El juez y jurista español Baltasar Garzón advirtió sobre el avance del lawfare como una práctica que se extiende a nivel global y que tiene como blanco a los movimientos populares. En ese contexto, se refirió puntualmente a la condena de Cristina Kirchner y denunció la utilización del poder judicial como herramienta de persecución política.
Desde su experiencia como magistrado y defensor de los derechos humanos, Garzón trazó un diagnóstico preocupante sobre el escenario político y judicial actual: “Son tiempos muy complejos, muy polarizados que nos retrotraen a épocas en que esas crisis supusieron tanto dolor y tanto daño para la humanidad. Uno pensaba que se habían superado y de golpe nos volvemos a encontrar en un mundo en descomposición en que la extrema derecha, las nuevas formas y desarrollos de un fascismo que debía estar olvidado y muerto para siempre vemos que se esparcen por doquier en el mundo entero", afirmó en la 750.
"No son tiempos fáciles y estamos viendo como, por ejemplo, todo lo que está aconteciendo con la expresidenta Cristina Kirchner. Como jurista y como juez pensaba que esto no se podía producir y sin embargo lo estamos viendo: esa instrumentación del derecho en contra de enemigos políticos y, en definitiva, una praxis muy peligrosa que trasciende fronteras y que se esparce como una especie negativa en muchos países y nos lleva a un abismo”, remarcó.
En ese sentido, señaló que lo que se presenta como procesos legales legítimos muchas veces encubre operaciones políticas articuladas desde sectores de poder con intereses regresivos: “Toda esta estrategia se está armando con un manto de pseudolegalidad. Se está usando al estamento judicial en muchos aspectos y en varios países como el armazón legal e incluso democrático. Quién está pervirtiendo los procesos democráticos son aquellos que lo están realizando", advirtió.
Al referirse directamente al caso de la expresidenta Cristina Kichner, Garzón fue categórico al denunciar las múltiples irregularidades del proceso judicial en su contra: “Si uno ve en estos últimos años el caso de Cristina Kirchner se ha plasmado en un procedimiento lleno de irregularidades. No se estaban cumpliendo ninguna de las medidas del debido proceso, pero ha habido una especie de adormecimiento y hemos dejado un espacio libre a esos actores reactivos que han sabido aprovechar esa inactividad del progresismo. La reacción tiene que ser en este momento popular, de denuncia, de cohesión. Esto es una acción claramente en contra del movimiento que representa Cristina Kirchner”, sostuvo.
Por último, el jurista español hizo un llamado urgente a la organización política y social para enfrentar este tipo de ofensivas con herramientas democráticas, pero con firmeza: “La reacción tiene que ser ahora de cohesión, de coordinación, de acciones populares, y de conseguir por la vía democrática lo que se está prostituyendo con una pseudoposición de protección de la población cuando lo que están haciendo es apropiarse de la propia población. Es muy difícil, pero no es imposible”, concluyó.