidad. Los sectores de poder económico, de la Justicia y los medios tienen una clara intención de que Cristina no sea candidata y no centralice la propuesta política para avanzar con su plan de negocios. Así como lo fue con Martínez de Hoz en la dictadura o al principio del gobierno de Menem. El objetivo es el mismo. Es una redistribución de los ingresos del país en favor de determinados grupos de poder. Tal vez, por eso también estuvo el endeudamiento del FMI. Tenemos que saber explicar que hay una intencionalidad de rifar la Nación, que esto no es nuevo esto y que sucedió en los 200 años de nuestra historia, pero esta vez poniendo presa a la principal exponente de la oposición como lo es CFK, presidenta del Partido Justicialista, creen que están cerca de lograrlo. Tenemos que pensar cómo hacer carne y conciencia en esta sociedad sobre cuáles son las razones por las que estamos en esta situación.

—¿Cómo se lleva adelante esa tarea?

—Sabemos que estamos en un momento de mucho odio y mucho deseo de morbo. Entre ayer y hoy escuchamos expresiones como las de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal con un morbo excepcional, hablando esposas y cosas desagradables. Me dan asco. Asco me da el tuit de Macri y peor asco el de Vidal que todavía tiene que dar algunas respuestas ante la justicia como por ejemplo en la causa por los aportantes truchos. Allí se falsificó la identidad de gente pobre para hacer figurar aportes al PRO de la provincia, y por eso hay una denuncia penal que vamos a seguir. Lo que pasa es que quieren el mansillamiento de la figura de CFK, cosa que no van a lograr. Se vuelven a equivocar como con el exilio de Perón, se vuelven a equivocar con eso de que el peronismo no iba a volver y como se equivocaron cuando quisieron ponerle una pistola en la cabeza y dispararle a Cristina.

—¿Qué acciones se pueden llevar a cabo?

—Los instrumentos para hacerlo son, ante todo, una movilización permanente en la calle. Hay que convocar a todos los sectores que piensan parecido, aunque no sean peronistas. Ayer estuvo Myriam Bregman en el PJ. También Sergio Massa y Guillermo Moreno, porque hay conciencia en el sector político de la gravedad de la situación. Creo se quiebra el pacto democrático del 83, creo que nos encontramos con un deseo o voluntad que es terminar con la noción de Patria. Lo que siento hoy es que estamos en las puertas del fin de la Patria, no es un problema electoral.

¿Se puede sostener un diálogo político o legislativo con quienes no condenan el proceder del Poder Judicial o festejan el fallo?

—Vengo del Senado, de hablar con la oposición y, obviamente, con nuestro bloque. Levantamos la reunión de la Comisión de Asuntos Constitucionales donde era se iba a realizar la firma acordada de los pliegos para ocupar las magistraturas vacantes. Levante esa reunión, la de labor parlamentaria y la sesión. Me parece que el argumento importante es que no va a haber institucionalidad posible hasta que sepamos el destino cierto de Cristina. No podemos estar discutiendo cosas de la institucionalidad cuando un sector de los partidos políticos está celebrando lo que pasó. Hay que tomar conciencia, mi responsabilidad como presidenta de bloque es no acceder a ningún gesto de institucionalidad hasta que no tengamos resuelto lo más importante.

—¿En qué lugar quedan las próximas elecciones legislativas ante esta decisión de la Corte?

—Hay que ser muy consciente y pensar seriamente qué vamos a poner en juego en las elecciones. Si es la representatividad, la democracia, o la representatividad de partidos políticos que no emiten opinión sobre esta realidad o cuando lo hacen festejan. Hoy lo que tenemos en el horizonte es la situación de Cristina. Vamos a seguir con la movilización permanente y después pensaremos en la elección. Pero, después de lo sucedido ayer, creo que va a ser mucho más difícil motorizar a la gente a votar. Venimos de un 55 por ciento de participación en Misiones, un 53 en la Ciudad de Buenos Aires. La gente no encuentra atracción en ir a votar. Va a ser una elección muy pobre en la representación de dirigentes.

—¿A qué se refiere?

—Hay un dicho que dice quien puede lo más, quiere lo menos. No imagino algún dirigente que no crea que esto le puede pasar a él después de lo que pasó con CFK. ¿Creen que no les va a tocar? ¿Hasta cuándo dura la dignidad de un dirigente político? ¿Cuánto más va a resistir la dirigencia política hasta que lo vuelvan a tratar de ratas en el Congreso? Creo que hay que hacer una apelación a todos los partidos políticos en relación a lo que paso porque es de gravedad. Si no toman conciencia y creen que van a ir alegremente en una boleta a una elección y la gente va a marcha desesperadamente a votarlos, creo que se equivocan. Esto es para todo el arco político.

