La Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT), que definen las líneas de pobreza e indigencia, respectivamente, registraron un aumento frente a octubre del 2,2 por ciento. En relación a diciembre, la CBA muestra un avance del 20,3 por ciento, algo por debajo de la suba del 21,8 por ciento que experimentó la CBT. Una familia compuesta por dos adultos y dos menores requirió en noviembre de un presupuesto total de 6568 pesos para no ser indigente. Ese valor era de 5446 pesos hace un año. El mismo grupo familiar necesitó de 16.027 pesos para no ser pobre, mientras que en noviembre de 2016 la canasta que definía esa condición se ubicaba en los 13.126 pesos. Los datos surgen de un informe publicado ayer por el Indec.

La CBA se conforma con una serie de alimentos como pan, galletitas, arroz, harina, fideos, dulces, legumbres, verduras, frutas, carnes, lácteos y bebidas. La CBT incluye bienes y servicios no alimentarios. El primer dato de esta serie por parte del Indec durante la gestión de Cambiemos fue publicado en abril de 2016. En ese momento (luego de la disparada inflacionaria por la devaluación) la CBA se ubicaba en 4679 pesos, es decir que ahora está un 40 por ciento más cara. La CBT cotizaba 11.320 pesos, lo que implica que se encareció en un 41,5 por ciento. En ese período, los salarios subieron pero por debajo de los precios, con lo cual perdieron poder adquisitivo.