“Es Cristina la que está hablando”, dice alguien a los gritos, son las 3 de la tarde y una quietud sonora invade la Plaza de Mayo y alrededores. Hacía un rato se había viralizado un mensaje de WhatsApp con un aviso: “Desde su casa, donde se encuentra a raíz de la injusta e ilegal condena, Cristina enviará un mensaje a los cientos de miles de argentinos que la acompañan en Plaza de Mayo”. La maña para hablarle a una Plaza repleta de personas convocadas para apoyarla y repudiar a la Corte Suprema viene de la misma familia de escenas que incluyen el balcón, las tobilleras hechas flores y los miles de mensajes pegados por el barrio de Const