1. The Strokes en el Lollapalooza (8 votos)

2. PJ Harvey en el Personal Fest (6 votos)

3. The Who en Estadio Ciudad de La Plata (5 votos)

 

Hay algo generacional en que el de The Strokes en el Lollapalooza haya sido elegido como el mejor show visitante de 2017. Es cierto que el que le habría podido hacer sombra llegó con estos comicios cerrados –Gorillaz en el BUE– pero el asunto al final es cómo los músicos electores de la banda neoyorkina, aparte de hacer justicia al que efectivamente fue su mejor show en Buenos Aires (y eso que el de 2011 también fue el concierto extranjero del año en esta Encuesta), le hicieron además un reconocimiento a un grupo que con su irrupción conectó a una generación que venía desperdigada entre el post grunge, el brit pop y el rock guitarrero con una tradición sonora que copó los pliegues de la historia del rock alternativo, entre The Velvet Underground, Guided by Voices y Television. 

Al mismo tiempo, la opción por The Strokes también implica su alcance como influencia de nuestra actual y federal escena independiente, dado que el voto es tanto de artistas rosarinos, mendocinos y juninenses como de ensambles poperos, cancionistas o flasheritos: Bandalos Chinos, La Teoría del Caos, Las Ligas Menores, Las Morochas, Luca Bocci, Muñecas, Río Pardo y Santiago Motorizado.

El anclaje es indudable no sólo en bandas más eminentemente guitarreras sino también en la idea melódica de freak-autores como Bocci o en la prepotencia pop de Bandalos Chinos. Y es evidente en El mató a un policía motorizado, la banda argentina del año y de los últimos años. El eje de su último simple, Ahora imagino cosas, podría figurar entre las mejores canciones de… The Strokes.

Más allá de interpretaciones, el ataque de Casablancas, Hammond, Valensi, Fraiture y Moretti al Hipódromo de San Isidro fue notablemente orquestado en torno de esa máquina maravillosa que es un mecanismo de relojería ajustado pero rebosante de frenesí. Entraron con Reptilia en cumbia (en la versión del santiagueño Oscar Coronel) y terminaron dando el show más masivo de su historia, para alrededor de 90 mil personas. En esa hora y media sintetizaron el más puro almíbar de década y media de discos proyectada a partir de aquellos que fueron los primeros hits del nuevo milenio: Last Nite, Take It or Leave It, Someday, The Modern Age. Hasta la censurada New York City Cops.

Menos tenso que el de 2011, este recital de The Strokes en Lollapalooza 2017 condensó, por último, gestos virtuosos de otros shows que los músicos destacaron en este censo local: la furia encapsulada de PJ Harvey (quien la rompió en el Personal Fest), el fetiche instrumental de The Who (que copó La Plata con Guns n’ Roses) y la amigabilidad de Green Day (que se llevó un triunfo de Vélez). Así, operó como resumen perfecto de la modernidad en el rock. Justamente su primera y única misión.