—Si el peronismo vuelve a ser gobierno, ¿debe avanzar con leyes que modifiquen el funcionamiento del Poder Judicial?

—Absolutamente. Hay que plantear, como hizo AMLO y continua Claudia Sheinbaum en México, una modificación de la Justicia porque siguen siendo los rectores desde hace muchos años y lo seguirán siendo si no tomamos una determinación política. La primacía es siempre de la política. Yo era diputada nacional cuando se debatieron las leyes de la modificación de la Justicia y muchos legisladores actuaron por miedo por razones que no sé sobre este tema y no se pudo avanzar. De haberlo hecho, creo que hoy no estaríamos viviendo esta situación.

—¿Percibe un nuevo reordenamiento de sectores del peronismo que puede derivar en un nuevo escenario electoral?

—Yo saco lo electoral. Creo que hay una toma de conciencia en los dirigentes del campo nacional y popular donde el título es se animaron con Cristina. Entonces, se van animar con cualquiera. Se dan cuenta que hay que frenar esta situación. En materia electoral, siempre hay especulaciones y todavía no vimos las mediocridades que van a ocurrir. Creo que hay que estar ausentes de eso y reunir la voluntad de quienes representan el campo nacional.

Muchos dirigentes compararon la situación de Cristina con la de Lula en Brasil, ¿piensa igual?

—Lo que sé es que ya se replicó el armado de un escándalo sobre una causa que no existía. En aquel momento con el juez Moro en Brasil y hoy con la Corte Suprema junto a fiscales. ¿Cómo será el final? Recuerdo el final de Moro cuestionado por la Justicia por direccionar la causa de Lula. En nuestro caso, creo que el pueblo argentino tiene características distintas al brasilero. Por acá pasó el peronismo y sabemos de movilización. Ayer recordaba cuando se llevaron a Lula detenido desde la sede del PT y había muy poca gente. Acá, anoche, eso no sucedió y no va a suceder. Hay un quántum social diferente. Si hay una similitud en los procesos, que es cuando la Justicia se mete en la política para que determinados dirigentes no sean candidatos. También pasó en otros países de América Latina. Espero que no tengamos que pasar por la misma situación porque aspiro a que el pueblo peronista va a resistir a esto.

—¿Pudo hablar con Cristina?

—Sí, anoche.

—¿Cómo la vio?

—Estábamos todos muy golpeados ayer. Si nosotros estábamos tocados, me imagino ella. Estaba Máximo también, que no es la excepción. Es un dirigente político, jefe de una organización y el hijo de la compañera. Seguramente está más tocado que nosotros, pero mantuvo una postura y una tranquilidad impresionante. Cristina también. Una firmeza sobre lo que hay que hacer. Lo dijo ella misma, quizás sea un título de dignidad que la meta presa la misma gente que quiere destruir el país.

—¿Cristina dio una instrucción de cara al futuro?

 

—El mensaje de ella fue "organícense, estén cerca de abajo". Es por ahí, no es un problema ni desafío de los dirigentes. Es un desafío del pueblo argentino y los dirigentes tenemos que estar a la altura. Los gremios están armando sus planes de lucha y acción, han definido realizar un paro La Bancaria, SMATA, la UOM y seguro se sumarán otros gremios. Hoy vamos a concretar con resto el de las provincias la movilización territorial para que sea federal y no del AMBA. Por último, armar la agenda internacional que ya está en funcionamiento. Hemos reunido desde Jorge Taiana a Felipe Sola, que conocen la agenda internacional para hacer circular por cada uno de los organismos internacionales este reclamo. Después habrá aspectos a trabajar, como la comunicación centralizada y ordenada porque la gente tiene que entender que hoy habrá una marcha de jubilados, el dispositivo de Bullrich le dará palos más feroces, y hay que percibir lo que es sacar a Cristina de la arena política. Si estaba terminada, como decían desde el macrismo, ¿por qué no la dejaron competir? Creo que, igual, se va notando. Hoy lo escuchaba en algunos oyentes de radios. La sociedad sabe las consecuencias de estas decisiones y hay una toma de conciencia distinta.