Desde Roma

A un mes de la asunción oficial, el 18 de mayo, como jefe de la Iglesia católica mundial y a un mes y diez días de la elección como Papa por parte del cónclave de cardenales el 8 de mayo, muchos católicos y no católicos se preguntan que hará León XIV en este mundo tan complicado, cuál será su posición frente a los conflictos y guerras actuales, frente a los abusos sexuales en la Iglesia, sobre el rol de las mujeres, sobre las finanzas del Vaticano, cuáles serán los principales desafíos que él decidirá afrontar, teniendo presente la línea marcada en este sentido por el fallecido Papa Francisco.

El nuevo Papa todavía tendrá que tomar muchas decisiones. Dentro del Vaticano, por ejemplo, ha preferido mantener a las personas en sus distintos cargos hasta tanto él decida otra cosa. En cambio dejó muy clara su posición sobre las guerras desde el principio de su pontificado. ‘Nunca más guerras’”, dijo León XIV en su primer mensaje de Regina Coeli que hizo desde el balcón central de la basílica de San Pedro el 11 de mayo. Y mencionó luego al pueblo ucraniano, que tanto está sufriendo, y pidió para ellos “una paz auténtica, justa y duradera. Que sean liberados los prisioneros y que los niños puedan volver a sus familias”. Y añadió: “Me duele mucho la situación en la Franja de Gaza. Pido un inmediato cese del fuego, que se dé asistencia humanitaria a la población civil y sean liberados todos los rehenes”.

Expertos de la Iglesia sostienen sin embargo que todavía es muy pronto para tener una respuesta a todas las preguntas que la gente y la Iglesia se hacen. Y, por lo que aparece a simple vista, el Papa se está tomando el tiempo necesario para pensar, analizar, estudiar, confrontar los distintos desafíos y tomar decisiones lo más justas posibles.

Una persona serena

León XIV se ha perfilado como “una persona tranquila, serena” siendo un Papa internacional y mestizo” como ningún otro Pontífice, según Andrea Riccardi, fundador de una conocida organización católica de solidaridad internacional, “Sant’Egidio” e historiador de la Iglesia moderna y contemporánea.

En un encuentro en Roma con periodistas de distintos países, Riccardi recordó que el cardenal Robert Francis Prevost, hoy León XIV, ha viajado por muchos países, habla al menos cuatro idiomas, además de haber vivido como misionero agustiniano más de 20 años en Perú. “El sabe que la paz es una cosa importante”, dijo Riccardi.

Y sobre las divisiones dentro de la Iglesia, que algunos atribuyen a Francisco, destacó que el Papa argentino “fue el hombre de la profecía, de la Iglesia movida, un revolucionario latinoamericano”, entendiendo como profecía el don sobrenatural que permite conocer las cosas futuras. “La Iglesia no está dividida porque estuvo Francisco. El cisma dentro de la Iglesia no sucederá”, subrayó Riccardi añadiendo que León quiere ser un “remendador”, que cose las roturas dentro de la Iglesia. Y aclaró que “El Papa León sigue el programa de Francisco pero a modo suyo” (…) No es el Papa de la restauración” de viejas tradiciones o modos de comportamientos, como algunos creen porque fue a vivir al departamento papal que usaron por cientos de años otros Papas y no al pequeño departamento de Santa Marta donde vivió Francisco. Papa León “no es un anti Bergoglio. Yo creo que Papa Francisco en los últimos tiempos pensaba en él como su sucesor”, añadió. 

En efecto el cardenal Prevost había sino nombrado por Francisco como Prefecto del Dicasterio para los Obispos y también presidente de la Pontificia Comisión para América Latina de la que, entre otros, forma parte la teóloga argentina, Emilce Cuda.

Mediador en los conflictos

Como posible mediador en conflictos como el de Ucrania y Rusia, según Riccardi, “es muy difícil hacer una mediación si las dos partes no están de acuerdo (...) “Yo creo que la Santa Sede puede facilitar, crear contactos, pero no me parece que pueda ser mediador”. Pocos días después de ser elegido, Papa León XIV recibió en el Vaticano al vicepresidente de Estados Unidos J.D. Vance, ofeciéndole la sede vaticana como lugar de mediación. También recibió al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y recibió una llamada telefónica de Putin que le agradeció sus esfuerzos. Pero que un dirigente católico sea mediador entre dos países principalmente ortodoxos, no ha sido muy bien visto por algunos, como destacó por su parte Kirill, el Patriarca ortodoxo de Moscú, cuando se anunció que el Vaticano estaba dispuesto a hacer de mediador.

