El ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni, anunció ayer cambios en el mecanismo para alojar a personas privadas de la libertad en comisarías de la Policía de Rosario (Unidad Regional II), una vez que se complete lo que denomina el “vaciamiento” de presos de las seccionales. El objetivo, como ha señalado el Gobierno santafesino en reiteradas oportunidades, consiste en destinar tanto los recursos humanos como los automotores a tareas de operativas “en la calle”, en vez de emplearlos para custodia y traslado de detenidos.
El funcionario afirmó que habrá “una nueva distribución de los cupos en toda la Unidad Regional II” de Policía, que abarca el departamento Rosario. “Todo el departamento contará con un cupo flotante de 144 plazas”, explicó, para agregar que en las comisarías “solo se alojarán detenidos de manera transitoria y de baja peligrosidad, hasta que semanalmente sean derivados al Servicio Penitenciario”.
Cococcioni realizó el anuncio de los cambios en el sistema de alojamiento de personas privadas temporalmente de la libertad ayer, al supervisar el traslado de mujeres detenidas en la comisaría 27ª de Arroyo Seco. En ese edificio policial había 45 mujeres detenidas, cuando el espacio tenía capacidad para albergar a 12, según detalló el propio ministro.
En esa línea, el funcionario explicó que así como las seccionales serán lugares de alojamiento transitorio de personas detenidas, para una vez por semanas derivarlas -si la situación procesal así lo amerita- al Servicio Penitenciario, los ciudadanos demorados por averiguación de antecedentes no irán a comisaría de las jurisdicción sino a cinco que se destinarán a contener ese tipo de procedimientos.
“Cinco comisarías de Rosario serán puntos de ingreso”, precisó el ministro, para agregar que “las del centro quedarán para las detenciones en averiguación de antecedentes”. Además, “habrá un par destinadas a mujeres, hasta tanto se inauguren más plazas específicas. Todo eso será en Rosario”.
Para el ministro, “las comisarías y las dependencias policiales pueden ser lugares de alojamiento transitorio para detenidos, pero no son un reemplazo del sistema penitenciario”, compuesto por una red de cárceles provinciales. “Una vez definida la situación procesal, la persona debe ser trasladada a una cárcel”, explicó desde Arroyo Seco, hasta donde se trasladó para supervisar el “vaciamiento” de la comisaría 27ª de esa localidad del sur provincial. “Hoy estamos cumpliendo con eso y trasladamos a 45 mujeres que estaban alojadas en esta comisaría de Arroyo Seco”, sostuvo.
Cococcioni explicó que “esto es la culminación del proceso de traslado que iniciamos esta semana, a partir de la puesta en funcionamiento de un nuevo módulo en el Complejo Penitenciario de Rosario”, ubicado en bulevar 27 de Febrero al 7800, en la zona sudoeste de la ciudad, que amplió sus plazos a partir de obras de extensión del inmueble.
“A veces, se producen traslados encadenados -dijo el ministro-: se libera una comisaría, pero también hay un reacomodamiento dentro del propio sistema policial. Atendimos un viejo reclamo del intendente Daniel Tonelli, preocupado por lo que era una especie de mini penal en el medio de la ciudad, con mujeres detenidas en forma permanente; muchas de ellas llevaban meses en el mismo lugar”.
Cococcioni señaló en otro tramo de la actividad que “en Arroyo Seco la capacidad era de 12 detenidos, pero había 45” en el inmueble policial. “Estábamos casi cuadruplicando el cupo permitido. Ahora pasa a ser un lugar de alojamiento transitorio, con un máximo de 12 personas, que semanalmente serán trasladadas al Servicio Penitenciario en caso de que deban permanecer detenidas por períodos más prolongados”, abundó el titular de la cartera de Justicia y Seguridad.
En la misma línea, precisó que “de las 45 detenidas que había, cinco tenían comparendos judiciales en distintos horarios. Eso significaba sacar cinco patrulleros de la calle para llevarlas a Tribunales. Replicado esto sobre los 1.700 presos que había en comisarías cuando asumimos, imagínense el daño que le hacía a la seguridad pública”.
Dicho perjuicio implicaba que “los patrulleros, en lugar de patrullar, estaban de remises de los presos. Y los policías, en vez de brindar seguridad, debían custodiar que las presas no hicieran motines ni se fugaran”. Entonces, agregó, con la liberación de las comisarías “es personal que se recupera y, de manera indirecta, nos permite fortalecer el sistema de seguridad pública”.
El intendente de Arroyo Seco, Tonelli, dijo por su parte que “era todo un problema, incluso el régimen de visitas. El hecho de que esto ocurra responde a un pedido que le habíamos hecho al gobernador Maximiliano Pullaro. Para nosotros es una tranquilidad, porque sabemos que habrá más personal policial dedicado a la seguridad pública en nuestra ciudad”.
A principios de esta semana, el Gobierno puso en marcha el operativo de vaciamiento definitivo de presos en comisarías de la ciudad de Rosario, con el traslado de internos hacia la flamante subunidad 4 del Complejo Penitenciario Rosario, de 27 de Febrero al 7800. El martes, el gobernador Pullaro y funcionarios del Ministerio dejaron inaugurados cuatro pabellones con 160 celdas y 320 plazas, que conforman esa nueva subunidad dentro del CPR.