La historia de las rivalidades cinematográficas ha presentado casos icónicos, pero quizás ninguno tan memorable como el de Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger. Ambos actores definieron el género de acción durante las décadas de los ochenta y noventa, pero su competencia fue más allá de la pantalla. Esta rivalidad alcanzó uno de sus puntos culminantes cuando Stallone fue inducido a participar en una de las peores películas de su carrera, gracias al ingenio de su acérrimo contrincante, Schwarzenegger.
La trampa de Hollywood
Con la película ¡Para o mi mamá dispara!, filmada en 1992, Schwarzenegger urdió una táctica que, quizá sin proponérselo, se convertiría en uno de los engaños más recordados del mundo del espectáculo. Como ha relatado el propio Schwarzenegger, los productores lo contactaron para ofrecerle el papel protagonista. Al leer el guion, que calificó de "realmente malo", decidió utilizarlo en contra de su rival. "Hice creer que estaba interesado", explicó el actor, "sabía que los productores buscarían a Sylvester si pensaban que yo lo quería".
Sylvester Stallone, conocido por su agresiva búsqueda de papeles que le permitieran superar a su eterno rival en las taquillas, cayó en la trampa. "Lo tomé sin pensarlo", confesó el actor, "quería ganar la disputa en el cine con una comedia diferente". Sin embargo, al autorizar el contrato sin estudiar a fondo las implicaciones, se asoció al proyecto que acabaría por afectar negativamente su carrera, tanto en lo económico como en lo artístico.
Irónicamente, este revés magnificó el ascenso de Arnold Schwarzenegger, quien se consagró con producciones como Terminator 2. Para Stallone, por el contrario, el rodaje resultó en uno de los mayores fracasos de crítica y taquilla que aún resuena en la memoria del séptimo arte.
La rivalidad que redefinió un género
En entrevistas posteriores, ambos actores han coincidido en que su enemistad, más allá de ser una rivalidad personal, significó un impulso para mejorar y diversificar sus habilidades. "Crecimos compitiendo", refiere un Schwarzenegger ahora resignado. Mientras tanto, Stallone ha mencionado que enfrentarse a Schwarzenegger era un reto constante en su desarrollo profesional en Hollywood.
Ambas figuras construyeron el arquetipo de héroe de acción que predominó en la industria durante casi dos décadas. Las películas con sus nombres desbordaban adrenalina y acción, garantizando un éxito casi asegurado en taquilla, e incluso eclipsando producciones más modestas, pero no menos valiosas artísticamente. Era justo esta altura la que buscaban superar mutuamente con cada nuevo estreno.
Transformar la rivalidad en éxito
A pesar del traspié, Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger lograron sobreponerse a los rigores de su intensa competencia. Entrado el nuevo milenio, lo que fue una feroz rivalidad hace más de 30 años se convirtió en compañerismo y mutua admiración. Colaborando en la franquicia The Expendables, estos íconos demostraron cómo la perseverancia y el aprendizaje transforman lo que pudo ser rencor en respeto. Trabajar juntos no solo les produjo grandes éxitos comerciales de nuevo, sino que marcó una nueva era de reconciliación.