Liberación. Eso fue lo que sintió Juana Aguirre durante el proceso de creación de su segundo disco solista, Anónimo (2025). Algo se movió en su forma de decir, de crear y principalmente en su voz en estos años. Un sentimiento de despojo, soltura y libertad. "En Claroscuro (2021) yo no me podía despegar de mi voz, pero en este disco siento que hay algo muy liberador para mí", dice la cantante y compositora sobre esta nueva etapa.
En el álbum que presentará el 3 de julio en Deseo, Aguirre se entrega más a la experimentación musical, casi de laboratorio, y profundiza en la búsqueda vocal. Y encuentra una buena síntesis entre los sonidos orgánicos y el universo electrónico. Por momentos construye ambientes, collages sonoros con ruiditos, samplers y beats distorsionados. "Me resulta difícil separar el proceso de composición y producción. En ese disco se dio todo muy junto", cuenta. "Mi proceso de producción es muy minucioso, voy buscando sonidos y haciendo una curaduría medio obsesiva."
"El proceso fue muy intenso, fue un disco que me llevó mucho trabajo", resalta sobre estos tres años de trabajo. "Fue un proceso que implicó ir madurando un sonido, trabajando canción por canción, mechando entre las giras y los viajes. También hubo etapas más de producción y encierro", se explaya. "Fue un proceso de experimentación y de laboratorio. A raíz de los paisajes sonoros se va construyendo la canción. Fui muy obrera de cada una de sus partes, entonces atravesé muchos encantos y desencantos."
- En lo sonoro, ¿buscaste un equilibrio entre lo acústico y lo electrónico?
- Hubo algo en mi forma de producir este álbum: no quise ser suave. Dejé un poco las evidencias de cómo estaba hecho ahí el sonido: esos recortes medio digitales, grabar cosas orgánicas y después recortarlas digitalmente. La herramienta se nota a simple escucha y es algo que me interesa, porque lo digital tiene ciertos recursos muy agresivos y en combinación con cosas más orgánicas genera un contraste que me encanta. En "Lo divino", la guitarra que se escucha está grabada con un celular y después esa toma está toda recortada y hecha sampler en la computadora. Es muy intuitiva mi forma de trabajo.
Si bien la producción artística del disco estuvo a cargo de Aguirre, en algunas canciones contó con producción adicional de Ezequiel Kronenberg ("La noche"), Juan Stewart ("Lo divino") y Cruz ("Las espinas"). "Mi primer álbum fue muy para adentro, muy introspectivo y sensible para mí. Este disco tiene un costado más casero, que también lo relaciono con algo medio de observador", distingue. "Cada tema tenía su propio punto de vista, se me aparecían diferentes personajes y voces. Por eso también los nombres tienen algo medio literario."
"Más allá de que hay temas súper íntimos, como 'Lo divino', hay otros en los que entran en juego otras temáticas que en Claroscuro no entraban. Hablan de cosas que le pueden pasar a una persona que está dentro de su casa, mirando por el balcón. Cosas muy sencillas que no por eso dejan de ser súper poéticas. Para mí el disco sucede todo dentro de una casa", define la artista, quien acaba de terminar una gira europea por Eslovenia, Holanda, Berlín, Londres, Madrid y Barcelona.
Con la contundencia de un haiku, Aguirre dispara frases letales en varias de las letras: "Tengo la ilusión de guardarte/ junto a mi colección de olvidos", escribe en "La noche". Otra: "Ahora que volvieron/ esos fantasmas que dan miedo/ qué más urgente que nuestro amor", canta en clave de época en "Volvieron". Una más: "Mira cómo se caen/ los pilares más duros/ esos que sostienen el mundo", lanza en el cierre del disco, "Los pilares".
Hay escenas cotidianas, pero también arrebatos de existencialismo y vínculos en crisis. Asoman, por momentos, gestos poéticos de Idea Vilariño y Marosa di Giorgio. "La sensualidad y el erotismo; la niñez y lo diabólico", grafica. "Leila Guerriero se me aparece en la intimidad y en la observación periodística. Todo lo que hago está atravesado por una especie de nostalgia, me cuesta escaparle a eso. Es algo de mi carácter que se filtra también en mi forma de hacer música."
- ¿Lo "anónimo" del título tiene que ver con la trascendencia –en clave yupanquiana– de tu yo artista/persona o en qué sentido lo pensaste?
- Muchas veces escuchar música sin saber quién está detrás de las canciones me genera una sensación de mucha libertad… también para construir todo lo que yo quiero alrededor de eso. Me esfuerzo mucho para que pase eso con mi música, porque me siento parte de eso, pero a la vez es algo mucho más grande. Entran en juego un montón de cosas, influencias, gente que trabaja conmigo. De repente aparecen un montón de nuevos personajes en este disco que también tienen su propia voz y su propia experiencia.
- ¿Y encontraste un circuito o una escena en Buenos Aires para tu música?
- No termino de entender a dónde pertenece esta música, porque de repente me llaman para tocar en el Lollapalooza y me parece un triunfo. En los shows todavía no entiendo bien a qué mundo o escena pertenezco. Porque fuimos construyendo un camino propio, haciendo fechas propias. Y siento que siempre se acerca gente nueva.