Pero recientemente trascendió que el cardenal Matteo Zuppi, que había sido enviado repetidamente por Francisco con la intención de mediar, a Rusia, Ucrania y otros países, continúa su labor, aunque según él mismo declaró a la agencia rusa Tass, su misión será “puramente humanitaria” tratando de hacer volver a su país a los niños ucranianos removidos por los rusos en zonas de combate en Ucrania. Y esto se hará con la ayuda de la Santa Sede.

Migrantes y pobres

Riccardi insistió en destacar por otra parte que el papa León XIV es “un hombre universal, con muchas raíces” y por eso “está muy atento al tema de los migrantes” y viajará seguramente a muchos países. Después de la visita del presidente argentino Javier Milei al Vaticano, se habla de un viaje del papa León a Argentina, Uruguay y Perú y de otro a Turquía, en ocasión de cumplirse 1700 años del primer Concilio Ecuménico del cristianismo en Nicea (Turquía), en el año 325 d.C., durante el mandato del emperador romano Constantino, que fue el primer emperador cristiano de la historia.

Y en todos estos viajes saldrá a relucir seguramente la cuestión migrantes que preocupa a muchos países. Los inmigrantes afligían también a Francisco, hijo de inmigrantes italianos que fueron a vivir a Argentina. Pocos días después de haber sido elegido Papa en 2013, Francisco decidió hacer su primer viaje fuera del Vaticano a la isla de Lampedusa, el lugar donde han llegado miles de inmigrantes cada año atravesando el Mediterráneo porque es el territorio italiano mas cercano a Africa. Maltratados por traficantes de seres humanos que los embarcaban en barcazas semidestruídas, muchos de ellos murieron en el mar y por eso Francisco fue a rezar por ellos desde una barca en torno a Lampedusa y lanzó al mar coronas de flores para recordarlos.

Y a los pobres, un tema que también preocupaba muchísimo a Francisco, León XIV dedicó un mensaje que fue difundido hace pocos días aunque en realidad está destinado a la Jornada Mundial del Pobre que de celebra el 16 de noviembre. “Ayudar al pobre es una cuestión de justicia, antes que de caridad”, escribió papa León, manifestando su esperanza de que el Jubileo que se está celebrando en Roma todo el año 2025, “pueda incentivar el desarrollo de políticas de contraste a las viejas y nuevas formas de pobreza, además de nuevas iniciativas para apoyar y ayudar a los pobres entre los pobres”.

La “guerra civil” en la Iglesia

El escritor y periodista vaticanista Marco Politi también cree que el Papa Leon tratará de coser todas las divisiones dentro de la Iglesia.

“La Iglesia ha atravesado 10 años de guerra civil lanzada por los ultra-conservadores contra la línea teológica de Francisco”, comentó Politi a PáginaI12. Papa León, en la misa de iniciación de su pontificado, habló de “unidad y amor” posiblemente en alusión a las palabras del papa Francisco el pasado Viernes Santo, poco antes de morir, donde habló de una Iglesia “desgarrada” y pidió “unidad y paz”.

Según Politi, León XIV ha puesto en evidencia la necesidad de ir adelante con las reformas y “remendar” todas las divisiones. “León quiere coser todas las divisiones para que la Iglesia pueda hacer su actividad misionera afrontando los grandes problemas del mundo. La línea de la paz de la Santa Sede continúa”, comentó Politi que acaba de publicar “La rivoluzione incompiuta. La Chiesa dopo Papa Francesco” (La revolución incompleta. La Iglesia después de Francisco, Ed. Il Millimetro), su sexto libro sobre los Papas. Para el vaticanista “uno de los desafíos importantes que el Papa León afrontará es la paz, siempre en el camino de Papa Francisco. Por eso recibió a Zelenski y habló con Putin”, concluyó.